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ALEJANDRANATALY
04/02/2004, 17:10
HE HECHO ALGUNOS BORRADORES QUE PIENSO PUBLICAR EN ALGUN TIEMPO NO MUY REMOTO.... PERO ESTOY UN POCO ATORADA. ME AGRADARIA SABER su OPINION. POR SUPUESTO, MI LITERATURA Y PROSA ES MAS QUE INENTENDIBLE PERO... PUEDEN OPINAR DE TODOS MODOS... EN ESPECIAL LOS QUE YA HAN LEIDO LO MIO EN AÑOS PASADOS.
GRACIAS.


He estado siempre perturbado por la ira. Pero hoy, realmente, me siento de lujo. Nunca ha existido par amí mejor prefijo que la decadencia, de ahí que para mí la importancia de las cosas no sea nada simple. Esperare. Ansioso ante la primera bala. No me movere. Es la cacería.

-¡Hola!... disculpa... ¿Me podrías dar tu hora?
-Sí claro.

Aún no logro entender como llegue a este punto. Aunque he abierto los ojos, simplemente no puedo ver nada. Estoy embriagada. Él me habla al oido para decirme sus excentricidades. Lo unico coherente es las citas biblicas que tanto me leía mi madre. "Soy la ira!". Tiemblo. No por mi desnudez, sino que es el instinto de que hoy no saldre de una pieza...

-Dios te puso en mi andanza. Eres el cordero de los sacrificios.
"Un fanatico religioso" pense.
-Dios es un ser interesante. Más que interesante. es un extemista.
Varias veces había expuesto esa teoría. Ya sabés,.. de que dios es un jugador de ajedrez muy astuto. No siento más miedo del que debería. Pero, de alguna manera, él tiene control sobre mi en este momento. Siento un objeto metalico que recorre mi vagina. Escueto se mete en mis piernas. Y me hiere.




Ella abrio la puerta deseosa de que nadie la reconociera. Sin embargo las necesidades de vida de ella podían ser se lo más inoperantes y absurdas---




El la miró nuevamente. Experimento unos celos como nada. Simplemente ella tomaba la mano del otro con una naturalidad desquiciante. Tuvo ganas: de acercarse y romperle la cara a ese *******. Y de tomarla a ella por lo brazos y gritarle que era una cualquiera. Pero no lo hizó, dejo las llaves en el perchero y los miró esperando a que ella se exaltara y apartará las manos escandalosamente. Más ella y su acompañante volvieron la mirada y ella menciono en un tono totalmente tranquilo que parecía cinico: "Ah, él es Börn, mi esposo... Si, como te decía... la economía anda por lo suelos... nos hacen ver como unos verdaderos mediocres..."

No lo pudo soportar. Camino directamente a la habitación, preparando el baño, esperando que con eso le regresara la tranquilidad. Mirarla a ella así, embarazada y tomada de la mano de otro era demasiado.

Ella no dijo nada. Sintio una angustia que fingio muy bien. Miró nuevamente a su hermano y le suplico con la mirada que se fuera. Él entendió enseguida y le beso la frente. "Cuidate, vendre luego". "Feliz viaje, cuida a Mary". Abrio y cerro la puerta con cuidado de no hacer ruido. Ella, sin embargo, se fue a la cocina a preparar la cena. El departamento de él era lo sufientemente espacioso para que ella pudiera ocultarse. Cocino lo de siempre y un manjar de el libro que le habñia regalado de comida alemana. Börn jamás se había quejado de su manera de cocinar, y hoy no fue la escepción. Se sento a comer, como siempre, miró la comida humeante y apetitosa, y la probo de sal. Perfecta. Börn probo la sopa, pero el nudo en la garganta le impido disfrutarla. Ella, a su vez, sirvio la fruta y comio lentamente. Se toco el vientre y al dar su bebé una patadilla sintio una tristeza hiriente. No hablaron. Se levanto, como siempre, y lavo su trasto. Ella tomo los restos de comida y las vertió en el tazón del perro. Él se sento a leer el periodico en la sala de estar. Ella se dirigio a su cuarto para escuchar musica. Se puso los audifonos para no molestarlo. Cerro los ojos y no aguanto las lagrimas. Se volteo cuando sintio que él llegaba dispuesto a acostarse. No dijeron nada. Ella se levanto para bañarse. Él se toco la cara y entrecerro los ojos al verla levantarse. Tenía que preguntar, pero el orgullo era una cosa que mataba. Se desnudo, al verse el vientre hinchado supo que estaba perdida. No solo por perderse en los brazos de un desconocido, sino porque ya no había salida. Se había enamorado de una manera irreversible. Verlo con sus ex. Verlo y desear. Él tomo la almohada de ella. Tenía una fragancia muy latina: flores y amizcle. La casa olía a copal. Miró el decorado fresco con el toque femenino de ella. Cada rincón, modificado solo por un objeto, dejaba en sí la presencia de ella. ¿Por que tenía que amarla?.

