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Oscar Javier
05/08/2003, 14:22
Ford Streetka. El diseño al descubierto
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El nuevo Ford Streetka es todo un ejemplo de la capacidad de esta marca para ofrecer un precioso descapotable que pone al descubierto un alarde de diseño en un pequeño coche en el que, además de la estética, triunfan el motor y el cambio.

El Streetka pertenece a la nueva familia del modelo Ka, en la que también está el nuevo Sportka, que estrena el motor Duratec de 1,6 litros y 95 caballos de potencia, con un excelente rendimiento y un acierto pleno en un coche como este.

Pero para poder reunir tanta ingeniería en sólo tres metros y medio de coche, Ford ha recurrido al estudio italiano de Pininfarina, con unos resultados espectaculares que responden plenamente a lo requerido aunque, a cambio, la fabricación artesanal ha provocado un altísimo precio y defectos de terminación impropios de Ford.

A pesar de esto, en la celebración del centenario, Ford se ha dado un homenaje con un coche que hace volver la cabeza a su paso porque no tiene ni una esquina convencional, redondea sus dimensiones y ensancha las vías para lograr una apariencia musculosa y deportiva.

Tan coqueto vehículo será sin duda del agrado del público femenino no sólo por su contenido tamaño, su facilidad de conducción y sus buenas prestaciones, sino también porque, para ser un descapotable, tiene un buen maletero (214 litros) y el accionamiento de la capota no requiere ningún esfuerzo, así que es práctico en el día a día.

Este Ka cabriolet no tiene casi ningún elemento exterior en común con su primo, destacando en el frontal la situación de unos agresivos antinieblas que dan un aspecto fiero al coche, con un gesto severo que se mantiene en la trasera, con una original luz de marcha atrás redonda y en el centro.

Lamentablemente, en el interior es un Ka normal, pero mal terminado, con ruidos, con la falta habitual de termómetro del motor pero, eso sí, un buen equipo de música con CD y un volante exclusivo y deportivo, en cuero, al igual que los asientos, tapizados en piel y con un sistema de calefacción interno muy eficaz para ir descapotado desafiando al invierno.

El sistema para descubrir el coche es sencillo, sin esfuerzos, y sólo tiene como pega la situación del botón que permite abrir un cofre especial situado tras los asientos y antes del maletero, y que obliga a abrir la puerta y a elegir entre retorcerse desde dentro o dejar el contacto puesto y salir para que funcione.

Dos gruesos anillos antivuelco dan un aspecto seguro al coche, bien resuelto en los refuerzos de estructura que requieren estos vehículos que no se apoyan en el techo porque no da la sensación de retorcerse en ningún momento.

En marcha, los parabienes del Streetka se vuelven aplausos porque este motor es de un funcionamiento suave, entrega su potencia de forma lineal y predecible y, además, consume poco y suena bien, lo que unido a un cambio delicioso con un pomo "retro" sobre una palanca larga de accionamiento exacto, logra una conducción magnífica.

Tan corto como es pero tan ancho y con tanta goma, se pega bien al suelo, y sólo la dirección es algo extraña en carreteras reviradas, aunque lo que prefiere son los paseos por buen firme lejos de las autopistas, porque el depósito es pequeño y, lógicamente, el ruido enorme a alta velocidad.

A falta de las opciones de techo duro y de un paravientos, que Ford promete para el tiempo frío, el Streetka es un coche presumido que anda muy bien y es práctico, con poca competencia y un precio demasiado alto para su terminación.

Fuente:
http://www.yupimsn.com/


Lírico
El Cantar de los Cantares