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Ver la versión completa : MATRISUICIDIO A LO VENEZOLANO!!!!



tulipan
07/06/2004, 15:45
Me lo enviaron,y me acorde tanto de Fer jajjaa que no aguante las ganas de publicarlo.!!!

Saludos

EL MATRIMONIO VENEZOLANO. PARTE 1º

Si existe un acontecimiento en Venezuela que marca nuestra historia, ese es el matrimonio. Es por ello que hemos escogido EL MATRIMONIO como el PRIMER FASCÍCULO del ATLAS ACTUALIZADO DE LAS TRADICIONES VENEZOLANAS.

Del MATRIMONIO comenzaremos por relatar algunos de sus elementos más sobresalientes. Trajes, arroz, fotos, lágrimas, quesos, flores, tequeños, whisky, merengue, centro de mesa y hasta el infaltable trencito, son elementos que no pueden faltar en este tipo de celebraciones. Tras la inevitable caravana de automóviles, llegan los invitados al lugar del banquete. En esta parte del ritual, siempre hay una señora que le da un coscorrón al hijito, acompañado del clasico "si sigues, nos vamos ya para la casa", y algún barrigón que aprovecha la distracción de la gente ante la llegada de la novia para acomodarse el bojote y enderezarse la corbata. No nombraremos aún la pleyade de supuestas amigas de la Novia que comienzan un perfecto foro analítico donde se desmonta la vida de la consorte y sus aventurillas pasadas, se critica a la familia, la decoración, sus cuatro abortos y hasta su pasado como strippers. Mientras tanto la novia luce con heroismo ese artefacto de tortura que la gente llama "traje de novia", el cual esta diseñado para hacerla ver lo menos parecida a ella misma que sea posible, de manera que el novio se pase la noche entera preguntándose: "¿Esta será de verdad mi MALYORI?" Si para el recién estrenado esposo constituia un deleite la altiva figura de la dama, ahora la va a encontrar encorvada, bajo la cola y el velo, como el campanero de Notre Dame. ¿Lo sedujeron sus portentosas curvas? Pues ahora un corpiño, encasquetado gracias a una dieta liquida las ultimas 72 horas, lo hara sentir que a ella le falta cintura o a él le sobra brazo. Y si él quisiera darle un beso en la mejilla, doce kilos de una cosa que llaman "panque", le impedirán a sus labios llegar a la epidermis. Eso sin hablar de la impresion que le causa al galan ver a su novia llorando lágrimas negras, como si fuera una virgen polaca, gracias al uso de una gruesa capa de "rimmel" en las pestañas. Ya en el banquete toca a los novios, si son de buen linaje, someterse a los rigores del "saludo", luego de haber pasado por el consabido y pavosísimo "baño de arroz" del que al novio le quedarán inamovibles granos en su engominada cabellera y que en las fotos aparecerán como radiantes escarchas que nadie logrará decifrar. Instalados en el salón, marido y mujer, en compania de sus respectivos padres, reciben congratulaciones de quienes van llegando, en una especie de improvisada alcabala. Luego corresponde el turno a la sesión fotográfica, la cual puede durar tres horas o setecientos rollos, lo que suceda primero. Primero es la foto de los novios, luego la de ellos con los padres, y la de los padres, hermanos, cuñados, primeras esposas de algunos de ellos y novio de turno de la hermana menor, que es un inglés divorciado y con dos niños. La foto con la madrina, la foto con la mejor amiga de ella y el mejor amigo de él y de quien la novia todavia sospecha. La foto con los amigos de bachillerato y que son unos locos, depravados y fracasados que vinieron sin invitación a beberse todo el whisky de la fiesta. La foto con los primos, con los tios, con los abuelos, con el chofer, la nana y con el tipo que cuida la casa en Caraballeda. Y para terminar el último rollo la foto con el vecino que una vez le cambio a ella los pañales cuando chiquita, y la foto con un señor, que no es de este matrimonio, pero entró a preguntar de quién era un Corolla azul, placas OAA-09F, que esta trancándole el carro.