-Quiero hablar... ¿te parece?.
Ella cerro los ojos en la bañera, dispuesta a escuchar mientras no lo viera.
-Supongo que ese silencio es un no...-dijo, molesto al fín- pero no me interesa, porque quiero saber...
-¿El que?- De alguna manera ella había formulado muy bien la pregunta sin que le temblará la voz. Hasta hoy nunca había sido conciente de lo buena que era ocultando sus emociones.
-¿Me amas?
Silencio. Cada quien lo interpreto a su manera. Él por su parte, supuso rechazo. Ella, sin embargo, necesidad.
-Esto no va a funcionar, ¿cierto?- hablo de manera fatalista, en un tumulto seco de voz. Ella no quizó decir nada. Había tanta desesperanza en sus emociones, tanto dolor y angustia por lo que fuera a decir a continuación, que prefirio callar para que él dijera todo.-Creo que lo mejor es separarnos. Prometo darte todo lo que el bebé necesite. Te dejo para que seas libre.
Entonces lo supo. Ella confirmo su teoría recelosa : Él no la amaba. Cerro el grifo. Tomo la toalla y salió envuelta en lagrimas que él confería a felicidad. Todo le dolía. A ambos.
-¿Cuando quieres regresar a tu patria?... comprare los boletos lo más pronto posible... o vas a quedarte aquí... sí es así te dejo el departamento y...
Ella seguía llorando. Se seco las lagrimas, enfadada. Tomo su ropa y sin querer se le cayo la toalla. Él la miró. Fue conciente de sus cambios anatomicos, y le causo un profundo estrago emocional. Desnuda, cambiando, tan suya, tan lejana. Tuvo miedo de rogarle. Salio hecho una turba. Ella se cubrio. Supuso que se sentía asqueado. Ella se miró el crecido vientre y lo acaricio amorosa. Al menos le quedaba un trozo de él para recordar posteriormente. Aunque él ya no la amará ni deseara, ella al menos tendría eso. Él declaro ese discurso anti-monumental como muestra desenfadada de algo que no lo era. Lo decidio de ultimo momento. Como último grito, en una ultimatum desesperado. La cura para lo que le causara.

Ella tomo sus cosas y las acomodo por color. Todo lo negro en la maleta azul, lo de azul en la maleta roja y los recuerdos en la blanca. Siempre imagino el momento de regresar a su casa, pero no bajo esas circunstancias... Miro la casa por última vez y le dió un leve beso a la puerta. "Te voy a extrañar"... aunque no supo si lo dijo por la casa o por otro motivo mucho más estrecho...

Él se encargo de tener todo el día ocupado con tal de no tener el pretexto de ir a despedirla. Supo que hoy se iva, porque él mismo había comprado el boleto esa misma mañana. Nunca intento pensar en sí después de su partida. De lo unico que era consicente era de que estaba demasiado cansado de luchar contra sus propias emociones que se había perdido en una abismo inexorable. La extrañeza le hizó presa, y sin un motivo aparente, se desplomo en el sillón de la oficina.

Decidio dar una ultima vuelta a la manzana. Las casas eran de un estilo demasiado europeo, que , hasta el momento, siempre le habían parecido con historia. Miró el departamento de Börn. Era muy masculino, como un escondite para un soltero empedernido y no como una casa que quiere ser habitada por una familia. Aun se preguntaba porque Börn le pidio casarse... si en verdad no estaba dispuesto a abandonar su vida de soltero. La patadilla le recordo de repente la situación. Börn podría ser como cualquier hombre, pero también era claro que era demasiado responsable de sus actos. Quizó entenderle la cabeza. Mientras caminaba una mirada maliciosa la saludaba. Ella sonrio con candidez. "Escuche que regresas a tu país" Expreso Natasha con ese ingles tan sosa que tanto le aburria. "Sí, por supuesto" Contesto con un ingles impecable. Natasha le sonrio nuevamente, y ella, sin reprimir una mueca se refirio a su partida de manera indiferente, excusandose de que este país era muy raro para ella y que quería que su hijo naciera en Argentina. Con una mirada coqueta, Natasha le dejo en claro que Börn estaría muy solo en su ausencia. "Si, yo sé." Un grito alegre le devolvió la vida. "¡Yolatl!". "¡Hermano!" Contesto en ingles. Natasha la miró sorprendida. Se abraso de su hermano con una efusividad nacida a raíz de la esperanza. "he venido por ti hermanita", él levanto la vista y saludo cortesmente a la mujer. La otra no salía de su asombro y ella le hablo de manera inocente: "Te presento a mi hermano. Hermano, esta es Natasha, una vecina". "Un placer".


