idem
30/08/2004, 08:41
Quisiera contarte cómo soy. Contarte que soy la persona más alegre del mundo, la más risueña, la más felíz. Quisiera decirte que nunca me enfado, y que nunca tengo un mal día. Contarte que razono absolutamente todos mis actos antes de actuar.
Quisiera que me creyeras cuando te diga que debajo de esta ingente cantidad de carne, existe un corazón enorme, dispuesto a amar y ser amado, dispuesto a entregarse sin recelos, dispuesto a poner la otra mejilla cuando recibe un golpe.
Quisiera decirte que mis rizos no se enredan y que siempre tengo la palabra justa para cada momento. Quisiera decirte que nunca me equivoco, que tengo todo absolutamente planeado y estudiado. Quisiera contarte que estos veinticinco años han servido para descubrir quién soy, y que sé exactamente lo que quiero.
Tal vez me creas si te digo que nunca dudo, que no tartamudeo, o que mis manos nunca tiemblan ante lo que pueda pasar. Quisiera contarte que nunca me he emborrachado por amor, ni si quiera por desamor. Podría quedarme tan ancha al decirte que no sé lo que es eso.
Podría decirte que tengo un halo de atracción especial, y que nadie se resiste a "mis encantos".
Pero, entonces, no te contaría cómo soy. En realidad, mi pelo y mi lengua se enredan, tengo miedo de volver a sufrir, y a veces me enfado, a veces las lágrimas no dejan que aparezca mi sonrisa. Mi halo de atracción hace ya tiempo que dejó de funcionar, y mi corazón huye cuando presiente el golpe...
¡¡¡Qué le voy a hacer!!!...Besos, Idem
Quisiera que me creyeras cuando te diga que debajo de esta ingente cantidad de carne, existe un corazón enorme, dispuesto a amar y ser amado, dispuesto a entregarse sin recelos, dispuesto a poner la otra mejilla cuando recibe un golpe.
Quisiera decirte que mis rizos no se enredan y que siempre tengo la palabra justa para cada momento. Quisiera decirte que nunca me equivoco, que tengo todo absolutamente planeado y estudiado. Quisiera contarte que estos veinticinco años han servido para descubrir quién soy, y que sé exactamente lo que quiero.
Tal vez me creas si te digo que nunca dudo, que no tartamudeo, o que mis manos nunca tiemblan ante lo que pueda pasar. Quisiera contarte que nunca me he emborrachado por amor, ni si quiera por desamor. Podría quedarme tan ancha al decirte que no sé lo que es eso.
Podría decirte que tengo un halo de atracción especial, y que nadie se resiste a "mis encantos".
Pero, entonces, no te contaría cómo soy. En realidad, mi pelo y mi lengua se enredan, tengo miedo de volver a sufrir, y a veces me enfado, a veces las lágrimas no dejan que aparezca mi sonrisa. Mi halo de atracción hace ya tiempo que dejó de funcionar, y mi corazón huye cuando presiente el golpe...
¡¡¡Qué le voy a hacer!!!...Besos, Idem