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Ver la versión completa : Normas del español.



Horacio Sachetto
24/06/2003, 22:09
Recientemente, en el último boletín difundido a direcciones de correo electrónico, Monografias.com publicó una especie de monografía (bastante completa, por cierto) referida a normas generales de la lengua española llamada, justamente, "Normas del español". Lamentablemente, perdí ese trabajo y ahora no encuentro la ubicación del mismo por ningún lado. Si alguien me puede dar una mano, estaré agradecido.

juanerick
25/06/2003, 20:07
hola , ahi va espero que llegue bien. Te envío la dirección y ademas la monografía, un consejo leela bajando con la flecha no utilices el rectángulo porque se va a ver in completo
un abrazo
Educación, Cultura y Sociedad
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Normas en la escritura del español
Según la Real Academia Española.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=45975
Normas del Español

Este texto fue tomado del "Esbozo..." de la Real Academia
Española, que es poseedora los derechos de autor

De las letras mayúsculas
Acento ortográfico
De los signos de puntuación
Los verbos en Español
Pronombre
Conjunción
Oraciones adverbiales
Uso incorrecto de DE QUE
Locuciones conjuntivas
Las reglas de acentuación
Uso de la "b" y de la "v"
Usos del pronombre personal SE
Apuntes para un manual de estilo periodístico
De las letras mayúsculas

a) En lo manuscrito no suelen escribirse con letras mayúsculas palabras o frases enteras.

b) En las portadas de los libros impresos, en los títulos de sus divisiones y en las inscripciones monumentales, lo más común es usar de solas mayúsculas, todas, generalmente, de igual tamaño. Los nombres propios, títulos de obras, dicciones y aun cláusulas que se quiera hacer resaltar, pueden escribirse con todas sus letras mayúsculas; pero en cualquier voz en que se haya de emplear letra mayúscula con una o con diferentes minúsculas, aquella ha de ser la inicial o primera de la dicción.

c) Se escribirán con letra inicial mayúscula:

1.° La primera palabra de un escrito y la que vaya después de punto.

2.° Todo nombre propio; v. gr.: Dios, Jehová, Jesús, Luzbel, Platón, Pedro, María, Álvarez, Pantoja, Apolo, Calíope, Amadís de Gaula; Europa, España, Castilla, Toledo, Madrid, Carabanchel, La Zarzuela; Cáucaso, Himalaya, Adriálico, Tajo, Aganipe; Bucéfalo, Babieca, Rocinante.

3.° Los atributos divinos, como Criador y Redentor; los títulos y nombres de dignidad, como Sumo Pontífice, Duque de Osuna, Marqués de Villena; los nombres y apodos con que se designa a determinadas personas, como el Gran Capitán, Alfonso el Sabio, García el Trémulo,y particularmente los dictados generales de jerarquía o cargo importante cuando equivalgan a nombres propios. Así, en las respectivas historias de Paulo V, Felipe III y don Pedro Téllez Girón, v. gr., se escribirán con mayúscula el Papa, el Rey y el Duque cuantas veces fueren nombrados en esta forma aquellos personajes; pero se deberá usar de minúscula, por ejemplo, en la vulgar sentencia: El papa, el rey y el duque están sujetos a morir, como lo está el pordiosero.

4.° Los tratamientos, y especialmente si están en abreviatura, como Sr. D. (señor don), U. o V. (usted), V. S. (usía), etc. Usted, cuando se escribe con todas sus letras, no debe llevar mayúscula; también domina el uso de minúscula con señor y don en igual caso.

5.° Ciertos nombres colectivos, en casos como estos: El Reino representó a S. M. contra tales desórdenes, el Clero lo había hecho antes.

6.° Los sustantivos y adjetivos que compongan el nombre de una institución, de un cuerpo o establecimiento: el Supremo Tribunal de Justicia; el Museo de Bellas Artes; el Colegio Naval; la Real Academia de la Historia.

7.° Los nombres y adjetivos que entraren en el título de cualquier obra: Tratado de Esgrima; Ortografía Castellana; Historia de los Vándalos, etc. No se observa esta regla cuando el título es largo; v. gr.: Del rey abajo, ninguno, y labrador más honrado, García del Castañar.

8.° En las leyes, decretos y documentos oficiales suelen escribirse con mayúscula todas las palabras que expresan poder público, dignidad o/u cargo importante, como Rey, Príncipe, República, Regente, Trono, Corona, Monarquía, Estado, Gobierno, Ministro, Senador, Diputado, Autoridad, Justicia, Magistrado, Juez, General, Jefe, Gobernador, Alcalde, Director, Consiliario, Secretario, etc.

9.° Cuando no encabecen párrafo o escrito, o no formen parte de un título, se recomienda escribir con minúscula inicial los nombres de los días de la semana, de los meses, de las estaciones del año y de las notas musicales.

10.° Se recomienda que cuando se utilicen mayúsculas, se mantenga la tilde si la acentuación ortográfica lo exige, a fin de evitar errores de pronunciación o confusiones en la interpretación de vocablos. Este mantenimiento es especialmente necesario en las portadas de libros, nombres geográficos, listas de nombres propios, etc.

11.° Suele emplearse mayúscula a principio de cada verso, de donde las letras de esta forma tomaron el nombre de versales. En la poesía moderna es frecuente encabezar los versos con minúscula.

12.° La numeración romana se escribe hoy con letras mayúsculas, y se emplea para significar el número, con que se distinguen personas del mismo nombre, como Pío V, Fernando III, el número de cada siglo, como el actual, el XX de la era cristiana; también es frecuente para indicar el número de un tomo, libro, parte, canto, capítulo, título, ley, clase y otras divisiones, y el de las páginas en los prólogos y principios de un volumen.

13.° Cuando hubiere de escribirse con mayúscula la letra inicial de voz que empiece con Ch o Ll, solo se formarán de carácter mayúscula la C y la L, que son primera parte de estas letras compuestas o dobles. Escribiremos, pues, Chinchilla y Chimborazo, Llerena y Llorente y de ninguna manera CHinchilla, CHimborazo, LLerena, LLorente.

Acento ortográfico

Las palabras se caracterizan en la lengua española por un solo acento de intensidad, aunque poseen un elevado índice de frecuencia en el uso), el cual afecta a una sílaba fija de cada palabra. La escritura utiliza en determinados casos el signo ortográfico llamado tilde, que se coloca sobre el núcleo de la cima silábica y se omite en otros, con arreglo al sistema siguiente

A. Palabras sin diptongos, triptongos ni hiatos.

1.° Palabras agudas de dos o más sílabas. Si terminan en vocal o en una de las consonantes -s o -n, no agrupadas con otra consonante, se escriben con tilde sobre la última vocal: bacarrá (escrito también bacará), parné, jabnalí, landó, ombú; alacrán, almacén, alevín, hurón, atún; barrabás, cortés, parchís, intradós, obús. Si terminan en consonante que no sea n ni s, no se escribe la tilde: querub, fondac, pared, rosbif, zigzag, herraj, volupuk, zascandil, harem (escrito también harén), galop, saber, cenit, cariz. Si terminan en dos consonantes, aunque la última sea n o s (o en x, que es una suma de dos fonemas /ks/, se escriben también sin tilde: Almorox /-ks/, Mayans, Isern, Isbert

2.° Palabras graves de dos o más sílabas. La regla ortográfica es aquí inversa a la desarrollada en el sub-apartado anterior. Si la palabra termina en vocal o en una de las consonantes -n o -s, no se escribe tilde sobre la vocal de la penúltima sílaba: cota, deporte, casi, cobalto, chistu; Esteban, polen, mitin, canon, Oyarzun; contabas, martes, iris, cosmos, humus. Si termina en otra consonante se escribe la tilde: césped, álif, móvil, álbum, prócer, superávit, alférez. Si termina en dos consonantes, aunque la segunda sea s, se escribe la tilde: bíceps, fénix /ks/.

3.° Palabras esdrújulas. Se escribe siempre la tilde sobre la vocal de la antepenúltima sílaba: ménsula, cómitre, tílburi, árbitro, ímpetu; alhóndiga, mozárabe, intríngulis; matemáticas, efemérides, esperpéntico, etc.

B. Palabras con diptongos o triptongos en los que entran una vocal de la serie /a, e, o/ y una (o dos, si se trata de triptongos) de la serie /i, u/.

La presencia de diptongos o triptongos no altera, en general, la regulación anterior. Cuando la sílaba prosódicamente acentuada debe llevar tilde en los diptongos o triptongos, se coloca sobre la vocal de la primera serie. En los ejemplos que siguen se imprime en versalitas el diptongo o triptongo prosódicamente acentuado (escrito con tilde o sin ella) y el inacentuado.

1.° Palabras agudas de dos o más sílabas.

a) con tilde (regla A1.° anterior): agravIÉ (como agravé), salIÓ (como saló del verbo salar), racIÓn (como razón), estÁIs (estás), estÉIs (estés).

b) Sin tilde (regla A1.° anterior): remedIAd (como remedad), serIEdad (como heredad), casUAl (casal), cUArtel (cartel), hidromIEl (también hidromel), ujIEr, escrito también hujier (como mujer), ajUAr (ajar), secUAz (sagaz).

2.° Palabras graves de dos o más sílabas.

a) sin tilde (regla A2.° anterior): cIElo (como celo), mIEra (mera), sUEña (seña), cUAsi (casi), cUOta (cota), hacIA (haza), legUA (lega), ardUO (ardo), albAIda (albada), donAIre (como donare, de donar), cAUsa (casa), .defIEnden (ofenden), parIAs (paras, de parar).

b) Con tilde (regla A2.° anterior). hUÉsped (como césped), acUÁtil (datil), réquIEm (tótem), albÉItar (néctar), DIÉguez (Pérez).<

3.° Palabras esdrújulas. Llevan siempre tilde (regla A3.°): carIÁtide, cIÉnaga, mirIÓpodo, gUÁramo, cUÁdruple, mUÈrdago, cÁUstico, enfitÉUtico, etc.

4.° Excepciones. Las palabras agudas que terminan en uno de los diptongos /ái/, /éi/, /ói/, o en triptongos de esta misma terminación, se apartan de la regla B1.° a y no llevan tilde en la sílaba final, que se escribe -ay, -uay, -ey, -iey, -oy: guirigay, ayayay, Paraguay, carey, maguey, curiey, Araduey, Alcoy, rentoy. Emplean la tilde, pero escribe -i en vez de -y, las voces paipái, samurái y acaso alguna más. Deben asimilarse a las formas hispánicas con -y (no lo son las formas con -i) los nombres agudos, generalmente patronímicos de origen catalán, terminados en los diptongos —decrecientes como los anteriores— /áu/, /éu/, /óu/, voces que los catalanes o los descendientes de ellos, dentro y fuera de Cataluña, emplean sin tilde: Monlau, Abreu, Palou.

C. Palabras con hiato en el que entran una vocal de la serie /a, e, o/ y otra de la serie /i, u/.

1.° La regulación ortográfica del hiato obedece a principios diferentes de los examinados hasta aquí. Es cierto que una letra vocálica marcada con tilde va unida, como siempre, a la condición prosódicamente acentuada del fonema vocálico que representa. Pero la tilde marca, además, una frontera silábica entre vocales que el lector, privado de ese indicio, podría interpretar como vocales agrupadas silábicamente en diptongo. De aquí la distinción, y algunas veces oposición, entre vario /bá.rio/ y varío /ba.rí.o/. Las reglas ortográficas del hiato no son, a pesar de todo, tan completas como lo son las que ayudan a distinguir unas de otras las voces agudas, graves y esdrújulas, cuando estas voces están privadas de diptongos y de hiatos, como ocurre con las del apartado A, que, por eso, hemos colocado sistemáticamente en cabeza del § 1.8.3. El hiato lo señalamos con tilde, por ejemplo, en ra-í-da, pero no en ri-a-da. Se señalan, por lo tanto, las vocales de la serie /i, u/, pero no las de la serie /a, e, o/38.

2.° En palabras agudas, la /i/ y la /u/ de los hiatos, decrecientes en este caso, llevan siempre tilde sin las distinciones que establecen las reglas del sub-apartado A1.°. Escribimos, por consiguiente, -í, -ú, no solo en las voces que según dicha regulación deben llevar tilde, como ca-í, le-í, mo-hín, sa-ín, a-ún, pa-ís, sonre-ís, pro-ís; sino también en las que no llevarían tilde según las reglas de A1.°, como son: ca-íd, ra-íl (se escribe también como monosílabo rail), ba-úl, Alta-ír, emba-ír, fre-ír, re-ír, fefa-út, ca-híz, ma-íz.

3.° En las palabras llanas escribimos también siempre í, ú, tanto en el reducido número de voces que, por terminar en consonante, diferente de n o s (con hiato creciente o decreciente), coinciden con las reglas del sub-apartado A2.°: crú-or, flú-or, Dí-az, Dí-ez, La-ínez, como en las que, por terminar en vocal, n o s, se apartan de dichas reglas. Con hiato creciente: pedí-a, pedí-an, pedí-as, tí-a; lí-en, lí-es; poderí-o, brí-o; actú-a, actú-an, grú-a, gradú-e, gradú-en, gradú-es; lú-e, insinú-o, bú-ho. Con hiato decreciente: a-ína, a-híto, va-hído, le-ído, re-híce, o-ído, pro-híbido, o-íslo, Co-ímbra; bara-húnda, za-húrda, re-úno, re-húso, transe-únte. Con hiato decreciente-creciente: ca-í-a, ca-í-an, ca-í-as, ba-hí-a; re-í-a, re-í-an, re-í-as; o-í-a, o-í-an, o-i-as; boi-hí-a. No quedan exceptuadas del empleo de la tilde sobre i o u, como lo estaban antes de la entrada en vigor de las Nuevas normas de Prosodia y Ortografía (1959), las palabras con hiato en las que, entre i o u prosódicamente acentuadas y la vocal más abierta inacentuada, se interpone en la escritura la letra h, como muestran los ejemplos pertinentes anteriores.

4.° En las palabras esdrújulas la i de la antepenúltima sílaba, en hiato decreciente o creciente, se escribe siempre con tilde, de acuerdo en todos los casos con la regla general del sub-apartado A3.°: ve-hículo, de-ípara, ole-ífero; prí-amo, endí-adis, mirí-ada, cardí-aco, perí-odo (para el duplicado en alguna de estas voces con diptongo: pe-rio-do, véase el § 1.4.7c).

D. Palabras con diptongo o hiato en los que entran solamente vocales de la serie [a, e, o].

1.° A diferencia de /i/ y de /u/ prosódicamente acentuadas, que llevan siempre tilde cuando forman hiato con otra vocal más abierta, como acabamos de ver, la /e/ y la /o/ prosódicamente acentuadas no llevan siempre tilde cuando forman hiato con vocal más abierta /a/. La regulación ortográfica se atiene, en estos casos, a los principios generales establecidos en los sub-apartados A y B. Carecen, pues, de tilde voces como ca-ed, Isma-el, tra-er, ra-hez, a-eda; le-a, le-an, le-as, mare-a; Ara-oz, ta-hona, ta-honas; lo-a, lo-an, lo-as, Bidaso-a. Llevan tilde Ja-én, tra-éis, Ma-ón. Estas mismas normas generales se aplican cuando es /a/ la vocal prosódicamente acentuada en el hiato, como en deca-e, deca-en, deca-es; cre-ad, le-al, saque-ar; re-acto, cre-ado, pero: arrá-ez, de-án, cre-áis, y cuando entran solo en el hiato las dos vocales /e/, /o/: le-ona, empe-ora, co-hete, ro-ed, ro-er, so-ez, pero pele-ón, lo-éis, etc.

