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Zahra
23/07/2004, 17:40
¡NO A LA TELEBASURA Y SUS DERIVADOS!


La raza humana es complicada. Un galimatias para mí, cuando intento analizar de forma justificable cualquier actitud agria de las personas. A medida que va pasando el tiempo, más me esfuerzo en comprender algunos comportamientos . Y digo "algunos" con cierta timidez,
porque en realidad, son muchos más que "algunos".
Puedo no entenderlos -los comportamientos-, por su gravedad aparente, e incluso pensar de manera irracional y visceral ante un suceso inesperado de desagradable, pero,
una vez pasada la tormenta, entro en el del "cómo y el porqué".
Me pregunto esa necesidad de hurgar en los orígenes para encontrar justificaciones. ¿Me he vuelto -o, me estoy volviendo- demasiado tolerante?, ¿comprensiva?, ¿respetuosa?, ¿será la edad?. No sé contestarme con exactitud. Son tantas las decepciones con las que nos cruzamos en el camino de la vida, incluyendo las propias, consiguiendo que nos cruja el cuerpo entero y parte del extranjero, que, quizás para soportarlas y seguir creyendo en las personas y en nosotros mismos, necesitemos encontrar justificaciones, una vez que el sofoco nos deja respirar.
No quiero aferrarme a la idea de la mala fe de las personas. Intento creerme que vivimos en mundo
chiflado, cargado de intereses múltiples, drogas, trampas, mafias, extremismos, conveniencias, injusticias, etc. Todo ello nos conduce como borregos a olvidarnos de la ética y la moral.
Vamos a sobrevivir con zancadas inexplicables envidiosas, pisoteando lo que haga falta y lo que es más triste, a quien se nos ponga por delante. Somos salvajes con corbatas y sedas. Las injusticias, se crian en cualquier esquina, por diminuta que sea la aldea. El desamor aumenta ante el amor.
La dignidad cada vez se lleva menos, pues nos conviene tomar como ejemplo a alguien que un día tuvimos por "alguien". Hemos cambiado el concepto de "héroes y genios" por "famosos y populares".
Las desgracias ajenas sirven de bálsamo para las nuestras. Sacar los trapos sucios de una casta entera ante las cámaras, resulta más espectacular que un circo, -que pena- Las noticias desagradables no dejan de sorprendernos, incluidas las de aquel vecino insospechable. La violencia de género, se lleva la palma en los primeros titulares de las noticias. Las mentes enfermas disfrutan a la carta, alimentadas e inducidas con todo tipo de surtido morbosos, simplemente con el sencillo gesto de pulsar un botón e ir
cambiando de canal.
Vivimos sí, pero en un mundo loco, del que una minoría huimos construyendo otros mundos en nuestro interior. Puñados de individuos saltan a vagones sin rumbo. Haciéndose hueco. Ni siquiera reparan que tienen hincado el codo en las costillas de sus compañeros de viaje; y éstos, ante el dolor sufrido, sueltan un puntapié sobre los morros de aquellos que están por debajo. A su vez, los últimos para desinfectar las heridas, se empapan de alcohol el alma. Sus efectos, la mayoría de las veces, se descargan en casa y para aliviar el mal rato, se mira el televisor, o se sale a la calle -quizás una raya o un trago te hace sentir mejor-, los menudos se acurrucan en un rincón descorazonados con miedo, impotencia y rabia.
Y quienes han vivido sufriendo siendo víctimas de otras víctimas : ¿Se les puede pedir cuentas?, ¿Se les
ha de perdonar sus fechorías? ¿Se les puede obligar al olvido? ¿Qué podemos esperar o pedir a los que han mamado día tras día leche agria?.
Y éste es mi dilema, mi galimatías, mi laberinto de pensamientos queriendo encontrar justificación, incluso
en muchas ocasiones a lo injustificable.
¿Cómo justificar a los pederastras, a las mafias que trafican con niños, mujeres y drogas, la pobreza, los
miserables, el racismo, el abuso de poder, la prepotencia, el acoso y al hijo de [******] que mata a su esposa?
Ante cualquier suceso de tales índoles, me arde la sangre. No entro los primeros minutos en razón, pienso en la escoria que vivimos y en el ser humano como tal. ¿Nacemos o nos hacemos?. Supongo que todo contribuye. Mis conclusiones me dicen que todos los humanos poseemos el bien y el mal en nuestro interior, que el entorno es la mayor influencia para desencadenar unas u otras actitudes, el inconsciente colectivo es muy poderoso, los genes otro ingrediente importante y voy tirando del hilo y resulta que el que antes he juzgado como "hijo de [******]" por matar a su esposa "porque era suya", no soportaba su existencia, a pesar suyo. Y hasta es posible que fuese un enfermo.
Personalmente, no tiene justificación alguna, maltratar física y psicológicamente a ninguna persona. Sea en el trabajo, en la familia o en la calle.
La sociedad no ayuda en absoluto a esas mentes enfermas en potencia. Deberíamos empezar a tener consciencia. Bajar de cuajo los niveles de audiencia hacia los medios de comunicación morbosos y macabros.
Hacer manifestaciones masivas en contra de aquellos programas que envenenan, que no aportan ni un sólo ápice de bienestar, -claro, partiendo de la base y mentalizarse de los intereses abominables que existen detrás de todo ello-. Nos manifestamos en contra de las guerras y el terrorismo señores, pero......
¿no creen ustedes que es una bomba de relogería lo que se está alimentando con tan solo pulsar un botón?.
La sociedad muestra su solidaridad ante un día catastrófico. La sociedad necesita golpes bajos para
reflexionar. Pobre gente: niños, adolescentes y adultos, capaces de cometer grandes barbaridades para
sentirse protagonistas por un día, envenedados a través de las antenas.
Existe el día del "fumador", se le invita a dejar por un día su vicio dada su peligrosidad. ¿Porqué no se
reunen las organizaciones e invitan a las personas a una huelga general? Unas horas determinadas, un día o una semana a prescindir de aquello que todo el mundo se queja y nadie mueve un dedo o una tecla.

¡NO a la telebasura!, ¡NO a las columnas impresas que trasgiversan de forma morbosa los hechos reales!
¡No a los locutores circenses!.


Carmen Pulido Rodríguez