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Ver la versión completa : La Palabra--Pablo Neruda



valbu
29/07/2004, 00:53
La Palabra


...Todo lo que usted quiera, si señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan...Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito...Amo tanto las palabras...Las inesperadas...Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen...Vocablos amados...Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espumas, hilo, metal, rocío...Persigo algunas palabras...Son tan hermosas que las quiero poner en mi poema...Las agarro al vuelo, cuando van zumbando y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas...Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto...Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola...Todo está en la palabra...Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de su sitio, o porque otra se sento como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció...Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el rio, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raices...Son antiquísimas y recientísimas...Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada...¡Que buen idioma el mio! ¡Que buena lengua heredada de los conquistadores torvos...! Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos, el mundo...Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas...Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra...Pero a lo bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aqui resplandecientes...El idioma. Salimos perdiendo...Salimos ganando...Se llevaron el oro y nos dejaron el oro...Se lo llevaron todo y nos dejaron todo...Nos dejaron las palabras.

Neruda, Pablo. Confieso que he vivido.

Besoss...
Valbu

Jamaica no problem

idem
30/07/2004, 08:12
¿Nadie ha contestado a este mensaje?...aunque claro, quién vá a contestar, si Don PABLO NERUDA (lo he puesto en mayúsculas a propósito) lo dice todo él solito...

"... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito..."

Gracias por compartirlo, Valbu.
besos...

Marea
30/07/2004, 12:31
Algo de Don Pablo.

AMOR AMÉRICA

ANTES de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales:
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.

El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.

No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.

Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
oh tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.

Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dije:
Quién
me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.

Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.






Marea.

Entre mar y cordillera, de Chile con cariño.