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juanerick
28/10/2003, 16:47
Cuándo se habla de una alimentación saludable, a menudo se piensa en la grasa como el mayor enemigo.
Sin embargo, un reciente estudio neurológico realizado sobre más de 800 personas mayores de 65 años elegidas al azar, pero que no habían sufrido enfermedades degenerativas del cerebro, sugiere que comer ciertos tipos de grasas puede de hecho ayudar a mantener una mente lúcida.

Existen una par de teorías para conectar la grasa y esas enfermedades, aunque ninguna fue todavía probada.
La primera, señala que los ácidos grasos no saturados (poli y monoinsaturados) pueden ayudar a activar las enzimas que trabajan con las células nerviosas implicadas en la Memoria.

Por su parte, otro estudio ha demostrado que las dietas con mucho colesterol,que es también una fuente de grasa saturada, aumentan la presencia de proteínas amiloideas, una característica distintiva de la más común de las enfermedades degenerativas del cerebro.

Tal como se señaló, el citado estudio indicó que el hábito de consumir grasas saludables y evitar grasas perjudiciales, además de proteger contra las
enfermedades cardíacas, también parecería reducir los riesgos de sufrir las enfermedades que provoquen la pérdida gradual de la memoria.

Es importante considerar el hecho de que esta investigación pudo demostrar que existe una conexión entre la dieta y el cerebro.

Durante el estudio, se pidió a los participantes que llenaran un cuestionario sobre sus hábitos de alimentación. Tiempo después, 131 de las 825 personas evaluadas desarrollaron la enfermedad.
Pero lo interesante de todo esto, fue que aquellas personas que llevaban dietas con alto consumo de grasas saturadas, las denominadas grasas "malas", demostraron ser más proclives a sufrir de enfermedades degenerativas del cerebro.

En efecto, aquellos individuos que consumieron mayores cantidades de grasas saturadas, en un promedio de 25 g. diarios, duplicaron el riesgo de desarrollarlas, en relación con quienes consumían cantidades más bajas de grasas saturadas.

De la misma forma, aquellas personas que habían consumido grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, es decir las denominadas grasas "buenas", experimentaron una disminución en el riesgo de sufrirlas.

Si bien es cierto que el estudio citado no pudo probar que si se ingieren ciertos alimentos no existirán chances de tener problemas en las funciones de la memoria, no menos real es que la investigación demostró que existen algunos alimentos que cuanto menos son beneficiosos para las funciones mentales.

Estas cuestiones, junto al hecho de que las grasas "buenas"
demostraron tener un efecto protector y beneficioso para otras funciones orgánicas, como las cardíacas, hace pensar que sería muy importante incorporarlas a las dieta diaria de cualquier persona.