EL MATRIMONIO VENEZOLANO. PARTE 2º

Llega entonces la hora del vals. Aqui la novia debe bailar con cada una de las personas antes mencionadas, excluyendo por supuesto al Señor del Corolla que ya consiguió mesa donde acabar con la respectiva botellita. Por lo demás siempre habra un viejito amigo de la familia que la agarra mas de lo debido incluso llegando hasta el sobao' y el rascabucheo sin el menor desparpajo. La orquesta, con su buen gusto, comisionará al cantante para que felicite al novio, llamándolo por un nombre equivocado y así dar por comenzado el baile, siguiendo siempre al vals un pasodoble, para que no haya un cambio brusco que desportille a algun viejo. En este punto hay que hacer un aparte cuando salen todos los viejitos y no tan viejos a bailar el pasodoble. Unos pegan sus mejillas mientras estiran el brazo de la pareja dejando aflorar los primeros aromas axilares de la noche. Otros pavosamente aplauden muy al estilo sevillano pero sin compás, ni ritmo, ni nada. Ya un comando de mesoneros ha ubicado en cada mesa un servicio completo de whisky. Algunos aventajados invitados ya le han mojado la mano a uno de los mesoneros para garantizarse el avituallamiento durante la noche. Por su trago no se preocupe, pues siempre habrá un sujeto de esos que corresponden a la categoria de "macho pagador de cuentas", que le servirá a los demás, agitando la botella como si quisiera sacarle música mientras pregunta: "¿Cómo lo tomas tú, mi caballo?", mientras las señoras se abalanzan sobre la mesa de los quesos con un plato en cada mano, uno para ella y otro para el consorte, que le dijo: "Negra, traeme un quesito", mientras removía el trago con el dedo indice. En ese momento la Señora le echa un ojo al adorno de frutas y panes que engalana la mesa. La seleccion de quesos y demas viandas es arrasada y no falta quien, abriendo la cartera, ponga un Camembert a hacerle compañía a su polvera o para la próxima visita que llegue a la casa.

En ese momento salen los pasapalos. El sonido de docenas de hombres masticando solo puede ser aplacado por la orquesta, que no halla como zafarse de "el tio de la madrina del novio" que se rascó y que ha venido siete veces a pedir que le toquen "Brisas del Torbes". Bolitas de carne, cachapitas y mini-lumpias preparan el terreno, y en medio de la noche, se escucha el grito de alguna dama que, como Rodrigo de Triana, logra ver de primera lo que otros estan buscando: "¡llegaron los tequeños!". Hay conmocion, nerviosismo y alegria. El mesonero sabe que tiene que amarrarse los pantalones o terminará rodando por el suelo, pues las masas enardecidas se abalanzan sobre él, que ademas de la bandeja, ahora tiene que cargar a dos señoras que le siguen; agacharse para que alcance una ninita, y atender a la novia, que lo amonesta diciendo: "a la mesa de alli no ha llevado ni un pasapalo". Si uno cierra los ojos, se imagina que esta en un autobus, lo unico que se oye en medio de los empujones es: "esperese, esperese". El ultimo tequeño de la bandeja es siempre motivo de disputas, miradas recelosas y una que otra risita nerviosa. Al final, y como en el Oeste, gana el más rápido y no el mejor educado... Para cerrar este capítulo del vals y los tequeños en la tradicional fiesta matrimonial venezolana nos queda la imagen de las servilletas en la mesa, con tres o cuatro tequeños protegidos por el Señor del Corolla quien no tiene cara de prestarse a ningun tipo de mercado negro o trueque. Precisamente ese es el pasaporte para poder entrar a su casa esa noche.