2.° Si cualquiera de las tres vocales se halla en la antepenúltima sílaba, formando hiato decreciente o creciente con cualquiera de las otras dos, se aplican las reglas de A sobre la acentuación ortográfica de los esdrújulos, lo mismo que en C4.°: car-a-ota ‘alubia’ (Venezuela), océ-ano (escrito también oce-ano como palabra llana), meté-oro (escrito también (mete-oro como voz llana), lauré-ola, tro´-ade; fre-ático, co-águlo (articulado también sin hiato coá-gulo) ga-élico, po-ético, ge-ómetra, etc.

3.° A primera vista cabría preguntarse si una palabra como área podría haber sido tratada ortográficamente lo mismo que aria, y óleo lo mismo que olio, es decir, como palabras llanas escritas sin tilde: a-rea, o-leo. Pero área podría leerse entonces /a.ré.a/, como marea /ma.ré.a/, al paso que aria necesitaría una tilde sobre la i para adoptar ese esquema prosódico. Por otra parte, -ia es siempre diptongo inacentuado cuando aparece detrás de la sílaba prosódicamente acentuada de la palabra a que pertenece: /á.ria/ (§ 1.4.9a), mientras que -ea, en esa misma posición, también sin acento prosódico, puede funcionar como diptongo (la más veces lo es), pero también como hiato. La regulación ortográfica ha tenido en cuenta la diferente condición fonológica de las dos series de vocales /i/, /u/ y /a/, /e/, /o/ (§ 1.4.14b) y considera que los grupos -ea, -eo y otros semejantes constituyen hiato y cada una de sus vocales se halla separada silábicamente de la contigua, con lo que han venido a ser ortográficamente, aunque casi nunca prosódicamente, voces esdrújulas.

4.° En este caso están algún sustantivo en -ae, como Dá-nae, en -ao, como cálao (ave trepadora filipina), Dá-nao; algunos sustantivos en -eo, -ea, como crá-neo, hó-rreo, brác-tea, lí-nea; varios adjetivos en -eo, -ea: espontáneo, -ea, deleté-reo -ea, ó-seo -ea, ní-veo -ea; algunos sustantivos en -oe: á-loe (escrito también a-lo e con acentuación griega) hé-roe, á-zoe 37.

5.° Nombres de varia procedencia terminados en -ao, con acento prosódico en la /a/, vacilan entre la articulación /áo/ con diptongo, que es la más frecuente, y la articulación /á.o/ con hiato: bacalao, Bilbao, Callao, cacao, Menelao, parao ‘embarcación filipina’, sarao, etc., y con ellos la reducción -ao de los participios en -ado, que no es siempre exclusivamente vulgar. Si hubiéramos de tratar -ao como hiato, la falta de la tilde estaría dentro de las reglas ortográficas generales de las palabras llanas terminadas en vocal. Si se trata como diptongo debería llevar tilde la a como las voces agudas que terminan en vocal o en diptongo prosódicamente acentuados: llamará, paipái, samurái. El hecho es que el uso tradicional en la lengua escrita omite con regularidad la tilde, con lo que se establece un paralelo entre estas formas y las voces agudas que terminan en -ay, -ey, -oy y las que terminan en -au, -eu, -ou (v. § 1.8.3B, 4.°).

E. Palabras con diptongo o hiato en los que entran solamente vocales de la serie /i,u/.

1.° Los grupos /u i/, /i u/ (§ 1.4.11), tanto si forman diptongo como si forman hiato, reciben el mismo tratamiento ortográfico que los del apartado D anterior. Solo se emplea la tilde cuando lo exigen las reglas generales enunciadas en A y B. Escribimos huid, huir; buitre, cauista, circuito, cuido, fluido 38, fortuito, fuimos, fuisteis, huimos, jesuita, juicio, pruina, ruido, ruina, pero con tilde: benjuí, cambuí, mordihuí, huí, huís, huías; casuística, huíamos.

2.° Algunos sustantivos, sobre todo topónimos, se diferencian de las palabras que acabamos de ver por el hecho de que el acento prosódico no afecta a la /i/, sino a la /u/ del grupo /u i/, que vacila en su articulación entre hiato /ú.i/, lo más probable en los topónimos, y diptongo /úi/. Vacilación entre hiato y diptongo de la que participan algunas de las voces anteriores, pero con acento prosódico en la /i/ generalmente. Las voces que vamos a examinar ahora se diferencian además de aquellas otras por situarse siempre el grupo /u i/ en fin de palabra y escribirse -uy. No suele escribirse hoy la tilde sobre la u, que se empleaba acaso para señalar el hiato, quizá para señalar la condición de palabra aguda terminada en vocal. Pero la omisión de la tilde en estas voces que es ahora regla ortográfica 39, las equipara a las terminadas en -ay, -ey, -oy de las que hemos tratado en el § 1.8.1A, 3.°: cocuy (también cucuy y cocuyo ‘especie de luciérnaga’; voz americana); Ardanuy, Beranuy, Bernuy, Espeluy, Montanuy, Serraduy, etc.

3.° Una serie de onomásticos y patronímicos, de origen catalán, algunos muy extendidos en Castilla 40, terminan en -iu o -ius )con acento prosódico en la vocal i), grafía que representa, según lo más probable una articulación con hiato /i, u/: Arderius, Codorniu, Felu, Montoliu, Riu, Rius, Viu. Deben escribirse sin tilde, por las mismas razones que han sido expuestas a propósito de los nombres Monlau, Masdeu, Masnou (§ 1.8.3B, 4.°).

F. Palabras monosilábicas.

1.° Los monosílabos dotados do acento de intensidad (para los monosílabos inacentuados, véase el § 1.5.4), con algunas excepciones que veremos después, se escriben sin tilde: ¡ah!, ya, pian (en la locución pian, piano), vais, guay; fe, pie, cien, diez, ley, buey, fue; ti, muy, ruin 41, Luis; ¡o! interjección (escrita hoy normalmente oh), no, yo, boj, dos, dio, vio, Dios, voy; ¡uf!, cruz, mus.

2.° Algunas voces presentan dificultades en su delimitación silábica. Esto ocurre con caos (lat. cha.os, del griego Khá-os), pero la articulación /cá.os/ no afectaría a la acentuación ortográfica (v. sub-apartado D) 42. Lo mismo ocurre con vaho. La cuestión es más problemática cuando se trata de nombres propios de persona. Dí-ez, Sá-iz, Sá-inz se acomodan, en estas grafías, a las reglas generales de las palabras llanas. Pero junto al bisílabo Dí-ez existe el monosílabo Diez, que es el mismo apellido que Dí-ez, pero con dislocación del acento prosódico, y lo mismo es seguramente posible con Saiz, Sainz y otros nombres propios de estructura análoga.

3.° Determinados monosílabos, prosódicamente acentuados, los escribimos con tilde para diferenciarlos de homófonos suyos, también prosódicamente acentuados, que pertenecen a otra categoría o subcategoría gramatical. Así, los demostrativos sustantivos éste, ése, aquél, y sus femeninos y plurales, suelen escribirse con tilde, frente a los demostrativos adjetivos este (libro), esa (mujer), etc. Las formas neutras de estos pronombres, que tienen exclusivamente categoría de pronombres sustantivos, se escriben siempre sin tilde. Igualmente se suele escribir con tilde el adverbio sólo (= solamente), frente al adjetivo solo 43. En los casos restantes de dos acentuaciones, la diferencia se establece entre dos voces homófonas prosódicamente acentuada la una e inacentuada la otra. Así los interrogativos cómo, cuál(es), cuán, cuándo, cuánto y cuyo (con sus femeninos e plurales), donde, que, quien(es). Además, dé de dar y de preposición; mí, tú pronombres personales y mi(s), tu(s) pronombres posesivos; sé de saber y ser, frente al pronombre personal se reflexivo y no reflexivo; si pronombre reflexivo y adverbio de afirmación, frente a si conjunción, té sustantivo apelativo y te pronombre personal

G. Palabras compuestas.

1.° Los compuestos (exceptuados los que veremos después), cualquiera que sea el número y la naturaleza prosódica originaria de sus componentes, acentuada o inacentuada, solo poseen un acento prosódico que afecta al último de sus componentes. El compuesto puede ser agudo, llano o esdrújulo y el uso de la tilde se ajusta a las reglas generales del acento ortográfico (sub-apartados A-E). Pero el último componente lleva a veces una tilde que no es originariamente suya, sino que se explica por la índole prosódica del compuesto: aguapié (pie, fuera del compuesto), altavoz (voz, fuera del compuesto), amormío (mío), ganapán (pan), guardahúmo (humo), hazmerreír (reír), maestresala (sala), pisaúva (uva), pleamar (mar), Piedrahíta (Hita), portaguión (guión), protohistórico (histórico), salvavidas (vidas), sinfin (fin), sobrehílo (hilo), también (bien), trasdós (dos).

2.° Si el acento de intensidad afecta al penúltimo componente, se omite siempre la tilde que le correspondería de haberse empleado fuera del compuesto: asimismo (así), penseque (pensé), Piamadre (pía), Riofrío (río), tiovivo (tío).

3.° Los compuestos españoles formados sobre modelos griegos y latinos o introducidos directamente como voces cultas, poseen frecuentemente el acento de intensidad en el primer componente (§ 1.5.5b, 3.° y). La tilde recae entonces sobre la sílaba prosódicamente acentuada del primer componente y la palabra, en estos casos, es siempre esdrújula: írrito, decálogo (v. § 1.5.5b, 2.°).

4.° En los compuestos de dos o más adjetivos que se separan unos de otros con guión (§ 1.8.8i), la escritura mantiene la tilde en cada uno de sus componentes cuando la llevan fuera del compuesto (Nuevas normas de Prosodia y Ortografía, regla 9.a), pero la presencia de la tilde no es indicio siempre de que en la pronunciación se haga resaltar el acento prosódico. Hay, por lo menos, vacilación, si se exceptúa el último componente, que conserva en todos los casos su prosodia normal: cántabro-astur, histórico-crítico-bibliográfico.

5.° Para el empleo de la tilde en los adverbios en -mente, véanse los §§ 1.;5.6 y 2,4.10. Para los compuestos con numerales, véanse los §§ 2.9.3e y 2.9.5c.

H. El acento ortográfico de las formas verbales con pronombres personales enclíticos

1.° Estas formaciones poseen un solo acento prosódico: el del verbo (los enclíticos son palabras inacentuadas). Hay que distinguir dos cuestiones. Por una parte, la presencia o la falta de tilde en el verbo dentro de la formación con enclíticos, comparada con la acentuación ortográfica del verbo cuando se emplea sin enclítico. Por otra parte, la configuración ortográfica acentual del grupo con enclíticos, en relación con las normas generales de la acentuación ortográfica 45. Por lo que se refiere a la primera cuestión, el verbo conserva en muchos casos su acento ortográfico originario, de una manera constante en las formaciones del núm. 2.° siguiente. Por lo que se refiere a la segunda cuestión, el acento ortográfico de las formaciones con enclíticos está siempre de acuerdo con las reglas generales cuando dicha formación es esdrújula, pero deja de estarlo en algunos casos en que la formación resulta con acentuación llana (los tres últimos ejemplos del núm. 2.° siguiente) y cuando la formación es sobresdrújula (algunos ejemplos del núm. 4.°).

2.° Las formas verbales monosilábicas y las formas agudas, seguidas de un solo enclítico, se atienen en el uso ortográfico de la tilde al mismo régimen que cuando se emplean solas: da-le, fui-me, decid-me, reír-se, oír-lo, dé-le (del verbo dar), salí-me, partió-se (los verbos con el mismo acento ortográfico que cuando se emplean solos: da, fui, decid, reír, etc.; pero la formación se atiene a las reglas generales del uso ortográfico solamente en los cinco primeros ejemplos: dale como sale, de estructura silábica análoga; fuime como fuiste, etc.; en los tres últimos ejemplos, se aparta de las reglas generales: déle diferente acentuación que la palabra ele — nombre de la letra l —, de estructura silábica análoga; salíme diferente de sublime, etc.)

3.° Si una forma verbal monosilábica o aguda se agrupa con dos enclíticos, la vocal prosódicamente acentuada del verbo se escribe siempre con tilde, aunque no lo requiera cuando se emplea sola: dá-se-lo, dí-me-lo, decíd-nos-lo, pedír-me-la (en contraste con da, di, decid, pedir); partió-se-le, oír-se-lo (de acuerdo con partió, oír). Todas las formaciones se convierten en "supuestas" palabras esdrújulas.

4.° Si una forma verbal llana o esdrújula 46 se agrupa con uno o más enclíticos (v. la nota 9 del Cáp. 1.5), la vocal prosódicamente acentuada del verbo lleva siempre tilde, lo exija o no cuando se emplea sin enclíticos: hablála-se, mirándo-os, quisiéra-lo, viéra-nos, dába-se-le, hablándo-se-lo, permíta-se-me; dijéra-se-me-lo (en contraste con hablaba, mirando, quisiera, viera; daba, hablando, permita; dijera). Pero decía-me, oía-lo, veía-la; decía-me-lo (de acuerdo con las formas verbales empleadas solas: decía, oía, veía). Todas las formaciones son aquí esdrújulas o sobresdrújulas.

5.° Cuando alguna de estas formaciones se sustantiva, se emplea tilde si la voz resultante es esdrújula, aunque el verbo no la lleve fuera del compuesto: pésame, pésete. Inversamente, deja de emplearse tilde si el sustantivo tiene acentuación llana, aunque la lleve la forma verbal cuando se emplea fuera del compuesto: acabose, cargareme, detente.

6.° Aparecen sometidos a un régimen ortográfico especial los imperativos plurales de los verbos reflexivos, o en construcción reflexiva, tras de la pérdida de la desinencia -d47. Formas como marcha-os, detene-os han de emplearse sin tilde, a pesar de que la forma verbal es aguda 48 y de que se agrupa con un solo enclítico. Pero estos imperativos se igualan así ortográficamente a los nombres terminados en /éo/, /áo/ de que hemos tratados en el § 1.8.3D, 5.°. Como ellos, y por las razones que se exponen allí vacilan entre diptongo e hiato, pero un recuento casi exhaustivo, realizado en los setenta primeros tomos de la Biblioteca de Autores Españoles, da un 80 por 100 de ocurrencias a favor del diptongo (v. nota 37 de este capítulo). Los verbos en -ir llevan tilde: partíos, a causa del hiato.

