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Ver la versión completa : LOS ANGELES QUE VIVEN



super_alen
30/04/2004, 19:15
Con un rasguño se fueron silenciosos
Como una estela ascendieron en su escencia
Como una flor que de repente pierde el color y se torna turbia y sombría
Allá van los ángeles, con mil ilusiones
Cantando por aquellos que jamás podrán oirlos
Sonriendo porque han huido
del valle de lágrimas que los tenía compungidos
Están serenos, estan alegres
ya van más alla de lo que podemos entender en el espacio
a jugar con juegos de oro y animales suaves
a trascender porque vivir...ya no
No es tarde, no es temprano.
Solo su sombra nos queda en el recuerdo
El anhelo de haberlos visto hombres
Siguen los ángeles su ruta hacia el cielo

In memoriam a los 21 niños fallecidos en un absurdo accidente de tránsito en Bogotá - Colombia el pasado miércoles. Jamás los olvidaremos.

:-(



SUPER_ALEN

El mundo es mi límite...

Shetland
30/04/2004, 20:35
<font size="4">Colombia llora en el sepelio de los 21 niños que murieron el miércoles en Bogotá</font> (http://eltiempo.com.co/bogo/2004-04-30/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-1599453.html)

http://eltiempo.com.co/bogo/2004-04-30/IMAGEN/IMAGEN-1598951-1.jpg

Fuente: Eltiempo (http://eltiempo.com.co)

<font color=white>SHETLAND</font color=white>
¿Qué impide decir la verdad con humor?

reymundo
01/05/2004, 14:26
Me auno al dolor colectivo del pueblo colombiano...
Cortar abruptamente la vida, justo cuando la flor abria su corazon a la vida...
Gracias por infornarnos el dolor de tu pueblo, gracias por escribir, solo valoramos lo que amammos cuando lo perdermos...
Este es un mensaje tambien para que siempre manejemos a la defensiva, un vehiculo es un instrumento de vida o de muerte, todo depende del conductor...
Paz en la tumba de los angelitos que revolotean en el eden, mi pesame sincero a sus deudos y familiares, ojala el tiempo ayude a cerrar el dolor eterno, adios niños, adios angelitos, bedecid ahora a vuestras familias...

super_alen
12/05/2004, 17:54
Con referencia a esta triste tragedia, me llegó un mail con el siguiente mensaje que quisiera compartir con todos ustedes, no solo con aquellos que tienen la dicha de ser padres, porque sería bueno para todos reflexionar en aquellas cosas que nos hacen ser a veces malos seres humanos. Es un poco largo pero es un mensaje que sale del alma...

Historia de una madre...