No era la primera vez que se embriagaba. Siempre le había parecido estupida la gente que bebia por pena. Y sin embargo hoy le embargaba la tristeza más que cualquier otro sintoma. Llegar a casa ya era bastante suplicio... ya era bastante saber que ella se había ido a las 5:30. Las culturas diferentes nunca funcionan bien.




-Regularmente a los hombres no les gusta contar sobre sus novias con las putas que se acuestan... pero todos siempre tienen una novia... a demás.. porque querrías decirme algo?
-Supongo que quería contartelo.
-Ahh...
-Ella era muy linda...
No dijo nada. Se quedo en silencio. Él espero a que ella preguntara pero nada. Continuo.,
-Nos casamos muy jovenes. Nos amabamos. Pero paso lo inevitable.
-Ahh
-Murio de pulmonía cuando fuimos a Canada. Al go que pudimos detectar a tiempo y... no fue así.
-La amabas mucho?
-sí... con lo que se ama en la juventud. Ahora mi amor es diferente. maduro.
-Debe ser bonito ser amada de esa manera.
-Lo crees?
-No sé. Me conformo con imaginarmelo solamente. Nadie ama a las putas.
-No digas eso.
-El que? La verdad?
-Se escucha tan frío.
-No lo es tanto. -sonrio de manera picara. Él se sonrojo.
-y tu?
-yo que?
-Has amado?
-No
-Es dificil de creer.
-El que?
- Eres una persona noble...
-Por que dejo vivr conmigo a un vagabundo? Eso no es nada...
- No, detecto cierta aficion por dar lo que tienes... eres una persona hecha para amar..
-No digas esas tonterias. Eso es de idealistas. Yo no creo tanto en eso.
-El tipo que vino parecía celoso.
-No sé porque. El sexo es una cosa tan rara. Cuando alguien se ata a alguien sexual no es de verdad amor, sino lujuria. Además... ese tipo es casado.
-Ahh
-si, ahh---
-Nada serio, creo...
-Nunca... eso no se hace..
-Ya veo...
-Ganaste
-El qe?
-La apuesta
-Ahh, claro...
-En verdad que la ganaste...
-Sí, pero he de confesar que fue dificil...
-Me engañaste...
-Si, lo hice...
-Dijiste que estaba agonizando el anciano...
-Si, eso dije...
-Era mentira...
-Por supuesto...
-Porqe lo hiciste...
-Porque no se me ocurrio otra forma de atraer tu atención...
-Querías que te deseara...
-si, supongo... pero no lo logre...
- lo hiciste...
-ahh... es bueno saberlo...
-te deseo...
-En serio?
-si...
-Tendre que pagar?
Ella cerro lo ojos. Por una extraña razón le dolieron sus palabras.
-No, no es necesario.

Estuvieron así durante horas. Le gustaba explorarla. Ella sintio la entrega de manera diferente, como si nunca lo hubiera hecho. Pero no se lo expreso. Él, en cambio, le dijo todo lo que pasaba por su cabeza. "eres hermosa" "nunca había sentido esto" "que me haces?"...

Pero como siempre, ella penso, que era producto del sexo.
TE HE ESCRITO UNA CARTA. Y ME DA MIEDO MANDARLA. PRECISAMENTE PORQUE SE QUE EN LOS ASPECTOS LITERARIOS DEBE HABER CIERTA CULTURA DE MISTERIO. Y LO HE PERDIDO. LO HE HECHO PORQUE ME PIERDES Y ME EMBRIAGAS. LA SOLA NECESIDAD DE CONOCER TU LETRA HACE DE MI ALEGATO DE MISTERIO UN ACORTE DE DISTANCIA.

he cruzado miles de portales hacia la levedad del pensamiento... me he vuelto màs coherente e inconclusa. mas adicata a las alucionaciones ternarias y de la acotacion... te he buscado. por debajo de las rocas, en el cielo de sisifo, en la noche vagabunda... temiendo a que la noche trage mis sudores, el temblor de la necedad, los unicos pensamientos coherentes de una silenciosa mañana frigida... Pero donde queda la gelidez si el unico susurro del averno nos trata de locos perversos.... y es asi como dios permite que la perdicion invada e innove la terqeudad. Y me difuminas ...me desapareces...

