alcatraz
02/09/2004, 12:38
POR ALGO SERÁ
Un individuo de esos que ahora se autodenominan obreros autónomos está vendiendo loros al pie de un semáforo. Sobre un rudo y mal labrado artilugio de madera en forma de T había tres circunspectos loritos.
En el preciso instante en que el semáforo se pone rojo para los vehículos, un camionero le pregunta desde la cabina de su vehículo:
—Oiga, ¿cuánto valen los loros?
—Éste vale diez mil euros —responde sobriamente, señalándole al primer loro.
—¡Joder! ¿Y qué sabe hacer para valer tanto? —pregunta asombrado el camionero.
—Pues mire usted: habla inglés, francés, alemán e italiano y además sabe contestar el teléfono.
—Y ese otro, ¿cuánto cuesta?
—Éste vale quince mil euros —responde, señalando al loro que estaba en medio.
—¿Y qué hace? —pregunta aún más asombrado si cabe el buen transportista.
—Habla inglés, francés, alemán, italiano y portugués, sabe contestar el teléfono, baja canciones de Internet, ayuda a los niños a hacer los deberes y además se viste solo.
—Me imagino que el otro ha de valer más, ¿verdad? —pregunta, señalando al tercero.
—Así es, caballero. Éste vale veinte mil euros.
—Y qué es lo que hace éste?
—Nada, no hace nada, pero estos dos le dicen «jefe».
Todo lo que no te mata, te hace mas fuerte
Un individuo de esos que ahora se autodenominan obreros autónomos está vendiendo loros al pie de un semáforo. Sobre un rudo y mal labrado artilugio de madera en forma de T había tres circunspectos loritos.
En el preciso instante en que el semáforo se pone rojo para los vehículos, un camionero le pregunta desde la cabina de su vehículo:
—Oiga, ¿cuánto valen los loros?
—Éste vale diez mil euros —responde sobriamente, señalándole al primer loro.
—¡Joder! ¿Y qué sabe hacer para valer tanto? —pregunta asombrado el camionero.
—Pues mire usted: habla inglés, francés, alemán e italiano y además sabe contestar el teléfono.
—Y ese otro, ¿cuánto cuesta?
—Éste vale quince mil euros —responde, señalando al loro que estaba en medio.
—¿Y qué hace? —pregunta aún más asombrado si cabe el buen transportista.
—Habla inglés, francés, alemán, italiano y portugués, sabe contestar el teléfono, baja canciones de Internet, ayuda a los niños a hacer los deberes y además se viste solo.
—Me imagino que el otro ha de valer más, ¿verdad? —pregunta, señalando al tercero.
—Así es, caballero. Éste vale veinte mil euros.
—Y qué es lo que hace éste?
—Nada, no hace nada, pero estos dos le dicen «jefe».
Todo lo que no te mata, te hace mas fuerte