EL MATRIMONIO VENEZOLANO. PARTE 3º

Terminada la cena llega el turno a la tradicion. Nos referimos al "bouquet" y al "liguero". Primero la novia, con la ayuda de la orquesta, hace un llamado a las solteras mientras observa con atencion "donde es que anda Magalys?", su amiga que esta a punto de quedarse a vestir santos y adula las otras amigas que se niegan a participar pues les parece pavoso, ya bastante tienen con haberse ido solas a la boda y ademas encontrar que en la fiesta no hay ni un solo mortal masculino que valga la pena. La novia se coloca de espaldas, lanza el bouquet y Magalys lo roza, pero cae en manos de una ex del novio, que aunque lo dejó por un sueco que conoció en un simposio, terminó convirtiéndose en una buena amiga y por eso la invitaron. Toca el turno al liguero. El novio se arrodilla buscando sacar la prenda intima con los dientes, segun requerimiento de algunos amigos. Al fin logra su cometido luego de tragarse un poco de sucio del zapato de la novia y cierto tufillo propio del jaleo de la fiesta. El llamado es ahora para los solteros. Un nuevo lanzamiento y la prenda cae en manos del hijo de la vecina, que es gago y feo. Un coro de manganzones clama a gritos porque comience la última fase del evento, donde el pobre gago tiene que ponerle el liguero a la muchacha que se ganó el ramo, que esta buenísima, pero que luego de terminar con el sueco se curó la depresión empatándose con un Disip al que, por supuesto, no le hace ninguna gracia el jueguito. Pero ahora viene el cotillon, agarre su **** y levántese que ya "Pachi", un primo de la novia que a pesar de ser gordito, es simpatiquísimo y bien rumbero, va a organizar el trencito. Procure apoyar las manos en alguna cadera que le resulte interesante porque en minutos usted será succionado por una fila de personas que, a un mismo compas, pegan un brinco y estiran la pata, confiados en que el alto estado de intoxicacion etilica imperante resguarde sus identidades al dia siguiente permitiéndole incluso no recordar que bailó EL BAILE DEL PERRO, LA LAMBADA, LAS CHICAS QUIEREN CHORIZO y hasta la infaltable PINTAMEEEEE del simio ELVIS CRESPO. No falta en este tramo de la fiesta quien pierda un zapato debido a la relajación corporal causada por la misma intoxicación.

Llega la hora de cortar el pastel en el que desprevenidas solteronas y no tan santas toman cada una cinta que debe traer un anillo de oro de buena ventura. Sin embargo, como los costos se escaparon de las manos fue imperecedero sustituir el anillo por un diente de oro que apareció en la torta de la boda de la hermana mayor el año pasado, a ver si aparecía la dueña en esta celebración. No faltarán los irreverentes y borrachos amigos del novio en el bachillerato que comenzarán a sabotear la picada de la torta pidiendo a gritos: Que se besen, que se besen!! Mientras a manos juntas introducen el filoso cuchillo que cuesta para entrar en el pastel que lleva más de tres días recibiendo hormigas y adornitos de moscas en la pastelería.

En esta parte la Señora de los Tequeños se acerca con su cartera para llevarse media torta para el desayuno de mañana. Mientras el Señor del Corolla aprovecha el bajón de la rumba y echa su primera cabeceada de la noche. A estas alturas se acabó el whisky y el suegro pela por la botella de SWING que tiene en la maletera del carro. El novio, para no quedar tan mal, manda a que traigan la caja de GUARAPITA DOCTOR KILLER que le trajeron los amigos del bachillerato. El desastre está por comenzar...

EL MATRIMONIO VENEZOLANO. PARTE 4º.

Con la fiesta prendida, hace su entrada triunfal un grupo de tambores. Aqui a las niñas bonitas, a los post-graduados bostonianos, al fino sibarita y a la pelirroja mas presumida se les sale el negro como por arte de magia sin que puedan, ni quieran evitarlo. Se sueltan las corbatas, vuelan los tacones, los picones se agudizan y el sudor abunda, algunas lolas salen al aire como la de la Señora del estraple rojo que ha estado toda la noche tratando de meterlas en un vestido dos tallas menor que el voluminoso busto que se gasta. Ahora se puso buena la cosa y mientras todos ponen de manifiesto su exhuberancia, uno que otro borracho incluyendo al Señor del Corolla echan el primer camarón de la noche, babeando el mantel entre cabeceada y cabeceada. Este es el momento perfecto para que los novios emprendan la huída. La novia cansada del trajín y entusiasmada con el sueño de una boda ideal quiere rasparse al novio en el Hilton con champaña, baby-doll y fresas incluídas, pero este, por supuesto, le ha costado un camión parir los reales del bonche por lo que prefiere quedarse para beberse hasta la última gota de whisky de la noche. Amén de querer cumplir la fantasía de todo novio la cual es hacerle el amor en el baño no a la novia, sino a la ex que anda por ahí con el pistolas del Disip.