¿donde me he ido? me causas dolores. Y ya te extraño y me alejo en un desesperado intento de mecanismo de defensa,
pero te extraño. Un grito de hiel. Besos manchados de sangre de bufalo.

tal vez la mande hoy... tal vez mañana... no sè... a lo mejor nunca... el miedo tiene forma de bozal.


...Y MirandoInquisitivamenteAEseMonstruoLlamado Nietzche, Exclame:"¿QuéMeVesWey, SoyOMeParezco?"

alcatraz
04/02/2004, 20:13
ALEJANDRA... ME ENCANTA TU ESTILO....
SALUDOS....

ALEJANDRANATALY
09/02/2004, 18:54
Que alegria que te haya gustado. Gracias.

...Y MirandoInquisitivamenteAEseMonstruoLlamado Nietzche, Exclame:"¿QuéMeVesWey, SoyOMeParezco?"

Frs
11/02/2004, 19:43
auuuuuuuuuuum.. sigues con las mismas de hace años.. es como leer algo de ti.. algo que sacaste en el 2003, 2002, 2001.. lo mismo.. pero con otro tipo de palabras, acomodo y tiempo..
Te amo..

IMIX[Dragon.Auto-Existente.Rojo]

Alessio
13/02/2004, 01:52
¡Qué lindo volver a leerte ALEJANDRANATALY!

Pero ya sabés; no podría darte mi opinión porque simplemente sería insípida, insulsa o vacía luego de habrte leído por tanto tiempo.

Pero como descubro que te atrae el problema del matrimonio, del amor conyugal, del amor entre hombre y la mujer, del noviazgo, de amantes y consortes, etc, y ¡Nietzsche! -¡qué impresionante Nietzsche!, ¿no te parece?

Ahora casualmente leía Aurora, pero lo hago de a retazos, leyendo uno, dos o tres aforismos por vez y salteándome al azar cualquier página.
Está muy enojado en ese libro; y por eso me cuesta leerlo consecutivamente desde la primera hasta la última página.

Pero acá a mano tengo uno en el que se distiende:
PELIGRO EN LA BBELLEZA. -Esta mujer es bella e inteligente. ¡Ah, cuánto más inteligente hubiera llegado a ser si no fuera bella!

PeRCeVaL
18/02/2004, 14:56

ALEJANDRANATALY
26/02/2004, 16:50
Ante el riesgo de parecer cursi -oh!. sagrada perdición- es una verdadera delicia haberles reunido.

Me he vuelto causal,. y me he dado cuenta del corazon que sí respira ante una maraña de incisos inconsolables. Los he extrañado.

He extrañado al joven Forsepcillo, cuyo miedo a conocerle me obligo a no asistir al concierto de Pearl Jam.

He extrañado al ilustre Alessio, cuya critica aleatoria corrompe la finalidad y altera los juicios.

He extrañado al viejo guerrero perceval, cuya guerra derroco los mil pactos que habremos de firmar.

... Pero tu me faltas... hace tantos días, que quiero y no puedo tener alegrias.

Y las he extrañado, oh mis sublimes garabatos, cuyas exfoliaciones de tiempo fluctuaron en mis llagas.

Renuncio.


...Y MirandoInquisitivamenteAEseMonstruoLlamado Nietzche, Exclame:"¿QuéMeVesWey, SoyOMeParezco?"

ALEJANDRANATALY
01/03/2004, 16:43
No se... me han gustado siempre recibir correspondencia (lo confieso, era una verdadera batalla campal responder una del intelectualista innato llamado Leonardo Pittamiglio (se decía llamar Alessio), pero hoy, como siempre, las cartas son una forma de sentir.