De los signos de puntuación

a) Hay necesidad de signos de puntuación en la escritura, porque sin ellos podría resultar dudoso y oscuro el significado de las cláusulas. Los que se usan en castellano son estos: coma (,), punto y coma (;), dos puntos (:), punto final (.), puntos suspensivos (...), principio de interrogación (¿), fin de interrogación (?), principio de admiración (¡), fin de admiración (!), paréntesis ( ), diéresis o crema ( ¨ ), comillas (« »; "), guión (-), raya (—), dos rayas (= ). La coma, los puntos y paréntesis indican las pausas más o menos cortas que en la lectura sirven para dar a conocer el sentido de las frases; la interrogación y la admiración denotan lo que expresan sus nombres, y la segunda, además, queja, énfasis o encarecimiento; la diéresis sirve en unos casos para indicar que la u tiene sonido (§ 1.8.1A, 2.°) y en otros se puede emplear para deshacer un diptongo; las comillas señalan las citas, o dan significado especial a las palabras que comprenden; el guión es signo de palabra incompleta; la raya lo es de diálogo, o de separación de palabras, cláusulas o párrafos; las dos rayas solo se usan ya en las copias para denotar los párrafos que en el original van aparte.

b) De la coma. 1.° El nombre en vocativo llevará una coma detrás de sí cuando estuviere al principio de lo que se diga, y en otros casos la llevará antes y después; p. Ej.: ¡Cielos, valedme!; Julián, óyeme; Repito, Julián, que oigas lo que te digo.

2.° Siempre que en lo escrito se empleen dos o más partes de la oración consecutivas y de una misma clase, se separarán con una coma para que al leerlas haya de hacerse una leve pausa que separe su sentido, a excepción de los casos en que mediare alguna de las conjunciones y, ni, o; como Juan, Pedro y Antonio; sabio, prudente y cortés; vine, vi y vencí; NI el joven NI el viejo; bueno, malo o mediano.

3.° Divídanse con ella los varios miembros de una cláusula independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse; Al apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura.

4.° Cuando una oración se interrumpe, ya para citar o indicar el sujeto o la obra de donde se ha tomado, ya porque se inserta como de paso otra que aclara o amplía lo que se está diciendo, tales palabras, que suspenden momentáneamente el relato principal, se encierran entre dos comas; v. gr.: La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades; Los vientos del sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, ponen en grave conflicto a los viajeros.

5.° Por igual motivo suelen ir precedidas y seguidas de coma las expresiones esto es, es decir, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante y otras parecidas: La enfermedad parece grave, es decir, más grave de lo que esperábamos: Tales incidentes, sin embargo, no se repitieron por entonces.

6.° Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de la cláusula, adelantando lo que había de ir después, debe poner-se una coma al fin de la parte que se anticipa; v. gr.: Donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamento alguno. Como el orden regular de este ejemplo de Cervantes, Quijote, I, 37, seria: No hay encantamento alguno donde interviene conocerse las personas, importa para la claridad que se haga una breve pausa en personas, la cual se indica con la coma. Pero es de advertir que en las transposiciones cortas y muy perceptibles no se ha de poner esta señal.

c) Del punto y coma. 1.° Cuando los miembros de un período constan de más de una oración, por lo cual o por otra causa llevan ya alguna coma, se separarán con punto y coma unos 6 otros; por ejemplo: Vinieron los aquilones de noviembre, glaciales y recios; arrebataron sus hojas a los árboles, llevándolas, ya rodando por la tierra, ya volando entre nubes de grueso polvo. Se guareció el rabadán en su cabaña, y el labrador en su alquería; la nieve, descendiendo espesa sobre el monte y el valle, borró los matices del suelo, toda la variedad riquísima de la Naturaleza.

2.° En todo período de alguna extensión se pondrá punto y coma antes de las conjunciones adversativas mas, pero, aunque, etc.; verbigracia: Salieron los soldados a media noche y anduvieron nueve horas sin descansar; pero el fatal estado de los caminos malogró la empresa. Cuando la cláusula sea corta, bastará una simple coma antes de la conjunción; como en Vendrá, pero tarde; Lo hizo, aunque de mala gana.

3.° Siempre que a una oración sigue, precedida de conjunción, otra oración que, en orden a la idea que expresa, no tiene perfecto enlace con la anterior, hay que poner al fin de la primera punto y coma, según lo aclarará el ejemplo siguiente: Pero nada bastó para desalojar al enemigo, hasta que se abrevió el asalto por el camino que abrió la artillería; y se observó que uno solo, de tantos como fueron deshechos en este adoratorio, se rindió a la merced de los españoles (Solís, Historia de Nueva España, III, 7). Si después de la palabra artillería solo se pusiese coma, la oración y se observó, etc., vendría regida de la preposición hasta y cambiaría el sentido.

d) De los dos puntos. 1.° Cuando se sienta una proposición general y en seguida se comprueba y explica con otras oraciones, se la separa de estas por medio de los dos puntos; como, por ejemplo: No aflige a los mortales vicio más pernicioso que el juego: por él gentes muy acomodadas han venido a parar en la mayor miseria, y aun en el patíbulo; por él, además del caudal, pierde el hombre la vergüenza y hasta la estimación de sí propio.

2.° Cuando a una o varias oraciones sigue otra que es consecuencia o resumen de lo que antecede, esta se ha de separar con dos puntos, como en el ejemplo que sigue: Aquel que por sus riquezas y esplendor fue tan aplaudido como envidiado cuando entraba triunfante por las puertas de Constantinopla, y cuyo nombre era respetado y temido desde la capital del Imperio hasta el confín de los arenales de la Líbia, murió ciego, pobre, olvidado y mendigando su alimento de puerta en puerta:¡raro y espantoso ejemplo de las vicisitudes de la fortuna!

3.° En los decretos y sentencias, bandos y edictos se ponen dos puntos al final de cada motivo o fundamento de la resolución, aunque estos van en párrafos distintos y principian con letra mayúscula. En certificaciones y memoriales también se ponen dos puntos antes de ciertos párrafos con letra inicial mayúscula.

4.° Citando palabras textuales, se han de poner dos puntos antes del primer vocablo de la cita, el cual suele principiar con mayúscula; v. gr.: Cicerón en sus Oficios dice a este propósito lo siguiente: No hay cosa que tanto degrade al hombre como la envidia.

5.° También se emplean los dos puntos después del Muy señor mío y otras expresiones semejantes con que se suele dar principio a las cartas; v. gr.: Muy señor mío: Sírvase usted tomar a su cargo, etc.; Amigo mío: En contestación a la estimada de usted, etc.

e) Después de los dos puntos se escribe indistintamente con letra mayúscula o minúscula el vocablo que sigue.

f) Del punto. 1.° Se pone punto cuando el período forma sentido completo, en términos de poderse pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la comprensión de aquel. Es la mayor pausa sintáctica que la ortografía señala. En la lectura, la duración de la pausa indicada por el punto puede variar más o menos, según el sentido y la interpretación del lector; pero en todo caso, es mayor que la que señalan la coma y el punto y coma.

En la escritura, se le llama punto y seguido (o punto seguido), cuando el texto continúa inmediatamente después del punto en el mismo renglón, o en el siguiente sin blanco inicial; y punto y aparte (o punto aparte), cuando termina párrafo, y el texto continúa en otro renglón más entrado o más saliente que los demás de la plana. Por último, punto final es el que acaba un escrito o una división importante del texto (parte, capítulo, etc.).

2.° Resta advertir que en toda clase de escritos suelen hacerse después del punto final ciertas separaciones o divisiones llamadas párrafos, cada una de las cuales ha de empezar en renglón distinto de aquel en que acabe el anterior, y más adentro que las otras líneas de la plana. Deben principalmente usarse tales divisiones cuando se va a pasar a diverso asunto, o bien a considerar el mismo desde otro aspecto.

g) De los puntos suspensivos. 1.° Cuando conviene al escritor dejar la oración incompleta y el sentido suspenso, lo denota con los puntos suspensivos; v. gr.: Él concitó la plebe contra los patricios; él acaudilló y juramentó a los mozos más corrompidos y perversos de la República para subvertirla con su auxilio; él sobornó con oro y con promesas... Pero ¿a qué repetir lo que a todos es notorio?

2.° Si en una cláusula de completo sentido gramatical se necesita pararse un poco, expresando temor o duda, o para sorprender al lector con lo inesperado de la salida, se indicará la pausa con puntos suspensivos; v. gr.: ¿Le diré que ha muerto su padre?... No tengo valor para tanto; Se citó a junta, distribuyéronse centenares de esquelas, y llegamos a reunirnos... cuatro personas.

3.° También se usan dichos puntos cuando se copia algún texto o autoridad los cuales no hace al caso insertar íntegros, indicando así lo que se omite.

h) De la interrogación y la admiración. 1.° Los signos de interrogación y de admiración se ponen al principio y al fin de la oración que deba llevarlos: ¿Dónde estás?; ¿A qué vienes?; ¿Te veré mañana?; ¡Qué asombro!; ¡Ay de mí!

2.° Si las oraciones con interrogación o admiración son varias, breves y seguidas, no hay necesidad de que, exceptuada la primera, empiecen con mayúscula: ¿Dónde has estado?, ¿qué has hecho en tantos días?, ¿como no te pusiste en camino, así que recibiste mi carta?; ¡Cuánto engaño!, ¡cuánta perfidia!, ¡qué impudencia!

3.° Cuando lo escrito después de la interrogación o la admiración fuere complemento de la pregunta o de la frase admirativa, no comenzará con letra mayúscula: ¿Digo yo que no tengas razón?, contestó Blas a Diego; ¡A las armas!, gritaron todos.

4.° El signo de principio de interrogación o admiración se ha de colocar donde empieza la pregunta o el sentido admirativo, aunque allí no comience el período; v. gr.: Privado del racional discurso, ¿que es el hombre sino una criatura desvalida, inferior a los brutos? Y si la caprichosa fortuna lo encumbra en alto puesto, ¡cuántas lágrimas y ruina y sangre le cercarán en torno!

5.° El signo de principio de interrogación o admiración refleja el movimiento de la entonación en las frases de este tipo, da claridad a la escritura, y no debe suprimirse por imitar, con mal acuerdo, la ortografía de lenguas extranjeras, que solo usa el signo final.

6.° Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!

i) Del paréntesis. 1.° Cuando se interrumpe el sentido y giro del discurso con una oración aclaratoria o incidental y esta es larga o tiene conexión escasa con lo anterior, se encierra dentro de un paréntesis, como en el siguiente ejemplo: Acostados todos en un género de lechos que rodeaban la mesa (pues los romanos comían tendidos y soslayado el cuerpo sobre el codo izquierdo), empezó a echarles en cara la tibieza de su fe, etc.

2.° En este ejemplo se ha puesto como después del paréntesis porque allí finaliza el miembro del periodo con que va unida la oración comprendida en el paréntesis; y al fin de él o dentro se ha de usar, además, la puntuación que la cláusula necesitare. Cuando el paréntesis termine la cláusula de que depende, el punto final irá fuera.

3.° En las obras dramáticas suele encerrarse entre paréntesis lo que los interlocutores dicen aparte. Para que tales paréntesis no se confundan con otros convendría valerse de los rectangulares, en esta forma [ ], que algunos impresores usaban en el siglo pasado. El punto final de los apartes va colocado dentro del paréntesis.

4.° Empléese también el paréntesis curvo para encerrar en él noticias o datos aclaratorios, explicaciones de abreviaturas, etc.; y el rectangular, para indicar en la copia de códices o inscripciones lo que falta en el original y se suple conjeturalmente. Ejemplos: El hijo del rayo de guerra, Carlos V (D. Juan De Austria); Perdió Boabdil a Granada en la hégira 897 (1492); Imp (eratori) Caes (ari) [Nervae] Traiano [Aug(usto)] p(ontifici) m(aximo). etc.

1.8.6 De la diéresis o crema. — El uso de la diéresis solo es preceptivo para indicar que ha de pronunciarse la u en las combinaciones gue, gui: pingüe, pingüino, argüir /ar.gu.ír/. Véase el § 1.8.1A, 2.°. Queda a salvo el uso discrecional cuando, por licencia poética o con otro propósito, interese una pronunciación determinada 50.

1.8.7 De las comillas. — a) Para distinguir las palabras sobre las cuales quiere el que escribe llamar particularmente la atención del lector, se subrayan en lo manuscrito; y en lo impreso se ponen de letra cursiva, y a veces con versales u otras que resalten por su figura o su tamaño. Se practica lo mismo con las voces o citas en idioma extranjero, con el texto literal de citas en castellano, con los títulos de libros y con las dicciones y cláusulas que en las obras de enseñanza y otras se ponen por ejemplo. Mas cuando las cláusulas de este género tienen alguna extensión o llenan varias líneas, se les suelen poner comillas inversas al principio de cada uno de los renglones que ocupan; v. gr.: Dice un escritor célebre: «El hombre tiene aptitud, por su naturaleza, para habitar en todos los países del mundo: en los arenales del desierto, en los montes más encumbrados, en los climas polares puede vivir y propagarse. No así los animales, que, sujetos a más estrechos límites, perecen fuera de ellos o arrastran vida penosa.»

b) Las comillas simples (‘ ’ o , ’) se usan al principio y ao final de una palabra o frase incluidas como cita o puestas de relieve dentro de un texto entrecomillado más extenso. También se emplean para indicar que una palabra está usada en su valor conceptual o como definición de otra, ejemplo: espiar ‘acechar’.

1.8.8. Del guión. — a) Cada vocablo de por sí, ya simple, como guardia, poner, ya compuesto, como salvaguardia, reponer, se ha de escribir aislado, o con entera separación del que le preceda o siga. Sin embargo, en la escritura hay necesidad muchas veces de dividir una palabra, y entonces se ha de observar lo siguiente:

b) Cuando al fin del renglón no cupiere un vocablo entero, se escribirá solo una parte, la cual siempre ha de formar sílaba cabal. Así, las palabras con-ca-vi-dad, pro-tes-ta, sub-si-guien-te, podrán dividirse a fin de renglón por donde señalan los guiones que van interpuesto en dichas voces, mas no de otra suerte.

c) Esto no obstante, cuando un compuesto sea claramente analizable como formado de palabras que por sí solas tienen uso en la lengua, o de una de estas palabras y un prefijo, será potestativo dividir el compuesto separando sus componentes, aunque no coincida la división con el silabeo del compuesto. Así, podrá dividirse no-sotros o nos-otros, de-samparo o des-amparo.

d) Como cualquiera diptongo o triptongo no forma sino una sílaba, no deben dividirse las letras que lo componen. Así, se escribirá gra-cio-so, tiem-po, no-ti-ciáis, a-ve-ri-güéis.

e) Cuando la primera o la última sílaba de una palabra fuere una vocal, se evitará poner esta letra sola en fin o en principio de línea.

f) Cuando al dividir una palabra por sus sílabas haya de quedar en principio de línea con h precedida de consonante, se dejará esta al fin del reglón y se comenzará el siguiente con la h: al-haraca, in-humación, clor-hidrato, des-hidratar.

g) En las dicciones compuestas de preposición castellana o latina, cuando después de ella viene una s y otra consonante además, como en constante, inspirar, obstar, perspicacia, se han de dividir las sílabas agregando la s a la preoposición y escribiendo, por consiguiente, cons-tan-te, ins-pi-rar, obs-tar, pers-pi-ca-cia.

h) La ch y la ll, letras simples en su pronunciación y dobles en su figura, no se desunirán jamás. Así, co-che y ca-lle se dividirán como aquí se ve. La erre (rr) se halla en el mismo caso, y por ello debe evitarse separar los dos signos de que consta, que habrán de ponerse de esta manera: ca-rre-ta, pe-rro.

i) Cuando los gentilicios de dos pueblos o territorios formen un compuesto aplicable a una tercera entidad geográfica o política en la que se han fundido los caracteres de ambos pueblos o territorios, dicho compuesto se escribirá sin separación de sus elementos: hispanoamericano, checoslovaco, afro-antillano. En los demás casos, es decir, cuando no hay fusión, sino oposición o contraste entre los elementos componentes, se unirán estos con guión: franco-prusiano, germano-soviético.

