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Gaviota
01/05/2004, 17:44
Carta a Usted


Señora, según dicen tiene usted otro amante,.
lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa
se resigne a ser viuda sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas, sus goces y su lecho;
pero el amor, señora, cuando llega el olvido,
también tiene el derecho de un final distinguido.

Perdón... si es que la hiere mi reproche... Perdón;
aunque sé que la herida no es en el corazón.
Y para perdonarme... piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama con la espalda desnuda,
sin luto en una fiesta, puede ser una viuda;
pero no, como tantas, de un difunto señor,
sino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor, recuerde, fue un amor diferente,
al menos al principio; ya no, naturalmente.

Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.
Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o es algo que no importa.

O acaso cierta noche de amor y de locura
yo vivía un ensueño... y usted una aventura.
Sí, usted juró cien veces ser para siempre mía,
yo besaba sus labios, pero no lo creía.

Usted sabe, y perdóneme, que en ese juramento
influye demasiado la dirección del viento.
Por eso no me extraña que ya tenga otro amante
a quien quizás le jure lo mismo en este instante.

Y como usted señora ya aprendió a ser infiel,
a mí, así, de repente, me da pena por él.

Sí, es cierto... alguna noche su puerta estuvo abierta,
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta.
O una tarde de lluvia se iluminó mi vida
mirándome en los ojos de una desconocida.

Y también es posible que mi amor indolente
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.
Sin embargo, señora..., yo, con sed o sin sed,
nunca pensaba en otra... si la besaba a usted.

Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas,
pero ni los rosales dan solamente rosas.
Y no digo estas cosas por usted ni por mí,
sino por los amores que terminan así.

Pero vea, señora,... qué diferencia había
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.
Pues nuestro amor concluye con finales diversos,
usted besando a otro..., yo escribiendo estos versos.


Jose Angel Buesa
Cubano, nacido en 1910

En particular esta carta, me hace pensar mucho. Hay algo en ella que aún no sé describir.

...Y nuestro amor, recuerde, fue un amor diferente,
al menos al principio; ya no, naturalmente...

...Lastima que la prisa nunca sea elegante... muy cierto.


Este poeta, del que no sé mucho se está colocando entre mis preferidos, por su manera tan exquisita de plasmar una sensación... un idea... les comparto un poco de él; también publicaron algo de el "poema del crepúsculo, muy bueno por cierto.

Bye.

Lo que hagas en la vida, tendrá eco en la eternidad.

Gaviota
02/05/2004, 16:36
Brindis
He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.
Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.
No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor...

Y así mientras tú bebes, sonriéndome -así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti


Lo que hagas en la vida, tendrá eco en la eternidad.

Gaviota
02/05/2004, 16:37
Canción cotidiana

Tu amor llegó calladamente;
calladamente se me fue...
Porque el amor es una fuente
que se nos seca de repente,
sin saber cómo ni por qué.

Amor de un beso que se olvida
y de un suspiro que se va;
amor de paso en nuestra vida,
pues se le da la bienvenida
cuando tal vez se aleja ya.

Así tu amor fue como el mío,
mujer de un claro atardecer:
amor que pasa como un río,
sin estancarse en el hastío
ni repetirse en el placer.

Amor feliz que da sin tasa,
pues sólo pide, a cambio, amor;
amor que deja, cuando pasa,
no la ceniza de una brasa,
sino el perfume de una flor.

Amor que al irse no está ausente;
amor sin dudas y sin fe,
como este amor intrascendente,
que, si llegó calladamente,
calladamente se fue...


Lo que hagas en la vida, tendrá eco en la eternidad.