>From: "Mares Carlos" <heatheriscariot@hotmail.com>
>To: alejandranataly@hotmail.com
>Subject: La maquina
>Date: Tue, 24 Feb 2004 23:02:13 +0000
>
>
> Cogió el último diario del estante. Atrapó al insecto con la
>vista, en un cálculo mental que hubiera dado un resultado correcto.
>Apresuró la botella de cerveza oscura, y llamó al mesero para pedir
>la cuenta. Pagó con el billete de cien. Compró, además, cigarrillos
>sueltos. Salió rumbo a la estación de trenes. Se buscó en el bolso
>el boleto de tercera clase a St. Rémy de Provence. El viento que
>corría a través de una rendija del ventanal del vagón le azotaba
>unos cabellos en la cara, la mantuvo despierta la primera hora del
>trayecto. Luego durmió, luego creció y cambió de edad. Cambió de
>estación y de color de cabello. Al descender, ese febrero caluroso,
>lo hizo con una piel blanca de metal. Preguntó al oficial por el
>hotel Les Mas Des Carassins, y este no comprendió el idioma
>binominal y lo lastimó la voz metalica. Corrió al sanitario, atacado
>por fuertes espasmos, para vomitar. Ella esperó, contuvo el aire y
>tradujo sus pensamientos al idioma que conocía, pero las palabras,
>pese a la concordancia, no eran del francés. Era lenguaje de
>máquina. Y ella era una máquina blanca que se le figuraba un
>refrigerador. Conservaba todavía rasgos de las caderas y los senos.
>Cierta ondulación en el cabello que se enredaba en un inmenso
>cablerío. Pero a medida de los segundos, se transformaba más y más
>en máquina.
> Indagaba sobre su funcionamiento, mientras avanzaba pesadamente
>hacía la salida para tomar un taxi. Buscaba inutilmente su cartera y
>su dinero. Su procesador, mediante el módulo de estadísticas le
>rindió el informe: Era una maquina para recordar.
>
> Su travesía hacia la puerta principal de la estación terminó
>cuando su pesada ingeniería le impidió dar un paso más. recargada
>junto a un expendedor de camaras fotográficas. En fila con un número
>interminable de maquinas públicas y teléfonos y tragamonedas. Ahí
>perdió en unas horas su última cualidad humana. La boca le supo a
>metal, y se cerró hasta ser sólo una ranura delgada donde cabían
>tarjetas de crédito. Esa noche tuvo su primer usario. Una viajante
>que olvidó dónde había dejado una de sus valijas. Sintió deslizar la
>tarjeta a través de su garganta. En su cabeza, un millón de datos
>ajenos y desconocidos llovieron detrás de sus ojos durante esos
>segundos. El dolor inmenso aumentaba, buscando un raudal por donde
>fluír. Sentía la necesidad de orinar, y en una reminicencia humana,
>se contuvo. Sintió un golpe en su frente. La viajante, enfurecida
>por la tardanza, dió un manotazo en su monitor. Y la máquina, por
>acto reflejo, obtuvo el dato y lo plasmó en la pequeña carátula con
>números rojos que cubría sus antiguos ojos: Aprobada.
>
> La mujer tecleó la pregunta nerviosa y con faltas de ortografía,
>y, como algo que supiera desde siempre, la maquiná contestó. La
>mujer retiró la tarjeta; sintió que le arrancaban de tajo las
>palabras. No cabían formalismos en el método de su funcionamiento.
>
>Uno tras otro, los olvidadizos usuarios preguntaban cualquier clase
>de inquietudes.
>Ir y venir de tarjetas de crédito. Consultas a la banca central.
>Recuerdos sin importancia; de hace una hora y de hace treinta años.
>Más golpes sobre el monitor. Fallas eléctricas. Vasos desechables de
>café vaciós sobre su cubierta cada día más llena de polvo. Noches,
>fechas y rostros que se convertían en una inmensa base de datos que
>la engordaba como el azúcar de mil croisants diarios.
>
> Llegó la temporada baja de turismo. Habían pasado diez meses, y la
>máquina, sin mantenimiento, con el teclado casi desbaratado, la
>pantalla rayada y la pintura deteriorada por el óxido, presentó la
>falla que haría que al fin fuera tomada en cuenta por un
>especialista. El técnico abrió la pesada pieza. Revisó la tarjeta
>madre principal, fulminada por completo. Revisó en el disco duro el
>origen del error. Lo escribió en su block para reportarla a la
>fábrica como unidad irrecuperable: Error en el protocolo inicial al
>escanear el siguiente recuerdo:
>
> 'Leman, Alejandra'_"¿Porqué he venido a St. Rémy?".
>



>From: "Alejandranataly" <alejandranataly@hotmail.com>
>To: heatheriscariot@hotmail.com
>Subject: La risa
>Date: Tue, 01 Marzo 2004 23:02:13 +0000
>


Hoy abría la gaveta. Juan, como siempre no dice nada y esta silencioso, cual nisiquieran lo sabe.

