juanerick
13/12/2003, 22:27
Valdorgers: Este tipo de fenómeno es muy poco común, ya que dicen que son "espejos del alma de personas vivas". Es decir, que se puede ver el alma o espíritu de uno mismo caminando por ahí... Sobre esto hay una historia :
<font color=red>EL FANTASMA EN VIDA DE CARL SACH</font color=red>
Un extraordinario caso que escapa de toda lógica fue vivido en Baviera por un monegasco, el doctor Carl Sach.
Carl tenía veinticinco años y se encontraba en Berlín trabajando en los planos para la construcción de un teatro. Un día, ante un inconveniente que no conseguía resolver referente al tejado, suspendió el trabajo para ir a comer. Así lo hizo y luego con un amigo, decidió regresar a su estudio para mostrarle la dificultad que tenía en el plano. Al entrar al estudio ambos quedaron sorprendidos al ver a un individuo inclinado sobre su tablero de trabajo absorto en la tarea.
En un principio Carl se indignó, pensando que la dueña del lugar había dejado entrar a un intruso, especialmente por el hecho de que sus planos no estaban registrados. Pero su sorpresa sería mayor al observar que aquél extraño ser que estaba frente al tablero, no era más que una réplica de sí mismo. Acercándose a éste, anonadado, observó que llevaba sus mismas ropas, que coincidían con las suyas hasta en los pequeños detalles: el bolsillo descosido y además, se había quitado el sombrero como él había hecho y para trabajar usaba el que él mismo vestía. Durante un rato, el doctor Sach estuvo observando la misteriosa aparición, tratando de encontrar alguna respuesta y al mismo tiempo sin poder hacer ni decir nada. Al reaccionar y tratar de explicar lo que allí estaba pasando, vio como de a poco, el "fantasma" resbalaba hasta debajo de la mesa y comenzaba a disolverse desde los pies a la cabeza sin notar la más mínima alteración en su cuerpo.
Lo más increíble del caso es que su doble había resuelto el problema, dibujando una forma de cúpula que a él ni siquiera se le había ocurrido.
<font color=red>EL FANTASMA EN VIDA DE CARL SACH</font color=red>
Un extraordinario caso que escapa de toda lógica fue vivido en Baviera por un monegasco, el doctor Carl Sach.
Carl tenía veinticinco años y se encontraba en Berlín trabajando en los planos para la construcción de un teatro. Un día, ante un inconveniente que no conseguía resolver referente al tejado, suspendió el trabajo para ir a comer. Así lo hizo y luego con un amigo, decidió regresar a su estudio para mostrarle la dificultad que tenía en el plano. Al entrar al estudio ambos quedaron sorprendidos al ver a un individuo inclinado sobre su tablero de trabajo absorto en la tarea.
En un principio Carl se indignó, pensando que la dueña del lugar había dejado entrar a un intruso, especialmente por el hecho de que sus planos no estaban registrados. Pero su sorpresa sería mayor al observar que aquél extraño ser que estaba frente al tablero, no era más que una réplica de sí mismo. Acercándose a éste, anonadado, observó que llevaba sus mismas ropas, que coincidían con las suyas hasta en los pequeños detalles: el bolsillo descosido y además, se había quitado el sombrero como él había hecho y para trabajar usaba el que él mismo vestía. Durante un rato, el doctor Sach estuvo observando la misteriosa aparición, tratando de encontrar alguna respuesta y al mismo tiempo sin poder hacer ni decir nada. Al reaccionar y tratar de explicar lo que allí estaba pasando, vio como de a poco, el "fantasma" resbalaba hasta debajo de la mesa y comenzaba a disolverse desde los pies a la cabeza sin notar la más mínima alteración en su cuerpo.
Lo más increíble del caso es que su doble había resuelto el problema, dibujando una forma de cúpula que a él ni siquiera se le había ocurrido.