Mientras tanto en la sala de baile yace en el piso con un tremendo dolor de lumbago el pavo-viejo que quiso pasar la cuerda del calipso detrás de la hermana de la novia que está más buena que Cristina Dieckman.

Por su parte la Señora de los Tequeños saca sus bolsitas click de su cartera para arrasar con lo que quedó de la torta, los pasapalos y el arreglo de frutas de la mesa de quesos. Algunos andan con racimos de uvas colgando de los bolsillos del paltó. Otros se enfilaron y saquearon los baños a los que dejaron sin jabón ni papel toillete. El Señor del Corolla lo despiertan las ensordecedoras trompetas del Mariachi que penetran el local mientras todos entonan al unísono: "Porque sigo siendo el Reeeey...".

No falta la Tía soltera que luego de la tortura de los mariachis autenticamente mexicanos de Cúcuta, se les pega pidiéndole que la acompañen a cantar por segunda vez: "Si nos dejan nos vamos a querer toda la vida..." Luego de la goma que generan los Mariachis los novios se han quedado dormidos en el sofá de la salida discutiendo si se van o se quedan hasta el final. Una señora en dormilona con ojeras, una horrible máscara de aguacate y que no ha podido pegar un ojo en toda la noche por la bulla de la miniteca, pregunta por sumarido, un señor de un Corolla que vino a preguntar por un carro que lo estaba trancando...

EL MATRIMONIO VENEZOLANO. PARTE 5º.

Ya son las cinco de la mañana y todo está por acabarse. Mejor dicho, el salón de fiesta parece que hubiese sido arrasado por algún comando de campaña chavista. No se salvaron los centros de mesa, ni las rosas que adornaron el salón, ni los centros de las mesas de quesos. Borrachos parlanchines se encuentran diseminados por toda la sala. Luego de horas de intensa búsqueda la señora de la dormilona y la máscara de aguacate intenta llevar a hombros a Señor del Corolla hasta el carro. Parece una escena de RESCATANDO AL SOLDADO RYAN...

Todos los oídos hacen piiiiii, desde que la ensordecedora miniteca dejó de sonar. La concentración se hace imposible... Algún empedernido sugiere traer otra botella del carro para amanecer con los novios y acompañarlos en caravana hasta el hotel. De repente un grito estremece el ambiente: ¡¡Me robaron la cartera!! Grita desesperada la Señora de Los Tequeños, la torta y los pasapalos. Un revuelo penetra el ambiente, se comienzan a lanzar miradas acusadoras y terminan por darse cuenta que todos han sido robados de alguna manera... hasta los novios que apenas se incorporan del largo camarón que se echaron en el sofá del vestíbulo.

Al novio le robaron el rolex que le regaló su papá, el anillo, la cartera y las llaves del carro. A la novia lo único que le pudieron sacar fue el anillo de matrimonio. Los destrozos son de monta mayor. Los vigilantes evalúan llamar a su supervisor por que esto se pone feo.

Mientras tanto el Señor del Corolla se comienza a despertar.

Todo está acabado. Con la llegada de la policía el terror se hace mayúsculo. Nadie puede salir del salón hasta que no se le tomen las declaraciones...

Aunque la salida que conseguimos a este Capítulo Final del Matrimonio paresca el final de la Sección de las Telenovelas así es nuestra creatividad y nuestra característica. Cuando salimos a una celebración de matrimonio siempre sabemos cómo comienza. Pero nunca sabemos cómo termina. Lo que si es seguro es que el novio que le costó un camión reunir los reales para la fiesta, ahora tiene que reunir otra gandola más para pagar los daños porque el depósito que dejó no fue suficiente. Tiene que comprar otro carro, porque el seguro no le pagó el que le robaron. Y de paso tiene tres meses quitándose de encima del fastidios fotógrafo con las setecientas fotos de la fiesta...


Saludos a todos los que se van a matrisuicidar jajajja /foros/images/icons/wink.gif

La Tulipan...

Guerrière jusq´à la fin ...!!!