Es de día y ha permanecido inerte durante casi 15 minutos. El reloj no deja de sonar y al esperanza se le ha esfumado. Y no puede evirtarlo, se siente muy loco. Han sido las dos cosas mas importantes de mi vida. La honra y la pesadez. Nunca he perdido una batalla, miles de guerras, jamas batallas. La mascara lo ha hecho una perdicion. este, y mirarse en el espejo me hace consiente de que soy una caricatura de mi misma.



Pero que ha de suceder. [******] guilt. La inocencia es perversa y carece de logica. Me levanto. Acerco la butaca y re-leo en el indice el tema del que me he cansado todas las noches. "destilacion- condensacion-cromatografía-extracciónliquidosolido-metodos de extracción". Me acuerdo de Patrick Süskin... y el perfume... ¿como conseguiía yo obtener la mas pura alegría? el impacto social que tuviera el decir "miren!, he conseguido la fragancia de la alegría!. Y venderla a precios modicos, que terminarian siendo verdaderas gangas. Ya me imagino a la gente pasando la moda de la alegría y diciendo "que destilen la amargura, hoy quiero yo oler a amargura! El olor a hipocresía!!"

Y yo sonriendo. El maestro me mirà y sonrie (adivina lo que estoy pensado?). Me cubro con mi bata llena de hoyos (gracias al acido sulfurico... que pasaría si por accidente yo hiciera...) me detengo... uy.. . he estado pensado cosas siniestras. me dispongo a destilar benceno cuyas caracteristicas cancerigenas me hacen susurrar... o quizà la cromatografía... já!

Y hoy destilo. La gaveta y las cosas siguen igual de grises. Y seré quimico? maestro? diogenista?
he muerto, una y mil mas. El misil no es lo que esperaba. De todas mis muertes esta es la mas absurda. Quizá no sea de las cosas mas intriscecteas... pero yo ya no lloro. La risa la olvide al entrar. Ahora poseo una especie de humor negro parecido a el todo de mi nada.

Tu amada. Cronista. Impropia. y la sabiduria viene de repente... que [******].

te extraño. ... por lo menos una emocion que me haga regresar a poeticas palabras... me he vuelto in-sus-tan-cial....



soy yaqui la horrible... perdon... terrible
>


...Y MirandoInquisitivamenteAEseMonstruoLlamado Nietzche, Exclame:"¿QuéMeVesGüey,SoyOMeParezco?"

Alessio
01/03/2004, 22:29
Delicioso es que tú - !oh, sagrada perdición¡- hayas vuelto a reunirnos.
Así lo quería yo: una tríada de hombres brindando a tu mesa -oh, sagrada ALEJANDRANATALY-, y leyéndote en todos tus intereses; y así lo querría yo después: una tríada de artistas bebiendo de las copas que tu sirves y del más rico y rojo vino que tu prepares, y una cena obrada por tus propias manos, y una mesa servida por tu propio encanto, y ¡ay! todos nosotros encantados; y aún lo querría yo más profundo después:...

Delicioso sería que tú -oh, sagrada ALEJANDRANATAY- nos condijeses a la perdición; y aún más deliciso sería que ahondaran en infinitos lugares pecaminosos, más hondos todavía.

ALEJANDRANATALY
31/03/2004, 15:50
Simarie H. Ahablev fue a ver al médico artista Belba Shö-Azkaah, quien ejercía clandestinamente en una casa a pocos minutos de la rivera del Ganges. La mujer de Belba Shö-Azkaah recibió al visitante y sólo le informó que debía esperar. Simarie H. Ahablev tenía sed, y así esperó por cuarenta minutos en la opulenta sala de estár, de tapices persas y figurillas de cedro barnizado que representaban a las bestias mitológicas del Ishna-Rehven.
Sinarie H. Ahablev pidió, una vez instalado en el consultorio del pintoresco galeno de canas desaliñadas y camisa empapada de sudor, que le injertara en lugar de su mano derecha, una garra de león bermejo.

