Juan Pablo
17/10/2003, 21:11
La impronta del despertador me hace sumirme en la mayor de las confusiones, aquella en que la realidad y el deseo de veracidad del sueño del que acabas de salir te dejan en un estado catatónico, atontado, sin querer moverte de la cama.
Generalmente, cuando despierto, me pinto la cara de decepción y cargo todo el día con ella, deseando que de repente este sueño termine y poder volver a esa verdad que tanto deseo.
Despertar y verla a mi lado, aunque bien no sepa quién es y ni como llegó a mi cama, pero yo la veo despertar, pasear su desnudez por mi cuarto y tomar mis cosas como si viviera allí desde siempre.
-¿Quién eres?- Pregunto.
-Quien quieras que sea- responde
Entonces es allí cuando logro ver su cara, hermosa, y con un aire familiar. ¡Maldición!¡¿Por qué demonios no ha de ser esta mi realidad?!
Bueno, no debo ser tan duro conmigo, al fin y al cabo quién vive lo suficientemente bien como para que sus sueños sean su realidad, nadie... ¡Qué calor! esta camisa me mata, el aire acondicionado no anda y nadie me espera en casa ¡Qué vida de perros! Estoy harto de trabajar, quiero dormirme y volver a estar con ella, el problema es que no tengo sueño.
Miro el reloj sobre la gris pared de la oficina, aún me quedan horas de trabajo, mi jefe no está de buen humor y no tengo para hacer más que mirar a este estúpido reloj en la aburrida pared.
¡Quiero dormir! ¿Cómo puedo hacer? Puede que tenga una idea, después de todo mi vida así no es muy útil, quién sabe, tal vez eso que recurrentemente sueño sea mi futuro paraíso. No, creo que sería mucho, tengo mucho por vivir, soy joven y tengo futuro, pero quién notaría mi ausencia, nadie, ¡Hay! ¡que se yo!, este trabajo me mata, la soledad no me deja solo y la vida me ha dado más problemas que satisfacciones, en fin, ¡que [******]!..
Abro la ventana y despego mis pies del suelo.
El piso se acerca raudamente, veo las baldosas hacerse grandes cuando, por arte de magia, alguien me sacude del hombro, es ella, hermosa, a mi lado, desnuda en mi cama...
-Amor, estabas gritando,¿Tuviste una pesadilla?
-Si, creo que maté a mi lado rutinario.
Zurdito...
Generalmente, cuando despierto, me pinto la cara de decepción y cargo todo el día con ella, deseando que de repente este sueño termine y poder volver a esa verdad que tanto deseo.
Despertar y verla a mi lado, aunque bien no sepa quién es y ni como llegó a mi cama, pero yo la veo despertar, pasear su desnudez por mi cuarto y tomar mis cosas como si viviera allí desde siempre.
-¿Quién eres?- Pregunto.
-Quien quieras que sea- responde
Entonces es allí cuando logro ver su cara, hermosa, y con un aire familiar. ¡Maldición!¡¿Por qué demonios no ha de ser esta mi realidad?!
Bueno, no debo ser tan duro conmigo, al fin y al cabo quién vive lo suficientemente bien como para que sus sueños sean su realidad, nadie... ¡Qué calor! esta camisa me mata, el aire acondicionado no anda y nadie me espera en casa ¡Qué vida de perros! Estoy harto de trabajar, quiero dormirme y volver a estar con ella, el problema es que no tengo sueño.
Miro el reloj sobre la gris pared de la oficina, aún me quedan horas de trabajo, mi jefe no está de buen humor y no tengo para hacer más que mirar a este estúpido reloj en la aburrida pared.
¡Quiero dormir! ¿Cómo puedo hacer? Puede que tenga una idea, después de todo mi vida así no es muy útil, quién sabe, tal vez eso que recurrentemente sueño sea mi futuro paraíso. No, creo que sería mucho, tengo mucho por vivir, soy joven y tengo futuro, pero quién notaría mi ausencia, nadie, ¡Hay! ¡que se yo!, este trabajo me mata, la soledad no me deja solo y la vida me ha dado más problemas que satisfacciones, en fin, ¡que [******]!..
Abro la ventana y despego mis pies del suelo.
El piso se acerca raudamente, veo las baldosas hacerse grandes cuando, por arte de magia, alguien me sacude del hombro, es ella, hermosa, a mi lado, desnuda en mi cama...
-Amor, estabas gritando,¿Tuviste una pesadilla?
-Si, creo que maté a mi lado rutinario.
Zurdito...