Ayer, cuando me enteré de la noticia del accidente del bus escolar, mi
corazón se partió... No hallaba la forma de llegar lo más rápido posible a
mi casa para abrazar a esos hijos míos que cada noche esperan mi llegada.
Apenas Daniel me abrió la puerta me abalancé a abrazarlo, a besarlo y a
decirle cuanto, pero cuanto lo amaba. El me miró con su carita triste y me
dijo : mami, no gané... había jugado un partido de microfútbol y a sus
tres años, el no haber podido siquiera darle una patada a la pelota le
representó una pérdida. Me sonreí y le dije que eso no era perder, que eso
era vivir. Y pensé entonces en quienes esa tarde habían perdido hasta el
motivo para seguir viviendo, quienes perdieron quizás lo único que les
quedaba en la vida. Me solidarizo profundamente, como mujer y mamá, con
todas las mamás que ayer perdieron sus hijos. Y me puse en su piel... y me
pregunté cuántas de ellas no los besaron esa mañana, cuántas otras ni
siquiera se levantaron a despedirlos, cuántas los regañaron por no bañarse
o vestirse con prontitud y cuántas más los sermonearon por no llevar las
tareas completas o los zapatos sin embolar. Lo que pasó ayer a esas madres
y padres de esa veintena de niños inocentes, es una enseñanza para miles
de padres que estamos perdidos, inconscientes de lo que significa la vida;
la vida plena, la vida que merece ser vivida, una vida de amor, de
familia, de armonía, de respeto, de aceptación, de abrazos, de besos, de
palabras dulces y cariñosas para todos a quien amamos. Esos hijos
nuestros, son prestados. Que tal si nos proponemos a darles mas amor y
menos cosas materiales; que tal si en vez de llegar en la noche a casa a
revisar cuadernos y dar regaños por el desorden , los tomamos en nuestros
brazos y compartimos lo que hicimos el día de hoy; que tal si aceptamos a
nuestros hijos como son sin pretender cambiarlos; que tal si en vez de
cantaleta les hablamos con dulzura; que tal si todas las noches nos
quedamos a su lado, acariciando sus manitos y su carita hasta que se
duerman; que tal si pensamos menos en las calificaciones y más en que el
aprender sea realmente una aventura fascinante; que tal si nos da igual el
5 o el 1, el sobresaliente o el insuficiente porque lo que hay en el
corazón y en el alma de cada hijo, no tiene nota, no tiene precio; que tal
si aprendemos de una vez por todas a disfrutar a nuestros hijos con el
poco o mucho tiempo que nos quede; que tal si nos decidimos a amar a esos
seres pequeñitos que la vida nos prestó y que nunca sabemos hasta cuando;
que tal si nos preocupamos menos por su rendimiento académico y más por
sus sentimientos, por reforzar amorosamente el sentido de familia, la
tolerancia, el respeto, la aceptación hacia los otros. No me importa ni me
importará nunca mas si Daniel es el mejor o el peor de su clase, si tiene
buena o mala motricidad fina y gruesa, si pronuncia bien o no se le
entiende nada. Conozco su corazón bondadoso, su ternura, su nobleza; sé
cuanto ama a su hermana, a sus papas; sé que es un niño alegre, hermoso,
feliz. Y yo lo amo como es. Amo a Lina, en su cuerpo de mujer y su alma de
niña; no será la mejor estudiante, ni la más ordenada, pero tiene un alma
transparente, generosa y noble, una solidaridad por el dolor de otros, una
vocación de servicio a su país, y eso, eso vale más que cualquier cosa. No
importa cuan grande sea, la abrazaré y la besaré como si fuera aún esa
bebé que un día llegó a mi vida, a transformarlo todo, a cambiar mi vida.
Esta mañana, cuando despedí a Daniel y a Lina para que se fueran a
estudiar, los puse en manos de Dios. Y me dije en silencio : si es la
última vez que los veo es el último mejor día de nuestras vidas. Gracias
Dios por permitirme aprender del dolor de otros. Son las 12 del día y
ansío llegar a mi casa esta noche, para volver a verlos, acariciarlos,
jugar, conversar, comer juntos, darles mi amor y recibir toda su ternura y
cariño. Y si la casa está al revés, los juguetes tirados, las tareas sin
hacer... solo sonreiré, pasaré con cuidado por encima del desorden y me
abalanzaré a abrazarlos antes de empezar a re*****. Para eso, para eso,
Dios me regaló a mis hijos.

Alicia Llorente Abril 29/2004



SUPER_ALEN

El mundo es mi límite...

KAPPA
13/05/2004, 11:28
Realmente la noticia me ha acongojado, pero más lo ha hecho el mail que copió Super Alen.
Yo que soy madre he sentido en carne propia lo que esta madre ha sentido, que muchas veces la vorágine de la vida diaria hace que nos olvidemos de lo afortunadas que somos, en tener a nuestros hijos bien, sanos, y vivimos para regañarlos, o nos olvidamos de decirles lo mucho que los queremos.
Espero después de esto no volver a cometer ese error.

Kappa

Devoradora de mundos...

Dasch
13/05/2004, 16:29
Que triste! pero debe consolarnos que ellos son ángeles y que como tales estarán en la presencia de Dios.

Dasch...

Sobreviviente de mil batallas