1.8.9 De la ortografía de las palabras extranjeras. — Los nombres propios extranjeros se escribirán, en general, sin ponerles ningún acento que no tengan en el idioma a que pertenecen; pero podrán acentuarse a la española cuando lo permitan su pronunciación y grafía originales: Schlegel o Schlégel, Wagner o Wágner, Schubert o Schúbert; Lyon o Lyón, Windsor o Wíndsor. Si se trata de nombres geográficos ya incorporados a nuestra lengua o adaptados a su fonética, tales nombres no se han de considerar extranjeros y habrán de acentuarse gráficamente de conformidad con las leyes generales: París, Berlín, Turín, Nápoles, Támesis. 1.8.10 De la raya. — 1.° Este signo se emplea en los diálogos, como puede verse en el ejemplo siguiente: Maravillado el capitán del valor de aquel soldado, le mandó venir a su presencia y le dijo: —¿Cómo te llamas? — Andrés Pereda, contestó el valiente. — ¿De dónde eres? — De Castilla. — ¿De qué pueblo? — De Bercimuel.

2.° Empléese también al principio y al fin de oraciones intercalares completamente desligadas, por el sentido, del período en que se introducen: Los celtíberos —no siempre habían de ser juguetes de Roma— ocasionaron la muerte de los dos Escipiones.

3.° Sirve asimismo para indicar la palabra que se ha de entender suplida dentro de un mismo renglón; ejemplo: Sanar de la enfermedad. —por ensalmo. Secar al aire. —con un paño. Seguir con la empresa. —de cerca. —en el intento. —para Cádiz, etc.

O en renglones diferentes, como en el índice alfabético de un libro:

Verbos: intransitivos.

— transitivos.

— irregulares.

— regulares.

1.8.11. De las dos rayas. — Este signo se usaba para dividir algunas palabras compuestas; actualmente se emplea solo en las copias, para denotar que en el original se pasa a párrafo distinto.

1.8.12. De otros signos auxiliares. — a) Apóstrofo (‘ ). Solía emplearse antiguamente, sobre todo en poesía, colocado a la mayor altura de los palos de las letras, con el fin de indicar la omisión o elisión de una vocal: d’aquel, por de aquel; l’aspereza, por la aspereza; qu’es, por que es. Recientemente, y para evitar dudas al lector, se ha restablecido en algunas reimpresiones de obras antiguas, donde palabras de esta clase aparecen como si fuera una sola; v. gr.: daquel, laspereza, ques.

b) Párrafo (§). Sirvió en lo antiguo para distinguir los diversos miembros de un escrito, y como signatura de pliegos impresos. Ahora se emplea en los libros, seguido del número que corresponda, para indicar divisiones internas de los capítulos: § 12, § 13, etc.

c) Calderón (¶). Tuvo antiguamente los mismos oficios que el signo anterior. Ahora se emplea en lo impreso para señalar alguna observación especial.

d) Asterisco (*). Es una estrellita que se pone sencilla, doble o triple en ciertas palabras del texto, como llamada a nota que en el margen o al pie de la plana va encabezada con el mismo signo. Para igual fin se emplean letras, números, cruces, etc., en vez de asteriscos. En obras de lingüística se coloca delante de las formas cuya existencia se supone sin estar documentada.

e) Llave o corchete ({}). Su oficio es abrazar diversas partidas en una cuenta, varios miembros en un cuadro sinóptico, etc., que deben considerarse agrupados y unidos para determinado fin. f) Manecilla - Puesta al margen o en el texto de un escrito, da a entender que lo señalado por ella es particularmente útil o interesante.

Estos textos fueron extraídos del "Esbozo de una nueva gramática de la lengua española", publicado desde 1973 por Real Academia Española, que es poseedora los derechos de autor
Los verbos en Español

TEMAS Y DESINENCIAS

El verbo. Consideraciones generales
Desinencias
Temas y características

CONJUGACIÓN REGULAR

Primera conjugación
Segunda conjugación
Tercera conjugación
Caracteres distintivos

CONJUGACIÓN IRREGULAR

Introducción
Caracterización
Irregularidades vocálicas
Irregularidades consonánticas
Contracciones
Irregularidades que afectan al tema
Verbos con más de una raíz
Perfectos fuertes
Futuros y condicionales irregulares
Participios irregulares
Verbos defectivos o incompletos
Índice de los verbos irregulares y defectivos citados
Verbos vocálicos
Verbos en -uar

TEMAS Y DESINENCIAS

El verbo. Consideraciones generales.

a) El verbo, por sus caracteres formales, es aquella parte de la oración que tiene morfemas flexivos de número, como el nombre y el pronombre, morfemas flexivos de persona, como el pronombre personal, y además, a diferencia del nombre y del pronombre, morfemas flexivos de tiempo y de modo. Suele aplicarse la denominación de desinencias a los morfemas de número y persona, el de características a los de modo y tiempo. Suprimidas de una forma verbal desinencias y características, lo que queda es la raíz o radical del verbo. La agrupación de la raíz con la característica recibe el nombre de tema modal o temporal (v. § 2.10.4). En am-á-ba-mos la desinencia es -mos (en este caso, 1.a persona de plural). La agrupación de la raíz am- con la característica -a- de presente de indicativo constituye el tema de presente de indicativo amá-. La agrupación de este tema con la característica -ba- del imperfecto de indicativo constituye el tema de imperfecto de indicativo amába-. La raíz puede ser simple, como en am-ábamos; derivada, como en llorique-ábamos; compuesta, como en salpiment-ábamos; parasintética (derivada y compuesta a la vez), como en pordiose-ábamos. La serie entera de las formas verbales con una raíz común, es decir, todas las formas de un verbo determinado, constituyen la flexión o conjugación de ese verbo. Dentro de ella se incluyen también, por las razones que luego veremos, tres formas privadas por lo menos de desinencias verbales de número y persona: el infinitivo, el participio y el gerundio.

b) Todos los verbos poseen unas mismas categorías de morfemas flexivos. Su forma, sin embargo, varía más o menos sensiblemente en algunos casos de unos verbos a otros. Se exceptúan las desinencias, que son comunes a todos los verbos. De algunas características existen dos o tres variedades: doble variedad, por ejemplo, en am-ába-mos frente a tem-ía-mos y part-ía-mos; triple en am-a-mos, tem-e-mos, part-i-mos. Esta triple variación, que con rigurosa simetría aparece en algún otro morfema modal y temporal: am-a-d, tem-e-d, part-i-d, permite clasificar todos los verbos españoles en tres tipos: los de la 1.a, la 2.a y 3.a conjugación, llamadas también conjugación en -ar, -er, -ir por el hecho de que esa triple variación se repite de manera simétrica en los infinitivos correspondientes: am-ar, tem-er, part-ir.

c) En estos tres verbos y en la mayor parte de los verbos españoles la raíz se mantiene invariable a lo largo de la flexión, si se exceptúa la posición del acento de intensidad, que unas veces afecta a la última sílaba de la raíz: compart-o (pronunciado compárto) y otras veces a la primera sílaba que sigue a la raíz: compart-i-mos (pronunciado compartímos), compart-í-a-mos. En el primer caso hablamos de formas fuertes, en el segundo de formas débiles. Son muchos, sin embargo, los verbos que además de esta variación acentual presentan en su raíz variaciones vocálicas: sient-o, sent-imos, o consonánticas: luzc-o, luc-imos, o vocálicas y consonánticas al mismo tiempo: dig-o, dec-imos; pon-emos, pus-e. Estos cambios de la raíz son de muy variada naturaleza y, por otra parte, algunos de ellos aparecen con frecuencia dentro de un mismo verbo en diferente proporción o afectan a veces a uno o a muy pocos verbos, todo lo cual haría no solo complicada y difícil la tarea de formar con ellos nuevos tipos homogéneos de flexión, como los de amar, temer, partir, sino en cierto modo inútil, porque ninguno de esos verbos de raíz variable deja de pertenecer, por la regularidad de sus morfemas modales y temporales, a alguna de las flexiones en -ar, -er, -ir dotadas de raíz invariable. Estos tres tipos de flexión constituyen la conjugación regular (Cáp. 2.11). Bajo el nombre de conjugación irregular (Cáp. 2.12) se comprenden las diversas modalidades de las variaciones de la raíz y juntamente con ellas los casos, no muy frecuentes, en que varía el tema, y aquellos otros, raros también, en que un mismo verbo presenta una o más raíces de diferente origen etimológico, a lo que se da el nombre de supletivismo.

Temas y características.

a) en la conjugación se distinguen dos temas fundamentales, llamados así por el hecho de que cada uno de ellos da lugar a la formación de varios tiempos y modos: el de presente aparece en el presente de indicativo, en el imperfecto de indicativo de la I conjugación y en el imperativo (también en el infinitivo) (§ 2.10.4a, 1.o, 2.o y 3.o); el de perfecto, en el pretérito perfecto simple de indicativo y en el imperfecto y futuro de subjuntivo (§ 2.10.4b). El presente de subjuntivo, así como el imperfecto de indicativo de la II y III conjugación, tienen temas especiales (§ 2.10.4a, 4.o y 5.o). El futuro de indicativo y el condicional presentan una formación especial (§ 2.10.4c). Para las formas infinitas o no personales, véase el § 2.10.4e.

1.o El tema de presente de indicativo aparece en las tres conjugaciones con variaciones vocálicas y acentuales. (En todos los cuadros que siguen señalamos con acento ortográfico la sílaba sobre la que recae el acento prosódico.)



1.a ámo


1.a amá-mos

I. Sing...
2.a ámas

Plural
2.a amá-is


3.a áma

-
3.a áma-n


1.a témo


1.a temé-mos

II. Sing...
2.a téme-s

Plural
2.a temé-is


3.a téme

-
3.a téme-n


1.a párto


1.a partí-mos

III Sing...
2.a párte-s

Plural
2.a partí-s


3.a párte

-
3.a párte-n



Las variaciones del tema son, pues:


I.
ámo
áma-
amá-

II.
témo
téme-
temé-

III.
párto
párte-
partí-



La vocal que precede a la desinencia es la característica del tema de presente de indicativo.

2.o En el imperfecto de indicativo de la I conjugación se agrega a la variante amá- del tema de presente la característica de imperfecto de indicativo -ba-. El tema presenta en este tiempo una sola variante vocálica y acentual: amá-ba-.

3.o El singular del imperativo se basa en la segunda variante del tema de presente de indicativo: ama, teme, parte. El plural, en la tercera variante: ama-d, teme-d, partid. Esta última aparece también en los infinitivos de las tres conjugaciones: amar, temer, partir.

4.o El tema de presente de subjuntivo aparece formado por la característica -e- para la I y -a- para la II y la III conjugaciones unidas directamente a la raíz. Las dos primeras personas del plural son formas débiles: am-é-mos, am-é-is; tem-á-mos, tem-á-is; part-á-mos, part-á-is. Las restantes son formas fuertes: ám-e, tém-a, párt-a, etc. Los temas de la II y la III conjugación son, pues, idénticos.

5.o Tanto el imperfecto de indicativo de la II conjugación como el de la III forman su tema con la característica -ía- unida directamente a la raíz, sin variación acentual: tem-ía, part-ía, etc. Como en el presente de subjuntivo, se da identidad de tema entre la II y la III conjugación.

Este grupo -ia- es normalmente bisilábico. La dislocación del acento, lo mismo que en otras formas con hiato, es, sin embargo, fenómeno usual en el habla, lo que se refleja con frecuencia en la métrica del verso.



1.a amé


1.a amá-mos

I. Sing...
2.a amá-ste

Plural
2.a amá-steis


3.a amó

-
3.a amá-ron


1.a temí


1.a temí-mos

II. Sing...
2.a temí-ste

Plural
2.a temí-steis


3.a temió

-
3.a temié-ron


1.a partí


1.a partí-mos

III. Sing...
2.a partí-ste

Plural
2.a partí-steis


3.a partió

-
3.a partié-ron



La vocal o el diptongo que precede a la desinencia constituyen la característica de perfecto. También en este tiempo, como podemos observar, es idéntico el tema de la II y la III conjugación.

2.o Tanto el imperfecto como el futuro de subjuntivo se forman agregando a la variante del tema de perfecto de la 3.a persona de plural, amá-, temié-, partié-, las características -se- y -ra- en el primer caso y -re- en el segundo. El acento de intensidad se mantiene siempre en la sílaba del tema originario.

I. amá-se, amá-ra, amá-re; amá-se-s, amá-ra-s, amá-re-s, etc.

II. temié-se, temié-ra, temié-re; temié-se-s, temié-ra-s, temié-re-s, etc.

III. partié-se, partié-ra, partié-re; partié-se-s, partié-ra-s, partié-re-s, etc.

Aquí también la II y la III conjugación uniforman sus temas.

c) El futuro de indicativo y el condicional tienen su origen en dos perífrasis verbales en las que entran el infinitivo del verbo conjugado y el presente e imperfecto de indicativo, respectivamente, del verbo haber en sus formas contractas. Los dos componentes debieron conservar, durante mucho tiempo, su plena autonomía en las formas sintéticas amaré, amaría, de lo que es prueba el haber convivido con ellas, con más o menos intensidad, hasta época relativamente reciente, una forma analítica en la que, entre el infinitivo y los tiempos de haber, se interponen pronombres personales inacentuados: amaros he, partir vos edes (= habedes, habéis), amarle hía (= había). Pero en las formas sintéticas que acabaron por prevalecer llegó a perderse la significación y el carácter funcional de palabra regente que tenía haber en la perífrasis (como en han de + infinitivo, ant. an a + infinitivo), para quedar reducidas las formas he, ha-s, etc., a pura característica temporal. El infinitivo, a su vez, perdió el carácter funcional de término regido y su categoría gramatical, hasta conservar exclusivamente su contenido semántico, como una raíz verbal.

En las tres conjugaciones el acento de intensidad recae uniformemente sobre la misma sílaba, dentro de cada tiempo: sobre la última del tema de futuro: amará-s, temerá-s, partirá-s; sobre la penúltima del tema de condicional: amaría-s, temería-s, partiría-s.

d) Los perfectos fuertes pertenecen a la conjugación irregular. Forman dentro de ella un grupo caracterizado por el hecho de que no solo en los cambios de su raíz, propios de la conjugación irregular, sino también en la estructura de sus temas y características se apartan de las formas regulares, hecho casi excepcional dentro de la conjugación irregular. Por otra parte, a pesar de esta particularidad y de que los cambios de la raíz son de muy variada naturaleza: vocálicos, consonánticos y las más de las veces vocálicos y consonánticos a la vez, todos los perfectos fuertes se ajustan a un modelo temático especial que es estrictamente regular (con una sola excepción que afecta a una sola persona), lo que hace de los perfectos fuertes un grupo singularmente homogéneo. Esta es la razón por la que los hacemos figurar entre los cuadros de todos los demás temas y características. Nos limitamos aquí (para las variedades de la raíz, v. el § 2.12.8) a comparar las características de los perfectos regulares (o débiles) con las características de los perfectos fuertes, señalando en todas las formas la situación del acento prosódico (obsérvese que las características de los perfectos fuertes, a pesar de que estos pueden pertenecer a verbos de las tres conjugaciones: andar, haber, decir, se ajustan a un solo modelo, en contraste con las características de los perfectos regulares, que se ajustan a dos modelos diferentes; para ejemplificar la posición del acento prosódico de los perfectos fuertes escogemos uno cualquiera de entre ellos).

