idem
20/09/2004, 12:13
¿Cuántas veces las palabras no han servido?, ¿cuántos "te quiero" se perdieron en los recovecos del camino?, ¿cuántas veces busqué tu boca sin encontrarla?, ¿y cuántas tus manos?.
No sé, perdí la cuenta.
Y hoy ya no estás, ni si quiera para poder contarte que por fín sonrío. Las lágrimas pasaron, y aunque algunas dejaron surcos en mi piel, debo confesar que otras acabaron en mis labios, y volvieron dentro de mí...no merece la pena llorar por tí.
¿Que ya no dueles?...mentira.
Las lágrimas que tragué siguen escociendo, supongo que por aquí dentro debe haber algo que en contacto con ellas cause reacción, supongo que el fuego que un día existió se ha convertido en cenizas que esas lágrimas no son capaces de sofocar.
Pero la historia ha cambiado...sé que merezco la pena...y ahora sonrío
Ya no tienes esa facilidad para hacerme daño, ya no dejo que entres a cambiar la decoración de este corazón y volver a pintar sus paredes. Me gusta cómo está, me gusta el color que he elegido, y sus muebles, cada vez menos decorativos y más prácticos, las lámparas que coloque para iluminar los rincones más oscuros.
Aunque no lo leas (que no lo harás, quizás por eso lo escribo), sólo quería contarte que sin tí me siento muy bien.
Ja ja ja...besitos, Idem
No sé, perdí la cuenta.
Y hoy ya no estás, ni si quiera para poder contarte que por fín sonrío. Las lágrimas pasaron, y aunque algunas dejaron surcos en mi piel, debo confesar que otras acabaron en mis labios, y volvieron dentro de mí...no merece la pena llorar por tí.
¿Que ya no dueles?...mentira.
Las lágrimas que tragué siguen escociendo, supongo que por aquí dentro debe haber algo que en contacto con ellas cause reacción, supongo que el fuego que un día existió se ha convertido en cenizas que esas lágrimas no son capaces de sofocar.
Pero la historia ha cambiado...sé que merezco la pena...y ahora sonrío
Ya no tienes esa facilidad para hacerme daño, ya no dejo que entres a cambiar la decoración de este corazón y volver a pintar sus paredes. Me gusta cómo está, me gusta el color que he elegido, y sus muebles, cada vez menos decorativos y más prácticos, las lámparas que coloque para iluminar los rincones más oscuros.
Aunque no lo leas (que no lo harás, quizás por eso lo escribo), sólo quería contarte que sin tí me siento muy bien.
Ja ja ja...besitos, Idem