Belba Shö-Azkaah fijó el precio de la operación en 5500 piezas de oro, más el derecho pernada sobre el hijo que tendría la mujer de Sinarie H. Ahablev en un trimestre más, fuera éste mujer o varón, y habría de cumplir con esa porción del pago al cumplir el o la descendiente los doce años.

El cirujano ofreció a su cliente una guantaleta disecada de la garra de un león, y Sinarie H. Ahablev se miró en el espejo de cuerpo entero con ella. Cubrió el borde tosco del guante con la manga de la camisa, y movió los dedos anchos rematados por las poderosas garras con arrogancia y una anticipada sensación de poder.

Sinarie H. Ahablev firmó y pagó por anticipado 3000 piezas de oro que el contrato especificaba, más el documento de compraventa por tiempo efectivo en la reserva de Anjshii Shinamm, dónde habría de cazar al animal, en el transcurso de seis horas y media, tiempo máximo que los hombres de Belba Shö-Azkaah podían mantener distraídos a los guardias de la reserva mediante una operación que simulara una falla eléctrica, por lo que Sinarie H. Ahablev tendría que encontrar a su león bermejo en totales penumbras.

Tal era el curso por el que llevaría a Sinarie H. Ahablev, su deseo por modificar su cuerpo moreno y correoso con esa nueva ingeniería salvaje, de modo que, la noche del cuatro de abril, armado con dos espadas Orbeau-Causijahe forjadas al acero, en una caldera calentada por la detonación del hergón, entró a la reserva de Anjshii Shinamm, provincia de Kali, en busca de su león bermejo.

Sinarie H. Ahablev mojó sus ropas con la sangre de un innominati cabrío macho, y corrió entre la espesura negra. El deseo por el animal pronto lo condujo a un frenesí que, en aumento por las picaduras de los moscos Rakohov cuyo veneno es alucinógeno, lo llevaron a una demencia contemplativa, que disipó de sus ojos la ausencia de luz, y puso frente a él, como dos postulados grecos que se contraponen, al animal esplendoroso cuya melena rojiza se tragaba el viento y las estrellas. Como en un duelo pactado, la hembra furiosa, que no hambrienta, tomó para con el extranjero un rencor intenso, producto de la violencia que perfumaba el paraje, y arremetió contra su menudo adversario, hablando en lengua antigua el mantra de guerra del Sheiinäh Misaré: 'Hacia ti, que eres desde hoy y desde ayer y por siempre mi enemigo, declaro que no tengo más amor ni piedad. A ti, que eres desde hoy y desde ayer y por siempre un desalmado, te condeno. Hago de ti el peso, dinar a dinar, de una deuda sin razón de indulto, que has de pagar por entero con tu vida'.

Los aceros de Sinarie H. Ahablev fueron cruzados, haciendo vértice en las puntas como dos truenos del cielo, y se clavaron en el estómago de Illia Zeghova, la leona bermeja, heredera de un reino más allá del mundo, y cazadora a su vez, en la noche más allá de todas las noches.

El hombre extasiado no le perdonó la vida, pese a que sólo era una de sus garras la que debía cobrar. Un costo extra que sin duda Belba Shö-Azkaah reclamaría. Y que Sinarie H. Ahablev pagaría sin chistar, a saber de su demostración de supremacía de esa noche. Sacó de un movimiento las espadas del cuerpo tibio de la leona, y con la que sostenía en la mano derecha, le cortó la cabeza de tres fuertes tajadas.

Sobrio, con pantalones y guayabera blancos y sombrero de palma, Sinarie H. Ahablev regresó a casa del médico con la pieza cercenada en una caja de orfebrería y plata. Belba Shö-Azkaah dió de comer y beber al hombre hipnotizado por su propia imagen alterada. Y a las once de la noche, luego de anestesiarlo con aceite de ébano, comenzó la operación.