Singular Plural




1.a
2.a
3.a
1.a
2.a
3.a

Perfectos
I conjugación
am-é
-á-

-á-
-á-
-á-

débiles
II y III conju-

ción....
tem-í
-í-
-ió
-í-
-í-
-ié-


part-í
-í-
-ió
-í-
-í-
-ié-



andúv-e
-í-
-o
-í-
-í-
-ié-








-é-

Perfectos

fuertes
I, II y conju-

gación...
(-é, 3.a persona plural, en los perfectos fuertes cuya raíz termi-

na en -j: traj-e-ron, dij-é-ron, condujé-ron



e) Del sistema latino de formas infinitivas o no personales solo han pasado a la lengua española el infinitivo, el gerundio y el participio; el primero solo en su forma activa y de presente; el gerundio como forma invariable, privado de sus morfemas de flexión nominal, y el participio, privado también de ellos, como todas las palabras nominales en español, pero con variación de género y número, como los nombres adjetivos, cuando funciona fuera de las formas compuestas de la flexión (v. 2.10.3a). El infinitivo y el gerundio de los verbos transitivos pueden acompañarse de complementos directos e indirectos nominales, o de acusativos y dativos pronominales; los de los verbos intransitivos, de dativos pronominales o de complementos con a equivalentes a ellos, no de manera diferente, en uno y otro caso, a como lo hacen las formas personales de las mismas clases de verbos. Estos complementos constituyen el carácter más genuino del régimen verbal. Infinitivo, participio y gerundio, asociados a formas personales, entran en diferentes clases de perífrasis para expresar conceptos de naturaleza verbal que las formas sintéticas de la conjugación española expresan ya en parte (modalidad, tiempo y aspecto verbal) y que otras lenguas desarrollan más ampliamente que la nuestra con recursos puramente morfológicos. Existe, pues, una estrecha relación entre el campo semántico de las formas de la conjugación y el de las construcciones perifrásicas verbales, que la Sintaxis trata de precisar.

Los tres infinitivos amar, temer y partir mantienen (§ 2.10.4a) la característica del tema de presente de indicativo en su forma débil. Los participios amado, temido, partido son formas nominales que estudiaremos al tratar de la Derivación. De los participios irregulares con acentuación fuerte: puesto, visto, etc., tratamos en la conjugación irregular (v. § 2.12.11). Los gerundios de la I, amando, y de la III, partiendo, conservan el vocalismo latino en la sílaba acentuada; el de la II, temiendo, ha adoptado el vocalismo de la III española. Como vemos, la II y la III conjugación se uniforman también en el participio y el gerundio.

Las formas procedentes del participio latino se emplearon esporádicamente durante algún tiempo, sobre todo en la Edad Media, con su pleno régimen verbal, como los infinitivos y los gerundios. Al fin, perdido este carácter, conservaron exclusivamente su naturaleza nominal, con la categoría de adjetivos o sustantivos derivados. El vocalismo de la sílaba acentuada, en los procedentes de la II y III conjugación española, coincide en unos casos con el de los gerundios: teniente, teniendo de tener; maldiciente, maldiciendo de maldecir. En otros casos, los procedentes de la II conjugación española conservan su vocal -e- originaria, en desacuerdo con el vocalismo del gerundio: descendente (también descendiente), descendiendo de descender; yacente, yaciendo de yacer. Inversamente, algunos procedentes de verbos de la II conjugación presentan la vocal e: urgente, urgiendo, de urgir. De estas particularidades se tratará en el capítulo sobre Derivación.

2.10.5 El acento en el verbo. — Como resulta de las descripciones que hacemos en este capítulo, la acentuación esdrújula solo aparece dentro del verbo español en algunas formas débiles: am-ábamos, am-aríamos, etc., nunca en las formas fuertes, que son nueve en total (singular y 3.a persona de plural de los presentes de indicativo y subjuntivo, y 2.a persona de singular del imperativo): am-o...

juanerick
25/06/2003, 20:27
..., am-e... y am-a. Esa razón explica el contraste acentual entre los sustantivos y adjetivos lástima, líquido, fórmula, íntimo, entre otros muchos, y las formas fuertes de los verbos correspondientes: lastima, líquido, formula, íntimo. Debemos decir, por lo tanto, alineo, alineas, alinee, delineo, etcétera, y no alíneo, alíneas, alínee, delíneo, como va siendo cada vez más frecuente oír y leer.

CONJUGACIÓN REGULAR

2.11.2 Primera conjugación. Modelo: amar.

A. Formas no personales:

Simples Compuestas:


Infinitivo amar
haber amado

Gerundio amando
habiendo amado

Participio amado




B. Formas personales:

Modo indicativo

Tiempos simples Tiempos compuestos:


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto compuesto

(Bello: Ante-presente)

amo
he amado

amas
has amado

ama
ha amado

amamos
hemos amado

amáis
habéis amado

aman
han amado





(Bello: Copretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-copretérito)

amaba
había amado

amabas
habías amado

amaba
había amado

amábamos
habíamos amado

Pretérito imperfecto

amabais
habíais amado

amaban
habían amado





Pretérito perfecto simple

(Bello: Pretérito)
Pretérito anterior

(Bello: Ante-pretérito)

amé
hube amado

amaste
hubiste amado

amó
hubo amado

amamos
hubimos amado

amasteis
hubisteis amado

amaron
hubieron amado





Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

amaré
habré amado

amarás
habrás amado

amará
habrá amado

amaremos
habremos amado

amaréis
habréis amado

amarán
habrán amado





Condicional

(Bello: Pospretérito)
Condicional perfecto

(Bello: Ante-pospretérito)

amaría
habría amado

amarías
habrías amado

amaría
habría amado

amaríamos
habríamos amado

amaríais
habríais amado

amarían
habrían amado



Modo subjuntivo


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto

(Bello: Ante-presente)

ame
haya amado

ames
hayas amado

ame
haya amado

amemos
hayamos amado

améis
hayáis amado

amen
hayan amado






Pretérito imperfecto

(Bello: Pretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-pretérito)

amase o amara
hubiese o hubiera amado

amases o amaras
hubieses o hubieras amado

amase o amara
hubiese o hubiera amado

amásemos o amáramos
hubiésemos o hubiéramos amado

amaseis o amarais
hubieseis o hubierais amado

amasen o amaran
hubiesen o hubieran amado





Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

amare
hubiere amado

amares
hubieres amado

amare
hubiere amado

amáremos
hubiéremos amado

amareis
hubiereis amado

amaren
hubieren amado



Modo imperativo

Presente

Ama

Amad

Segunda conjugación. Modelo: Temer

A. Formas no personales:

Simples Compuestas:


Infinitivo temer
haber temido

Gerundio temiendo
habiendo temido

Participio temido




B. Formas personales:

Modo indicativo

Tiempos simples Tiempos compuestos:


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto compuesto

(Bello: Ante-presente)

temo
he temido

temes
has temido

teme
ha temido

tememos
hemos temido

teméis
habéis temido

temen
han temido





Pretérito imperfecto

(Bello: Copretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-copretérito)

temía
había temido

temías
habías temido

temía
había temido

temíamos
habíamos temido

temíais
habíais temido

temían
habían temido





Pretérito perfecto simple

(Bello: Pretérito)
Pretérito anterior

(Bello: Ante-pretérito)

temí
hube temido

temiste
hubiste temido

temió
hubo temido

temimos
hubimos temido

temisteis
hubisteis temido

temieron
hubieron temido





Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

temeré
habré temido

temerás
habrás temido

temerá
habrá temido

temeremos
habremos temido

temeréis
habréis temido

temerán
habrán temido





Condicional

(Bello: Pós-pretérito)
Condicional perfecto

(Bello: Ante-pospretérito)

temería
habría temido

temerías
habrías temido

temería
habría temido

temeríamos
habríamos temido

temeríais
habrías temido

temerían
habrían temido



Modo subjuntivo


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto

(Bello: Ante-presente)

tema
haya temido

temas
hayas temido

tema
haya temido

temamos
hayamos temido

temáis
hayáis temido

teman
hayan temido






Pretérito imperfecto

(Bello: Pretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-pretérito)

temiese o temiera
hubiese o hubiera temido

temieses o temieras
hubieses o hubieras temido

temiese o temiera
hubiese o hubiera temido

temiésemos o temiéramos
hubiésemos o hubiéramos temido

temieseis o temierais
hubieseis o hubierais temido

temiesen o temieran
hubiesen o hubieran temido





Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

temiere
hubiere temido

temieres
hubieres temido

temiere
hubiere temido

temiéremos
hubiéremos temido

temiereis
hubiereis temido

temieren
hubieren temido



Modo imperativo

Presente


teme

temed



2.11.4. Tercera conjugación. Modelo: partir.

A. Formas no personales:

Simples Compuestas:


Infinitivo partir
haber partido

Gerundio partiendo
habiendo partido

Participio partido




B. Formas personales:

Modo indicativo

Tiempos simples Tiempos compuestos:


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto compuesto

(Bello: Ante-presente)

parto
he partido

partes
has partido

parte
ha partido

partimos
hemos partido

partís
habéis partido

parten
han partido





Pretérito imperfecto

(Bello: Copretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-copretérito)

partía
había partido

partías
habías partido

partía
había partido

partíamos
habíamos partido

partíais
habíais partido

partían
habían partido

Pretérito perfecto simple

(Bello: Pretérito)
Pretérito anterior

(Bello: Ante-pretérito)

partí
hube partido

partiste
hubiste partido

partió
hubo partido

partimos
hubimos partido

partisteis
hubisteis partido

partieron
hubieron partido

Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

partiré
habré partido

partirás
habrás partido

partirá
habrá partido

partiremos
habremos partido

partiréis
habréis partido

partirán
habrán partido

Condicional

(Bello: Pós-pretérito)
Condicional perfecto

(Bello: Ante-pospretérito)

partiría
habría partido

partirías
habrías partido

partiría
habría partido

partiríamos
habríamos partido

partiríais
habríais partido

partirían
habrían partido



Modo subjuntivo


Presente

(Bello: Presente)
Pretérito perfecto

(Bello: Ante-presente)

parta
haya partido

partas
hayas partido

parta
haya partido

partamos
hayamos partido

partáis
hayáis partido

partan
hayan partido






Pretérito imperfecto

(Bello: Pretérito)
Pretérito pluscuamperfecto

(Bello: Ante-pretérito)

partiese o partiera
hubiese o hubiera partido

partieses o partieras
hubieses o hubieras partido

partiese o partiera
hubiese o hubiera partido

partiésemos o partiéramos
hubiésemos o hubiéramos partido

partieseis o partierais
hubieseis o hubierais partido

partiesen o partieran
hubiesen o hubieran partido

Futuro

(Bello: Futuro)
Futuro perfecto

(Bello: Ante-futuro)

partiere
hubiere partido

partieres
hubieres partido

partiere
hubiere partido

partiéremos
hubiéremos partido

partiereis
hubiereis partido

partieren
hubieren partido

juanerick
25/06/2003, 20:29
Modo imperativo

Presente

Parte

Caracteres distintivos.

a) De los tres grupos en que pueden clasificarse los verbos españoles según la conjugación a que pertenecen, el primero es con mucha diferencia el más numeroso. Es también el más estable y productivo. Todos los verbos en -ar heredados proceden de la conjugación latina en -ãre. Todos los verbos creados en español por derivación directa se acomodan a la 1.a conjugación. La derivación con sufijos verbales da también formaciones en -ar: -ear, -ficar, -izar, -ntar, y casi todos los compuestos nuevos siguen también la 1.a conjugación. Fuera de estos casos, únicamente los verbos incoativos en -sc**ere de la 3.a conjugación latina, extinguida en romance, sirvieron de modelo para la formación de incoativos españoles en -cer, formación que tuvo mucha vitalidad desde los orígenes del idioma y aún la conserva en parte. Estos verbos en -cer, a diferencia de los formados mediante los sufijos derivativos de la 1.a conjugación, son todos irregulares (apart. [J] del § 2.12.4, 2.o).

b) De la estabilidad de la 1.a conjugación no han participado la 2.a y la 3.a. Causa probable de ello fue la extinción en romance del paradigma latino-**ere, cuyos verbos se acomodaron a la conjugación -er o -ir española, en muchos casos sin razones claras a favor de la una o de la otra. De los dos verbos latino, de idéntica estructura en la parte final de la raíz: tang**ere y plang**ere, el primero hizo tañer y el segundo plañir. Verbos de una misma raíz, unos fueron a -er y otros a -ir, como correr y ocurrir. En español antiguo es frecuente la vacilación entre -er y -ir, de lo que todavía quedan algunas muestras en la conjugación irregular. La casi total igualación entre los paradigmas de la 2.a y la 3.a conjugación española (v. §§ 2.11.3 y 2.11.4) facilitó probablemente el trasiego. Varios verbos en -ir son defectivos (v. § 2.12.13) y algunos entraron en competencia con formaciones incoativas, que los desplazaron pronto: bastir, bastecer; enflaquir, enflaquecer; escarnir, escarnecer; gradir, gradecer. En la conjugación regular solo un verbo, de introducción reciente (1775-81, en Benito Bails, Elementos de Matemáticas), vacila entre -er y -ir, o dicho más bien, es de doble conjugación: converger, convergir. No ocurre lo mismo con el verbo divergir, de la misma raíz que el anterior y de introducción también reciente, aunque no ha dejado de incluirse la variante diverger en algunos diccionarios, como en el de Argentinismos de Lisandro Segovia, 1911. En contraste con divergir es la forma emerger la que se mantiene hasta hoy, a pesar de que algunos diccionarios recogen también la variante emergir.

c) Tratamos a continuación de caracterizar fono-lógicamente los verbos regulares de las tres conjugaciones atendiendo al vocalismo de su raíz (penúltima sílaba del infinitivo).

1.o Son regulares todos los verbos de la 1.a conjugación que tienen a, i o u en la raíz, excepto andar, su compuesto desandar y jugar.

2.o Son regulares todos los verbos de la 1.a conjugación que tienen diptongo en la penúltima sílaba del infinitivo. Todos los diptongos propios pueden figurar en esta posición: envainar, peinar, cohibir, defraudar, adeudar; apiadar, inquietar, gestionar, aguantar, frecuentar; arruinar, enviudar. A veces también diptongos impropios: ahorrar, ahogar, empeorar. Son escasos los que deshacen el diptongo en las formas fuertes: co-híbo, a veces arru-ino. El diptongo impropio se deshace siempre en esas formas: a-horro, a-hogo, empe-oro.

3.o Son regulares todos los verbos de la 1.a conjugación cuyo infinitivo termina en -aar, -ear, -iar, -oar, -uar. Este carácter no va nunca unido al del punto anterior, excepto en desahuciar y en algún otro verbo de uso muy raro, como acuantiar.

4.o Ningún verbo, regular ni irregular, presenta vocalismo i-er ni u-er en la 2.a conjugación.

