dulcinealopilato
31/01/2005, 01:19
Las hormonas sexuales femeninas:
En la mujer, son la hipófisis, los ovarios y las glándulas suprarrenales que secretan las hormonas sexuales.
La hipófisis produce las gonadotrofinas : la FSH (estimulación de los folículos) y la LH (ovulación). Dichas hormonas se liberan en la sangre y se dirigen hacia los ovarios. En la pubertad, influenciados por la FSH, los ovarios producen, a su vez, sus propias hormonas : los estrógenos.
Así pues, los estrógenos son hormonas sexuales producidas por los ovarios o las glándulas suprarrenales, y cuya función es estimular el desarrollo de los órganos sexuales (caracteres sexuales primarios), del pecho y el vello púbico (caracteres sexuales secundarios). Los estrógenos lubrifican la vagina, manteniendo su elasticidad.
La progesterona, producida por los ovarios tras la ovulación, su función es preparar la mucosa uterina para la implantación del huevo. En caso de embarazo, la progesterona ayuda a desarrollar las glándulas mamarias. Asimismo, los ovarios y las glándulas suprarrenales producen pequeñas cantidades de andrógenos (hormonas masculinas).
La vejez, la enfermedad y el tratamiento de algunos cánceres pueden afectar al equilibrio hormonal del cuerpo. Los cambios inducidos por la menopausia son de sobra conocidos : menor producción de estrógenos, lo que provoca un estrechamiento de la vagina. Las paredes vaginales se vuelven más delgadas, perdiendo elasticidad ; la lubrificación es menor y tarda en conseguirse, aun en presencia de una estimulación sexual. Algunas mujeres no perciben ningún cambio, mientras que otras padecen sequedad vaginal y dolor durante el coito… sobre todo, si no utilizan lubrificante.
La irritación genital puede sentirse incluso días después de la cópula. Tomar un tratamiento hormonal sustitutivo (estrógenos de sustitución) suele bastar para volver a tener una vida sexual "normal". A veces, se recetan andrógenos, para estimular el deseo de las mujeres menopaúsicas. En general, una disminución importante de testosterona afecta al deseo sexual, masculino o femenino… aunque no siempre sea el caso. La relación entre hormonas y comportamiento sexual es más complicado en el ser humano que en el animal. Las mujeres con bajos niveles de estrógenos no ven disminuida su capacidad para ser excitadas sexualmente o para tener orgasmos.
En la mujer, son la hipófisis, los ovarios y las glándulas suprarrenales que secretan las hormonas sexuales.
La hipófisis produce las gonadotrofinas : la FSH (estimulación de los folículos) y la LH (ovulación). Dichas hormonas se liberan en la sangre y se dirigen hacia los ovarios. En la pubertad, influenciados por la FSH, los ovarios producen, a su vez, sus propias hormonas : los estrógenos.
Así pues, los estrógenos son hormonas sexuales producidas por los ovarios o las glándulas suprarrenales, y cuya función es estimular el desarrollo de los órganos sexuales (caracteres sexuales primarios), del pecho y el vello púbico (caracteres sexuales secundarios). Los estrógenos lubrifican la vagina, manteniendo su elasticidad.
La progesterona, producida por los ovarios tras la ovulación, su función es preparar la mucosa uterina para la implantación del huevo. En caso de embarazo, la progesterona ayuda a desarrollar las glándulas mamarias. Asimismo, los ovarios y las glándulas suprarrenales producen pequeñas cantidades de andrógenos (hormonas masculinas).
La vejez, la enfermedad y el tratamiento de algunos cánceres pueden afectar al equilibrio hormonal del cuerpo. Los cambios inducidos por la menopausia son de sobra conocidos : menor producción de estrógenos, lo que provoca un estrechamiento de la vagina. Las paredes vaginales se vuelven más delgadas, perdiendo elasticidad ; la lubrificación es menor y tarda en conseguirse, aun en presencia de una estimulación sexual. Algunas mujeres no perciben ningún cambio, mientras que otras padecen sequedad vaginal y dolor durante el coito… sobre todo, si no utilizan lubrificante.
La irritación genital puede sentirse incluso días después de la cópula. Tomar un tratamiento hormonal sustitutivo (estrógenos de sustitución) suele bastar para volver a tener una vida sexual "normal". A veces, se recetan andrógenos, para estimular el deseo de las mujeres menopaúsicas. En general, una disminución importante de testosterona afecta al deseo sexual, masculino o femenino… aunque no siempre sea el caso. La relación entre hormonas y comportamiento sexual es más complicado en el ser humano que en el animal. Las mujeres con bajos niveles de estrógenos no ven disminuida su capacidad para ser excitadas sexualmente o para tener orgasmos.