Cortó la mano humana, y seguro de sí, la arrojó en el cesto de los desechos. Unió los tendones de ambas partes, soldó con clavos los huesos, cosió venas y arterias con hilo de Rhöoste y sanó la herida. En la madrugada del siguiente día, se fue a dormir dejando a su paciente dormido. Y fue este quien al mediodía, se levantó por su propio pie, se vistió con el cambio de ropa que previno, y fue a pagar la segunda parte del adeudo. No quitó el vendaje hasta llegar a casa y encontrarse a solas. Ignoró la preocupación de su mujer y, a puerta cerrada, descubrió el nuevo miembro, cuya transición al brazo humano, era imperceptible, pues la obra del médico artista Belba Shö-Azkaah era perfecta. Pronto asimiló los nuevos manejos, mas le faltaba probar su fuerza recién adquirida, por lo que salió al patio y llamó a su perro, Ekeen, quien a primera instancia, no reconoció a quien era su cariñoso dueño. Sinarie H. Ahablev, escondiendo el antebrazo derecho en la espalda, acarició al perro con la mano izquierda y atrajo la cabeza del animal hacia su rostro para que lo lamiera, y cuando el perro hubo confiado plenamente en su amo, este lo tomó del cuello y con un esfuerzo apenas considerable, le hundió su garra en la piel y le quebró la medula espinal. El preció por la operación, pensó Sinarie H. Ahablev, era el justo.
La sangre se esparcía por la manga de la camisa, por lo que la arremangó antes de entrar en la casa y se dirigirse al teléfono de la sala. Consultó el directorio telefónico y llamó a Kleptüs J. Deei, el retratista, para solicitarle que lo inmortalizara en un lienzo de gran tamaño, sentado a su silla real, de piel de bisonte y armazón de marfil, como Sinarie H. Reignatüs-Leus, que significa 'El que tiene por mano derecha, garra de león bermejo'.

Así pues, Sinarie H. Reignatüs-Leus, posó por cinco semanas para Kleptüs J. Deei, el retratista, que luchó por denotar elegancia, porte y realeza en el ser aberrante frente a su caballete. Kleptüs J. Deei, el retratista tuvo que consultar la colección de pintura de los reyes antiguos de Connsea Fhien Dië, para copiar vestuario, joyería y peinado que suscitaran la viabilidad de abolengo en Sinarie H. Reignatüs-Leus, pero al fin y al cabo estuvo listo la mañana del primer día de agosto, fecha en que la esposa del engendro daría a luz.

Sinarie H. Reignatüs-Leus despidió a la partera, y consoló a su mujer diciendo que nadie sino él debería ser quien recibiera a su primogénito. Puso a su mujer bajo el efecto de un somnifero, dejándola indefensa y dejándolo a él en completa libertad de espacio y tiempo para ejecutar el plan que había trazado en contra de Belba Shö-Azkaah.

Desnudó por entero a su mujer, y la besó por última vez antes de alzar su garra y abrirle de un sólo golpe el vientre, matándola de inmediato, y sacar de entre la placenta destrozada a su hija, a quien bautizaría ungiendo con sangre de la palma de su garra de león bermejo como Boris Klaufmée.

...Y MirandoInquisitivamenteAEseMonstruoLlamado Nietzche, Exclame:"¿QuéMeVesGüey,SoyOMeParezco?"

rapipu
13/04/2004, 05:47
He ingresado hoy mismo en el foro y esto es lo primero que
he leido, creo que tienes mucho dentro y tienes que contarlo
además lo haces con mucha fluidez, me gusta.

hippie_beatle
21/04/2004, 15:22
Hola:
Quiero decir que es la primera vez que entro a este foro. Me pareció un poco al estilo del siglo XVIII el lenguaje utilizado para expresarse entre ustedes...mmm algo romanticón, pero un poco viejito el estilo. Sugeriría un lenguaje más jovial para comunicarse entre ustedes, pues de mi parte, tengo qué releer el texto para percibir con exactitud lo que quieren manifestar.
¡Enhorabuena por el buen gusto hacia la literatura!

Saludos!

Alessio
25/04/2004, 01:57
Sí, sí.. muy neoclasicista, muy neoclasicista el lenguaje.
Siglo XIX a lo sumo.

ALEJANDRANATALY
26/04/2004, 13:56
Jajajajaja, que comicidad la suya!, ante todo, un agradecimiento por haber comparado la literatura de muchos fervientes admiradores de las letras (no por ello diga que sea buena!, bah!). Supongo que muchos de aqui desprecian y juegan con las palabras de la misma manera que no podrìa ser un simple adorno. Las palabras muerden, se deben tratar con la misma delicadeza que se tratan a las nociones clandestinas a las delicias del aprendizaje o a la nulicidad de la nova era. No intento con ello despreciar a aquel que cunde ante la nota de simplificar los dichos o los azares de la verbalidad, pero sí intento decir que las palabras deben ser de algun modo in-entendibles. Aunque, por otro lado, que sería de la literatura si se redujera a silogismos (zootecnismos!!! jaa!) y eufemismos paganos?. desde ya, intentare hacer de mi literatura un modo de hacerme entender.

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