5.o Los escasos verbos de la 3.a conjugación que presentan diptongo en la penúltima sílaba del infinitivo, son todos regulares: aplaudir, disuadir, persuadir, reunir y algún otro.

juanerick
25/06/2003, 20:31
CONJUGACIÓN IRREGULAR

Introducción.

a) Como ya hemos visto (§ 2.10.1c), las irregularidades que se presentan en la conjugación española, con raras excepciones de que hablaremos más adelante, afectan a la raíz verbal. Son pocos los casos en que estos cambios de la raíz proceden de la lengua latina. Así, en parte, los perfectos fuertes. En su conjunto, las irregularidades son resultado de la acción de las leyes fonéticas sobre el sistema entero de la lengua española. El estudio de esta acción compleja, en todas sus fases históricas, está reservado a obras especiales. En la exposición que sigue nos limitamos, dentro de lo posible, a la determinación de los caracteres puramente formales que definen y clasifican una irregularidad dada, entendiéndose que el empleo de fórmulas genéticas como «se agrega a», «procede de», «tiene prelación sobre», etc., no pasa de ser un recurso convencional al que acudimos en defecto de fórmulas adecuadas para la descripción de un estado, no un proceso, lingüístico.

Para la entera descripción de una irregularidad determinada hay que tener en cuenta dos series de datos: 1.o, los que se refieren a su estructura fonológica, y 2.o, los que se refieren a su extensión (formas flexivas, conjugaciones y verbos en que aparece). Los examinamos sumariamente a continuación.

b) La irregularidad puede ser vocálica, consonántica o mixta.

1.o Irregularidad vocálica. La forma irregular presenta en la raíz una vocal más cerrada, pero del mismo timbre, que la vocal de la raíz, tal como esta raíz aparece en el infinitivo: de ped-ir, pid-ió; de mor-ir, mur-ió; o un diptongo creciente, siempre con vocal silábica e: de quer-er, quier-o; de volv-er, vuelv-o; de inquir-ir, inquier-o; de jug-ar, jueg-o. Estas seis irregularidades o variaciones: e/i (I), o/u (II), e/ie (III), o/ue (IV), i/ie (V), u/ue (VI), se presentan con cierta simetría fonológica, simetría que reaparece en la manera de estar distribuidas dentro de la flexión, como veremos.

2.o Irregularidad consonántica. Puede consistir en la sustitución de una consonante por otra (la consonante de la forma irregular es siempre sonora): hac-er, hag-a; hab-er, hay-a (VII), o en la adición de una consonante a la consonante final de la raíz del infinitivo: nac-er, nazc-o; sal-ir, salg-o; ven-ir, veng-o (VIII), o en la adición de una consonante a la última vocal de la raíz del infinitivo: hu-ir, huy-o; o-ír, oy-e (IX).

3.o Irregularidad mixta. Se produce por la sustitución de una vocal y una consonante por otra vocal y otra consonante, simultáneamente: dec-ir, dig-o; sab-er, sep-a; cab-er, quep-a (X), o por la agregación del grupo -ig- a la última vocal de la raíz: o-ír, oig-o; tra-er, traig-a (XI).

4.o En los párrafos finales de este capítulo se examinan las irregularidades que afectan al tema (di, haz ... doy, voy ...), o al tema y a la raíz simultáneamente (perfectos fuertes), así como algunas otras irregularidades de carácter excepcional por ser de sistematización más difícil que las examinadas hasta aquí: contracciones, verbos con más de una raíz, futuros y condicionales irregulares, participios y gerundios irregulares (§§ 2.12.6 a 2.12.12). En casi todos estos casos la irregularidad no suele presentarse sola, sino asociada a otra o a otras irregularidades dentro del verbo o de los pocos verbos a que se extiende.

c) Para la distribución de cada una de estas clases de irregularidades entre las formas del verbo y la conjugación a que pertenecen hay que atenerse a los datos siguientes:

1.o Las cuatro irregularidades vocálicas que consisten en un diptongo: variaciones (III), (IV), (V) y (VI) (apart. 1.o del § 2.12.1b anterior) afectan exclusivamente a las nueve formas fuertes del verbo, es decir, a las formas con acento de intensidad en el radical, que son: todo el singular y la 3.a persona de plural de los dos presentes (indicativo y subjuntivo) y el singular del imperativo (v. § 2.10.5). Así de acertar: acierto, aciertas, acierta, aciertan; acierte, aciertes, acierte, acierte; acierta. Estas irregularidades se hallan siempre, por lo tanto, condicionadas por el acento de intensidad. Aparecen en verbos que pertenecen a las tres conjugaciones -ar, -er, -ir, en la distribución que veremos.

2.o Las irregularidades vocálicas (I) y (II) afectan a todas las formas en que la sílaba que sigue a la raíz no contiene i silábica, que son: todo el singular y la 3.a persona de plural del presente de indicativo, así de pedir: pido, pides, pide, piden; todo el subjuntivo: pida, pidas, pida, pidamos, pidáis, pidan; en singular del imperativo: pide; las 3.as personas del perfecto simple: pidió, pidieron; todas las formas derivadas del mismo: pidiera ... pidiese .. pidiere..., y el gerundio: pidiendo, en contraste con las formas en que la sílaba que sigue a la raíz es una -i- silábica: ped-i-mos, ped-í-a, ped-i-r, ped-i-do, etc. Por consiguiente, esta irregularidad se halla condicionada, con independencia del acento de intensidad, por la presencia o no presencia de -i- silábica en el tema y, según esto, pertenece a verbos de la 3.a conjugación.

3.o A estas mismas formas —exceptuado el pretérito perfecto simple, sus tiempos derivados y el gerundio— afecta la irregularidad consonántica (IX) (apart. 2.o del § 2.12.1b anterior). Así de huir: huyo, huyes, huye; huya, huyas, huya, huyamos, huyáis, huyan; huye (para la -y- del gerundio huyendo y del perfecto simple y tiempos afines: huyó, huyeron, etc., véase § 2.12.1f, 1.o) en contraste con hu-i-mos, hu-í-s, etc. Por razón análoga a la del apartado anterior, esta irregularidad se extiende solo a verbos de la 3.a conjugación.

4.o Las restantes irregularidades consonánticas y las mixtas (aparts. 2.o y 3.o del § 2.12.1b anterior) se producen, con independencia del acento, en las formas con o temática del presente de indicativo y al mismo tiempo en las formas con a temática del presente de subjuntivo: Afectan, por consiguiente, a verbos de la 2.a y la 3.a conjugación. Así de valer: valgo, valga...; de salir: salgo, salga...; de oír: oigo, oiga; de caber: quepo, quepa...

d) Varía notablemente el número de verbos a que se extiende cada una de las irregularidades examinadas hasta aquí. Algunas se producen en uno o dos verbos. Así la variación u/ue (VI): jugar, o la variación i/ie (V): inquirir y adquirir. En algunos casos todos los verbos que poseen, con exclusión de otros, una determinada irregularidad presentan en el infinitivo una estructura común a partir de la vocal radical. Es el caso de inqu-irir y adqu-irir. Hablamos entonces resumidamente de verbos terminados en -irir, porque todos ellos, y solo ellos, contienen la variación de que se trata. Lo mismo ocurre con los verbos en -uir, cerca de cuarenta en total, del grupo (IX) (variación u/uy). Hablamos también de verbos en -edir porque todos los que presentan esta estructura aparecen sometidos a la variación e/i del grupo (I). Pero en este caso y otros semejantes, de la misma variación participan otros verbos de diferente, aunque análoga estructura: verbos en -egir, -etir, etc. La situación no es la misma, en cambio, por lo que hace a los verbos con variación vocálica e/ie, o/ue, grupos (III) y (IV). No existe para ellos la posibilidad de una caracterización formal que los abarque a todos bajo un infinitivo de estructura común, o bajo diversos infinitivos de estructuras análogas, como en el caso del grupo (I). De los dos verbos renovar y innovar, por ejemplo, de una misma estructura y hasta de una misma etimología, el primero diptonga y el segundo no. Lo mismo ocurre con otros pares: defender, ofender. Hablamos entonces de verbos en -o-ar (apart. [C]), -e-ar (apart. [b]), etcétera, recurriendo a una fórmula demasiado general que no caracteriza al grupo heterogéneo, pero que es útil a veces en nuestra exposición.

e) Ocurre con alguna frecuencia en la conjugación irregular española que dentro de un verbo o de un determinado grupo de verbos aparezcan dos o más irregularidades de clases diferentes. Todos los perfectos fuertes (excepto anduve) y los futuros y condicionales (para unos y otros, v. §§ 2.12.9 y 2.12.10), por ejemplo, pertenecen a verbos en los que se da alguna otra o algunas otras irregularidades. Llamamos especialmente la atención sobre el hecho de que algunas formas verbales aparecen sometidas a dos clases de irregularidades. Si las dos concurren dentro de un mismo verbo, una de ellas deja de actuar necesariamente. En la concurrencia de las irregularidades (VIII) y (III), como en tener y venir, (VIII) tiene la preferencia:


tengo
tenga

tienes
tengas

tiene
tenga

........
tengamos

........
tengáis

tienen
tengan



(Van en cursiva las formas en que deja de actuar (III), es decir, en ellas tien- cede en favor de teng-).

En la concurrencia de (I) con (III), por el contrario, como en sentir y otros muchos verbos, tiene la preferencia (III):


siento
sienta

sientes
sientas

siente
sienta

.........
sintamos

.........
sintáis

sienten
sientan



(En cursiva las formas en que deja de actuar (I), es decir, en ellas sint- cede en favor de sient-).

f) No parece necesario advertir que en la clasificación de las irregularidades no entran para nada las variaciones simplemente ortográficas, como sigo/sigue, dirigimos/dirijamos, hice/hizo, etc. Nazco no es una variante de nace por la presencia de z (tanto la z de nazco como la c de nace en este caso representan el fonema /**/, sino por la c, representación aquí del fonema /k/. La variación es, por consiguiente, /**/ ~ /**k/.

Algunas aparentes anomalías obedecen a principios generales fonológicos del sistema español y no constituyen tampoco, por consiguiente, irregularidad. Las enumeramos a continuación.

1.o Los verbos regulares leer, proveer, creer y los irregulares en -uir, así como caer, oír y sus compuestos tienen consonante y en el gerundio, en el tema de perfecto (3.as personas) y en el de los tiempos derivados del mismo: le-yendo, le-yó, le-ye-ron, le-ye-se ... o-yó ...hu-yó ... ca-yó ... etc., en vez de la vocal i de los verbos cuya raíz termina en consonante: tem-iendo, tem-ió, tem-ie-ron, tem-ie-se ... durm-ió, durm-ie-se ... val-ió, val-ie-se, etc. La imposibilidad de la delimitación silábica /lei.ó/ o /le.ió/, lo mismo que en el caso del plural de rey /**réy/: /**réi.es/ o /**ré.ies/, explica fonológicamente las formas le-yó, re-yes, con consonante y.

2.o Por razones análogas, tanto hierro, hiervo, de herrar, hervir, como yerro, yergo, de errar, erguir, son producto de la variación e/ie (I), pero con el fonema consonántico y, no con el vocálico no silábico i-.

3.o En el perfecto simple (3.as personas), en sus tiempos afines y en el gerundio de los verbos tañer, atañer y de los terminados en -añir, -iñir, -uñir y -ullir, todos ellos regulares, y en las mismas formas de los terminados en -eñir, todos irregulares, no se escribe la i propia del tema de los verbos de la 2.a y la 3.a conjugación.

g) Los tiempos compuestos no tienen más irregularidades que las del auxiliar haber y las de algunos participios. De unas y otras tratamos en epígrafes especiales de este capítulo (apart. [i] y § 2.12.11).

juanerick
25/06/2003, 20:33
Caracterización general de los verbos irregulares.

1.o Todos los verbos irregulares en -ar, con muy pocas excepciones, no tienen más irregularidades que una de las dos variaciones e/ie (III), o/ue (IV) y solo esa.

2.o Los verbos de la 3.a conjugación de estructura -e-ir, con muy raras excepciones, son todos irregulares (aparts. [A] y [b], 3.o).

3.o Los imperfectos de indicativo carecen de irregularidades, salvo muy raras excepciones, que se reducen casi exclusivamente a los imperfectos, heredados del latín, era e iba, de los verbos de raíz múltiple ser e ir (§ 2.12.8).

4.o Existe cierto grado de simetría formal en las irregularidades, como hemos observado ya especialmente en las irregularidades vocálicas, su distribución y su concurrencia. Refiriéndose a las irregularidades del verbo castellano hablaba ya Bello (nota XI de su Gramática) de la «regularidad... de sus mismas irregularidades».

Irregularidades vocálicas.

[A] Variación e/i (I). Aparece i y no e en la raíz cuando el vocalismo de la sílaba siguiente no es simplemente -i- (es decir, no consiste en i silábica). Esta irregularidad se extiende solamente a verbos de la 3.a conjugación (esquema: -e-ir)


pid-o
pid-a


pid-e-s
pid-a-s

Presentes
pid-e
pid-a


ped-i-mos
pid-a-mos


ped-í-s
pid-á-is


pid-e-n
pid-a-n

Imperativo
pid-e


ped-i-d


ped-í


ped-i-ste

Perfecto simple
pid-ió


ped-i-mos


ped-i-steis


pid-ie-ron

Tiempos derivados
pid-ie-ra, pid-ie-ras ... pid-ie-se,

del perfecto simple
pid-ie-se-s ...


pid-ie-re, pid-ie-res ...

Formas no personales
pedir, pedido, pid-iendo.


Se extiende esta irregularidad a los verbos servir y deservir y además a todos los verbos cuyo infinitivo presenta en su estructura una de las terminaciones siguientes (algunas de ellas pertenecen a un verbo único)

-ebir: concebir.

-edir: medir, desmedirse, comedir, descomedirse, remedir; pedir, despedir, impedir, expedir y reexpedir.

-egir: elegir, reelegir, colegir, recolegir; regir, corregir.

-eguir: seguir, conseguir, perseguir, proseguir, reseguir y subseguir.

-emir: gemir.

-enchir: henchir, rehenchir.

-endir: rendir.

-eñir: ceñir, desceñir; constreñir (o costreñir), estreñir; heñir; reñir; teñir, desteñir, reteñir.

-estir: vestir, desvestir, investir, revestir, sobrevestir, travestir; embestir.

-etir: derretir; competir, repetir.

Todos los verbos terminados em -eír, que son: desleír; engreírse; freír, refreír, sofreír; reír, sonreír, se acomodan a este mismo paradigma. Agregan siempre, por otra parte, la irregularidad vocálica que consiste en suprimir la i de los diptongos io, ie, propios de los temas de perfecto (3.as personas), y la i del diptongo ie, propio de todas las formas flexivas derivadas del perfecto simple y del gerundio (señalamos con asterisco esta irregularidad secundaria y con un punto, como hicimos en el Cáp. 1.4, el límite silábico entre vocales, para marcar bien el hiato de estos verbos).


rí-o
rí-a


rí.e-s
rí.a-s

Presentes
ri.e
rí.a


re.í.-mos
ri.a-mos


re.í-s
ri.á-is


rí.e-n
rí.a-n

Imperativo
rí.e


re.i.d


re.í


re.í-ste

Perfecto simple
*ri.ó


re.í-mos


re.í-steis


*ri.e-ron

Tiempos derivados

del perfecto simple
*ri.e-ra, *ri.e-ras ... *ri.e-se, *ri.e-se-s ... *ri.e-re, *ri.e-re.s ...

Formas no personales
re.ír, *ri.endo, re.ído.


Esta supresión de la i no silábica del tema no está condicionada, como en el caso de los verbos en -eñir, por razones fonológicas de alcance general y debe considerarse como verdadera irregularidad.

Para el verbo decir y sus compuestos, a los que se extiende también la variación e/i, pero como irregularidad mixta y asociada además a otras clases de irregularidad, véase el § 2.12.14.

[b] Variación e/ie (III). La raíz presenta ie en vez de e en todas las formas fuertes de la flexión (singular y 3.a persona de plural de los dos presentes y singular del imperativo).

1.o Verbos de 1.a conjugación (esquema: e-ar).


aciert-o
aciert-e


aciert-a-s
aciert-e-s

Presentes
aciert-a
aciert-e


acert-a-mos
acert-e-mos


acert-á-is
acert-é-is


aciert-a-n
aciert-e-n

Imperativo
aciert-a


acert-a-d


Se extiende esta irregularidad a los verbos siguientes:

Acertar, desacertar;

Adestrar;

Alebrarse ‘acobardarse’;

Alentar, desalentar;

Apacentar;

Apernar, despernar, entrepernar;

Apretar, desapretar, reapretar;

Arrendar ‘dar o tomar en arriendo’, desarrendar, subarrendar;

Arrendar ‘sujetar por las riendas’;

Aterrar ‘derribar, abatir’, desterrar, enterrar, desenterrar, soterrar;

Atravesar;

Calentar, recalentar;

Cegar;

Cerrar, encerrar, desencerrar;

Cimentar;

Comenzar;

Concertar, desconcertar;

confesar;

Dentar ‘echar los dientes’, ‘formar dientes a una cosa’, endentar, desdentar;

Derrengar;

Deslendrar;

Desmembrar;

Despertar;

Despezar;

Emparentar;

Empedrar, desempedrar;

Empezar;

Encomendar, recomendar;

Enhestar ‘poner enhiesto’;

Enmendar, remendar;

Enlenzar;

Ensangrentar;

Errar;

Estregar, restregar;

Fregar, refregar, transfregar (o trasfregar);

Gobernar, desgobernar;

Helar, deshelar;

Herbar, desherbar;

Herrar, desherrar, reherrar;

Incensar;

Infernar;

Invernar (o hibernar, hoy menos frecuente), desinvernar;

Manifestar;

Melar, amelar, desmelar, enmelar;

Mentar;

Merendar;

Negar, abnegar, denegar, desnegar, renegar, derrenegar;

Nevar, desnevar;

Pensar, repensar;

Plegar, desplegar, replegar;

Quebrar, aliquebrar, perniquebrar, requebrar, resquebrar;

Recentar ‘poner la levadura’;

Regar, sorregar;

Regimentar ‘reducir a regimientos varias compañías o partidas sueltas’;

Retentar ‘volver a amenazar la enfermedad’ (lat. retenãre);

Reventar;

Salpimentar;

Sarmentar;

Segar, resegar;

Sembrar, resembrar, sobresembrar;

Sentar, asentar, desasentar;

Serrar, aserrar;

Sosegar, desasosegar;

Templar, destemplar;

Tentar (lat. temptãre), atentar, desatentar ‘hacer perder el tiento’, destentar ‘quitar la tentación’);

Trasegar;

Tropezar;

Ventar, aventar, desventar, reaventar.

Se extiende también a todos los verbos cuyo infinitivo termina en -emblar, que son: temblar y su compuesto retemblar.

juanerick
25/06/2003, 20:35
2.o Verbos de la 2.a conjugación (esquema: -e-er).


tiend-o
tiend-a


tiend-e-s
tiend-a-s

Presentes
tiend-e
tiend-a


tend-e-mos
tend-a-mos


tend-é-is
tend-á-is


tiend-e-n
tiend-a-n

Imperativo
tiend-e


tend-e-d


Se extiende esta irregularidad a los verbos:

Ascender, descender, trascender (o trascender), condescender;

Defender;

Encender;

Heder;

Hender;

Tender, atender, contender, distender, entender, extender, subtender, coextenderse, desatender, desentenderse, sobreentender (o sobrentender), subentender;

Y además a todos los verbos cuyo infinitivo presenta en su estructura una de las terminaciones siguientes (algunas de ellas pertenecen a un verbo único):

-erder: perder;

-erner: cerner;

-erter: verter, reverter ‘rebosar, verter, derramar’, sobreverterse, trasverter.

Poseen esta misma variación, pero asociada a otras irregularidades, los verbos querer, tener y sus compuestos (v. § 2.12.14).

3.o Verbos de la 3.a conjugación (esquema: -e-ir).


disciern-o
disciern-a


disciern-e-s
disciern-a-s

Presentes
disciern-e
disciern-a


discern-i-mos
discern-a-mos


discern-í-s
discern-á-is


disciern-e-n
disciern-a-n

Imperativo
disciern-e


discern-i-d


Siguen esta irregularidad:

Cernir, discernir, concernir;

Hendir.

Poseen esta misma irregularidad, pero asociada a otras, el verbo venir y sus compuestos (v. § 2.12.14).

[C] Variación o/ue (IV). La raíz presenta ue en vez de o en todas las formas fuertes de la flexión (singular y 3.a persona de plural de los dos presentes y singular del imperativo).

1.o Verbos de la 1.a conjugación (esquema: -o-ar):



suen-o
suen-e


suen-a-s
suen-e-s

Presentes
suen-a
suen-e


son-a-mos
son-e-mos


son-á-is
son-é-is


suen-a-n
suen-e-n

Imperativo
suen-a


son-a-d



Se extiende esta irregularidad a los verbos siguientes:

Abuñolar;

Acordar. ‘poner de acuerdo’, concordar ‘estar de acuerdo’, desacordar ‘estar en desacuerdo’, discordar ‘discrepar’;

Acordar ‘volver uno en su juicio, despertar’, acordarse ‘recordar’;

Acornar, descornar, mancornar;

Acostar, recostar;

Almorzar;

Amoblar;

Amolar;

Apostar;

Asolar ‘poner por el suelo, destruir, arrasar’;

Avergonzar, desvergonzarse;

Azolar;

Clocar, aclocar, enclocar;

Colar, escolar, recolar, trascolar;

Consolar, desconsolar, desolar;

Contar, descontar, recontar;

Costar;

Degollar;

Denostar;

Derrocar ‘derribar’;

Descollar;

Descordar, encordar, desencordar;

Desflocar;

Desmajolar;

Desollar;

Desosar;

Dolar;

Emporcar;

Encorar ‘cubrir con cuero’;

Encovar ‘encerrar, guardar’;

Engorar, de güero (también huero);

Engrosar, desengrosar;

Entortar;

Follar y afollar ‘soplar con fuelle’;

Forzar, esforzar, reforzar;

Hollar, rehollar;

Mostrar, demostrar;

Poblar, despoblar, repoblar;

Probar, aprobar, comprobar, desaprobar, improbar, reprobar;

Recordar ‘despertar’, ‘tener recuerdo de algo’;

Regoldar;

Renovar;

Resollar;

Rodar;

Rogar;

Solar, sobresolar;

Soldar, desoldar;

Soltar;

Sonar, asonar ‘asonantar’, consonar, disonar, malsonar, resonar;

Soñar, ensoñar, trasoñar;

Tostar, retostar;

Trascordarse;

Trocar, destrocar, trastrocar y traslocar;

Tronar, atronar, retronar;

Volar, revolar, trasvolar;

Volcar, revolcar;

Y además a todos los verbos cuyos infinitivos presentan en su estructura una de las terminaciones siguientes (la segunda pertenece a un solo verbo):

-olgar: colgar, descolgar; holgar;

-ontrar: encontrar.

2.o Verbos de la 2.a conjugación (esquema: -o-er):


vuelv-o
vuelv-a


vuelv-e-s
vuelv-a-s

Presentes
vuelv-e
vuelv-a


volv-e-mos
volv-a-mos


volv-é-is
volv-á-is


vuelv-e-n
vuelv-a-n

Imperativo
vuelv-e


volv-e-d


Se extiende esta irregularidad a los verbos cocer, escocer, recocer y además a todos los verbos cuyo infinitivo presenta en su estructura una de las terminaciones siguientes:

-oler: oler; doler, condoler; moler, demoler; soler.

-olver: absolver, disolver, resolver; volver, devolver, envolver, revolver, desenvolver.

-orcer: torcer, retorcer.

-order: morder, remorder.

-over: llover; mover, conmover, promover, remover.

El verbo poder participa también de esta irregularidad, asociada a otras irregularidades (v. § 2.12.14).

[D] La variación e/i (I) y la variación e/ie (III) concurren en un mismo verbo. En cuanto a la distribución de las variantes (v. § 2.12.1e), se emplea -i- en todas las formas en que es de uso en un verbo con variación e/i (apart. [A], pero cede en favor de -ie- en todas las formas fuertes de los presentes y del imperativo; en las formas restantes se emplea -e-.

Afecta, por consiguiente, a verbos de la 3.a conjugación.


sient-o
sient-a


sient-e-s
sient-a-s

Presentes
sient-e
sient-a


sent-i-mos
sint-a-mos


sent-í-s
sint-á-is


sient-e-n
sient-a-n

Imperativo
sient-e


sent-i-d


sent-í


sent-i-ste

Perfecto simple
sint-ió


sent-i-mos


sent-i-steis


sint-ie-ron

Tiempos derivados

del perfecto simple
sint-ie-ra, sint-ie-ras ... sint-ie-se, sint-ie-se-s ...

sint-ie-re, sint-ie-re-s ...

Formas no personales
sentir, sentido, sint-iendo


Se extiende esta concurrencia de irregularidades a los verbos hervir y rehervir y además a todos los verbos que presentan en su estructura una de las terminaciones siguientes:

-entir: arrepentirse; mentir, desmentir; sentir, asentir, consentir, disentir, presentir, resentir, desconsentir.

-erir: adherir; conferir, deferir, diferir, inferir, preferir, proferir, referir, transferir (y trasferir); digerir, ingerir ‘introducir alimentos por la boca’; sugerir; herir, malherir, reherir ‘rebatir’, zaherir; injerir ‘insertar’; requerir.

-ertir: advertir, controvertir, convertir, divertir, invertir, pervertir, revertir, subvertir, desadvertir.

Erguir suele conjugase como los verbos de este grupo:

Yergo, yergues, yergue, erguimos, erguís, yerguen;

Yerga, yergas, yerga, irgamos, irgáis, yergan;

Yergue, erguid;

Erguí, erguiste, irguió, erguimos, erguisteis, irguieron;

Irguiese, irguieses... irguiera, irguieras... irguiere, irguieres...;

Erguir, erguido, irguiendo.

Pero las formas fuertes de los presentes y del imperativo aparecen frecuentemente, sobre todo desde el siglo XIX, con vocal -i-, como las de un verbo con variación e/i (v. apart. [A]: irgo, irgues... irga, irgas...

juanerick
25/06/2003, 20:37
[E] La variación o/u (II) y la variación o/ue (IV) concurren en un mismo verbo. La distribución de las tres variantes o/u/ue entre las diferentes formas es simétrica a las de las variantes e/i/ie del grupo anterior [D]:


duerm-o
duerm-a


duerm-e-s
duerm-a-s

Presentes
duerm-e
duerm-a


dorm-i-mos
durm-a-mos


dorm-í-s
durm-á-is


duerm-e-n
duerm-a-n

Imperativo
duerm-e


dorm-i-d


dorm-í


dorm-i-ste

Perfecto simple
durm-ió


dorm-i-mos


dorm-i-steis


durm-ie-ron

Tiempos derivados

del perfecto simple
durm-ie-ra, durm-ie-ra-s ... durmie-se, durm-ie-se-s ... durm-ie-re, durm-ie-re-s ...

Formas no personales
dormir, dormido, durm-iendo


Se extiende esta doble variación a todos los verbos terminados en -orir y -ormir, que son:

Morir, entremorir, premorir;

Dormir, adormir.

[F] Variación de e/i (I). Se emplea -ie- en las formas fuertes de los presentes y en el imperativo:


adquier-o
adquier-a


adquier-e-s
adquier-a-s

Presentes
adquier-e
adquier-a


adquir-i-mos
adquir-a-mos


adquir-í-s
adquir-á-is


adquier-e-n
adquier-a-n

Imperativo
adquier-e


adquir-i-d


Poseen esta irregularidad los verbos en -irir, que son: adquirir e inquirir.

[G] Variación u/ue (VI). Se emplea la variante -ue- en lugar de -u- en todas las formas fuertes de los presentes y del imperativo. Esta irregularidad aparece solo en el verbo jugar.


jueg-o
jueg-a


jueg-a-s
juegu-e-s

Presentes
jueg-a
juegu-e


jug-a-mos
jugu-e-mos


jug-á-is
jugu-é-is


jueg-a-n
juegu-e-n

Imperativo
jueg-a


jug-a-d


2.12.4. Irregularidades consonánticas.

1.o Sustitución de una consonante por otra. (Variación VII).

[H] Variación / ~ /g/, escrita c/g (VII). Se emplea la variante /g/ en lugar de /***/ en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el presente de subjuntivo:

hag-o
hag-a

hac-e-s
hag-a-s

hac-e
hag-a

hac-e-mos
hag-a-mos

hac-é-is
hag-á-is

hac-e-n
hag-a-n


Poseen esta irregularidad el verbo hacer y sus compuestos contrahacer, deshacer y rehacer.

A la irregularidad consonántica señalada se asocian en estos verbos la apócope en el singular del imperativo (v. § 2.12.7):

Haz,

El perfecto fuerte (v. § 2.12.9), con las formas de subjuntivos que de él se derivan (v. § 2.10.4a):

Hice, hiciste, hizo, hicimos, hicisteis, hicieron;

Hiciera, hiciese, hiciere; hicieras, hicieses, hicieres, etc.,

Y el futuro y el condicional basados en el infinitivo contracto har- (v. § 2.10.10):

Haré, harás; haría, harías, etc.

Sigue este mismo paradigma satisfacer, que conserva la -f- del latín fac**ere (= hacer) en todas las formas de la flexión:

Satisfago, satisfaces... satisfaga, satisfagas... etc.;

Satisfaz (pero también sin apocopar: satisface);

Satisfacía, satisfacías, etc.;

Satisfice, satisficiste, etc.;

Satisficiera, satisficiese, satisficiere; satisficieras, satisficieses, satisficieres, etc.

El verbo yacer tiene una 1.a persona de singular del presente de indicativo y un presente de subjuntivo con la misma irregularidad que hacer: yago, yagas, yaga, yagamos, yagáis, yagan (v. apart. [K] siguiente).

[i] Variación b/y (VII). Se emplea la variante y en el presente de subjuntivo:

Hay-a

Hay-ha-s

Hay-a

Hay-ha-mos

Hay-á-is

Hay-ha-n

Solo el verbo haber posee esta irregularidad. Se asocian, además, a ella las siguientes:

Contracción en el presente de indicativo. Algunas personas presentan doble forma, regular e irregular. Se imprimen en cursiva las irregulares:

He

Has

Ha

Hemos, habemos

Heis, habéis

Han

Tiene también perfecto fuerte (v. § 2.12.9), con las formas de subjuntivo que de él se derivan (v. § 2.10.4a):

Hube, hubiste, hubo, hubimos, hubisteis, hubieron;

Hubiera, hubiese, hubiere; hubieras, hubieses, hubieres, etc.,

Y futuro y condicional sincopados (v. § 2.12.10):

Habré, habrás, habrá, habremos, habréis, habrán;

Habría, habrías, habría, habríamos, habríais, habrían.

El imperativo carece de singular.

El verbo haber desempeña las siguientes funciones principales (v. a continuación los apartados 1 y 2):

1. Sus formas simples entran en la composición de los tiempos compuestos de todos los verbos (regulares e irregulares; transitivos, intransitivos y reflexivos) y en las perífrasis verbales con de + infinitivo: he amado... había amado... hube amado... etc.; he de amar... había de amar... hube de amar... etc. Hoy se emplea raramente en la lengua común el presente regular habemos en vez del irregular hemos del cuadro anterior (habemos de comenzar, Ortega y Gasset, Obras completas, I, ed. 4.a, 1906, Pág. 39), y es acaso más inusitado todavía o completamente inusitado el irregular heis en vez de regular habéis del mismo cuadro.

2. Las 3.as personas de singular de los tiempos simples y compuestos de haber (casi no se usa hubo habido) se emplean en frases sin sujeto, con un complemento directo nominal o pronominal más frecuentemente indeterminado, para designar la existencia, situación, acaecimiento, etc., de lo significado por el complemento directo: Ha habido alguien, Hubo muchos contratiempos, Habrá fiesta, Había mucho por hacer, mucho que decir, etc. Al mismo origen se remonta la fórmula Habría que hacer mucho (procedente de Habría mucho que hacer), extendida luego a verbos intransitivos: Habría que irse. En estos y otros casos análogos el presente adopta la forma hay: Hay nieve, Hay que ver, Hay quien dice, No las hay ahora, etc.

Se emplea también el presente ha en vez de hay en fórmulas hechas: No ha lugar, y fuera de ellas: Allá no ha misericordia (J. Hernández, Martín Fierro). También para fijar el transcurso de un tiempo determinado (lo mismo que había, habrá): No ha mucho tiempo que vivía un hidalgo (Cervantes, Quijote, I, 1); Habrá ocho días que una espía doble dio noticia de mi habilidad (Id., Rinconete y Cortadillo).

3. El uso de las restantes formas de haber, simples o compuestas, con valor transitivo (= tener) y en construcciones con sujeto gramatical es enteramente extraño al español de hoy, fuera de algunas reliquias de la época antigua y clásica: No he menester de..., Mal haya mi suerte, Allá se las haya, Habida cuenta..., etc.

4. El verbo haber es, por consiguiente, un verbo defectivo (v. § 2.12.13): en su función de auxiliar solo utiliza los tiempos simples (punto 1 anterior) y en su función de impersonal solo utiliza las 3.as personas de singular de todos los tiempos (punto 2 anterior).

2.o Adición de una consonante a la consonante final de la raíz (variación VIII).

[J] Variación /**/ ~ /**k/, escrita c/zc (VIII). Se emplea /**k/ en lugar de /**/ en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el subjuntivo:

parezc-o
parezc-a

parec-e-s
parezc-a-s

parec-e
parezc-a

parec-e-mos
parezc-a-mos

parec-é-is
parezc-á-is

parec-e-n
parezc-a-n


Se extiende esta irregularidad a todos los verbos en -ecer (exceptuados los regulares mecer y remecer), todos ellos incoativos heredados del latín o formados en español según modelos latinos. De la misma irregularidad participan, además de los verbos en -ecer (el más extenso de todos los grupos de verbos irregulares españoles, con más de doscientos verbos hoy en uso), los incoativos también heredados nacer y renacer; pacer y repacer; conocer, reconocer, preconocer (este de poco uso, como ya en latín) y desconocer, formado en español.

Se extiende analógicamente esta irregularidad al verbo heredado, pero no incoativo en latín, lucir y a sus compuestos de origen latino entrelucir, prelucir, relucir, traslucir (y translucir) y a los compuestos de la misma etimología formados en español: deslucir y enlucir.

También participan por analogía de esta irregularidad los verbos heredados, tampoco incoativos en latín, todos ellos de un mismo étimo: aducir, conducir, deducir, educir, inducir, introducir, producir, reducir, seducir y traducir.

A esta irregularidad se asocia en estos últimos verbos un perfecto fuerte (v. § 2.12.9), con las formas de subjuntivo que de él se derivan:

Aduje, adujiste, adujo, adujimos, adujisteis, adujeron;

Adujera, adujese, adujere; adujeras, adujeses, adujeres, etc.

Se acomodan también a la conjugación de los incoativos, aunque tampoco lo eran en latín, placer, complacer y los compuestos españoles aplacer, desplacer y displacer.

plazc-o
plazc-a

plac-e-s
plazc-a-s

plac-e
plazc-a

plac-e-mos
plazc-a-mos

plac-é-is
plazc-á-is

plac-e-n
plazc-a-n


Son regulares en los demás tiempos y modos, pero junto al perfecto simple regular plací, placiste, plació... y las formas de subjuntivo que se derivan de él: placiera, placiese, placiere..., se usa, y sobre todo se usó, en las 3.as personas (especialmente en las de singular) un perfecto simple fuerte (v. § 2.12.9):

Plugo; pluguiera, pluguiese, pluguiere,

Y para la 3.a persona de singular del presente de subjuntivo una forma plega (v. apart. [Q]) usada como plazca.

El verbo yacer, tampoco incoativo, ha desarrollado también por analogía una serie de presentes con -zc- (v. apart. [J]):

Yazco; yazca, yazcas, yazca, yazcamos, yazcáis, yazcan

(Véase también apart. [K] siguiente).

[K] Variación /**/ ~ /**g/, escrita c/zg (VIII). SE emplea /**g/ en lugar de /**/ en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el subjuntivo.

yazg-o
yazg-a

yac-e-s
yazg-a-s

yac-e
yazg-a

yac-e-mos
yazg-a-mos

yac-é-is
yazg-á-is

yac-e-n
yazg-a-n


Esta irregularidad es privativa del verbo yacer, que posee, además de esta serie de presentes con -zg-, otra serie con -zc- (apart. [J] anterior) y una tercera con solo -g- (apart. [H]: yago; yagas, yaga, yagamos, yagáis, yagan.

[L] Variación s/sg (VIII). Se emplea sg y no s en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el presente de subjuntivo:

asg-o
asg-a

as-e-s
asg-a-s

as-e
asg-a

as-i-mos
asg-a-mos

as-í-s
asg-á-is

as-e-n
asg-a-n


Esta irregularidad es privativa del verbo asir y de su compuesto desasir.

[M] Variación n/ng (VIII). Se emplea ng y no n en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el presente de subjuntivo:

pong-o
pong-a

pon-e-s
pong-a-s

pon-e
pong-a

pon-e-mos
pong-a-mos

pon-é-is
pong-á-is

pon-e-n
pong-a-n


Se extiende esta irregularidad a todos los verbos terminados en -oner, que son poner y sus compuestos anteponer, componer, contraponer, deponer, disponer, exponer, imponer, interponer, oponer, posponer, preponer, proponer, reponer, sobreponer, suponer, superponer, transponer (y trasponer), yuxtaponer, descomponer, recomponer, indisponer, predisponer, presuponer.

Todos ellos tienen un perfecto fuerte (v. § 2.12.9) en las formas de subjuntivo de él derivadas:

Puse, pusiste, puso, pusimos, pusisteis, pusieron;

Pusiera, pusiese, pusiere; pusieras, pusieses, pusieres, etc.

Tienen futuro y condicional irregulares (v. § 2.12.10):

Pondré, pondrás, pondrá... pondría, pondrías, pondría...

Y un imperativo singular sin vocal temática (v. § 2.12.7):

Pon.

Poseen también la misma variación n/ng en los presentes todos los verbos terminados en -ener-, que son tener y sus compuestos abstenerse, atenerse, contener, detener, entretener, mantener, obtener, retener y sostener, pero concurre con ella en los presentes la variación vocálica e/ie (III), de tal modo que en la 1.a persona de singular de indicativo y en todo el presente de subjuntivo aparece la irregularidad consonántica con la variante ng en vez de n, y en las restantes formas fuertes del presente de indicativo la irregularidad vocálica con la variante ie en vez de e:

teng-o
teng-a

tien-e-s
teng-a-s

tien-e
teng-a

ten-e-mos
teng-a-mos

ten-é-is
teng-á-is

tien-e-n
teng-a-n


El singular del imperativo carece de vocal temática, como el del verbo anterior poner (v. § 2.12.7), y además no diptonga a pesar de ser forma fuerte (v. el paradigma de la variación e/ie en el apartado [b] 2.o:

Ten.

Por otra parte, tener y sus compuestos se caracterizan además por un perfecto simple fuerte (v. § 2.12.9), del que se derivan las formas del subjuntivo en -ra, -se, -re:

Tuve, tuviste, tuvo, tuvimos, tuvisteis, tuvieron;

Tuviera, tuviese, tuviere; tuvieras, tuvieses, tuvieres...

Y por un futuro y un condicional irregulares (v. § 2.12.10):

Tendré, tendrás... tendría, tendrías...

La misma irregularidad n/ng se extiende finalmente a los presentes de todos los verbos terminados en -enir, que son venir, y sus compuestos avenir, contravenir, convenir, devenir, intervenir, prevenir, provenir, revenir, sobrevenir, subvenir, supervenir, desavenirse, desconvenir, disconvenir y reconvenir, con la que concurre, como en el grupo anterior de tener y sus compuestos, la irregularidad vocálica e/ie y en las mismas condiciones:

veng-o
veng-a

vien-e-s
veng-a-s

vien-e
veng-a

ven-i-mos
veng-a-mos

ven-í-s
veng-á-is

vien-e-n
veng-a-n


La forma del singular del imperativo es análoga a la de tener (v. § 2.12.7):

Ven.

El perfecto simple es fuerte (v. § 2.12.9):

Vine, viniste, vino, vinimos, vinisteis, vinieron,

Y de él se derivan las formas en -ra, -re de subjuntivo:

Viniera, viniese, viniere; vinieras, vinieses, vinieres, etc.

El futuro y el condicional son irregulares (v. § 2.12.10):

Vendré, vendrás, vendrá... vendría, vendrías, vendría...

[N] Variación l/lg (VIII). La variante lg se emplea en las mismas personas de presente que sg y ng (aparts. [L] y [M]:

salg-o
salg-a

sal-e-s
salg-a-s

sal-e
salg-a

sal-i-mos
salg-a-mos

sal-í-s
salg-á-is

sal-e-n
salg-a-n


Afecta a todos los verbos terminados en -alir, que son salir y sus compuestos resalir y sobresalir.

Además, el imperativo de singular carece de vocal temática (v. § 2.12.7):

Sal,

Y son irregulares el futuro y el condicional (v. § 2.12.10):

Saldré, saldrás... saldría, saldrías...

La misma variación se presenta en todos los verbos terminados en -aler, que son valer y sus compuestos equivaler y prevaler:

valg-o
valg-a

val-e-s
valg-a-s

val-e
valg-a

val-e-mos
valg-a-mos

val-é-is
valg-á-is

val-e-n
valg-a-n


Con futuro y condicional irregulares (v. § 2.12.10):

Valdré, valdrás... valdría, valdrías...

El imperativo val es hoy más bien arcaico.

[O] Variación u/uy (IX). Se emplea uy y no u en todas las formas fuertes del presente de indicativo, en todo el presente de subjuntivo y en el imperativo singular:


huy-o
huy-a


huy-e-s
huy-a-s

Presentes
huy-e
huy-a


hu-i-mos
huy-a-mos


hu-í-s
huy-á-is


huy-e-n
huy-a-n

Imperativo
huy-e


hu-i-d


La irregularidad se extiende a todos los verbos cuyo infinitivo termina en -uir, que son;

Argüir, redargüir;

Circuir;

Concluir, excluir, incluir, recluir;

Constituir, destituir, estatuir, instituir, prostituir, restituir, sustituir;

Construir, destruir, instruir, obstruir, reconstruir;

Derruir, irruir;

Diluir ‘desleír’;

Disminuir;

Fluir, afluir, confluir, difluir, influir, refluir;

Fruir;

Gruir;

Huir, rehuir;

Imbuir;

Inmiscuir;

Intuir;

Luir ‘redimir’;

Luir ‘rozar, ludir’;

Tribuir, atribuir, contribuir, distribuir, retribuir.

Para la aparente anomalía huyó, huyera..., v. § 2.12.1f, 1.o

Análoga a la anterior es la variación o/oy (IX). Se extiende a todos los verbos cuyo infinitivo termina en -oir, que son oír y sus compuestos desoír, entreoír y trasoír. Pero en los verbos de este grupo concurre con la irregularidad mixta o/oig (XI) — v. apart. [R] —, de manera que la variante oy solo aparece en las formas fuertes del presente de indicativo, excluida la 1.a persona de singular, y en el imperativo singular, y la variante oig en esta 1.a persona del presente de indicativo y en todo el subjuntivo:


oig-o
oig-a


oy-e-s
oig-a-s

Presentes
oy-e
oig-a


o-í-mos
oig-a-mos


o-í-s
oig-á-is


oy-e-n
oig-a-n

Imperativo
oy-e


o-í-d


Para la aparente anomalía oyó, oyera..., véase la referencia antes citada.

juanerick
25/06/2003, 20:39
2.12.5. Irregularidades mixtas. — [P] Variación /e**/ ~ /ig/ (X). Se emplea /ig/ en lugar de /e**/ en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el subjuntivo:

dig-o
dig-a


dig-a-s


dig-a

dec-i-mos
dig-a-mos

dec-i-s
dig-a-n


En esta irregularidad mixta concurren la variación vocálica e/i (I) —v. apart [A] — y la variación consonántica /**/ ~ /g/ —apart. [H] —. Por eso la vocal i se mantiene en las restantes formas fuertes de indicativo:

dig-o
dig-a

dic-e-s
dig-a-s

dic-e
dig-a

dec-i-mos
dig-a-mos

dec-í-s
dig-á-is

dic-e-n
dig-a-n


Se extiende esta irregularidad al verbo decir y a sus compuestos: antedecir, contradecir, desdecir, interdecir, predecir, bendecir y maldecir. El imperativo singular de decir no solo pierde la vocal del tema, sino la consonante radical que la antecede: di, pero los compuestos tienen un imperativo regular: contradice, desdice, etc. A todos los verbos de este grupo les corresponde un perfecto simple fuerte (v. § 2.12.9) con las formas irregulares de subjuntivo que de él se derivan:

Dije, dijiste, dijo, dijimos, dijisteis, dijeron;

Dijese, dijera, dijere; dijeses, dijeras, dijeres, etc.

El condicional y el futuro de decir y de sus compuestos se basa en un infinitivo reducido dir- (v. § 2.12.10) que nunca aparece fuera de esta composición:

Diré, diría ... contradiré, contradiría ...;

Pero bendecir y maldecir tienen futuro y condicional regulares:

Bendeciré, bendeciría... maldeciré, maldeciría...

Es supervivencia del español antiguo la fórmula diz que (= dicen que), hoy dialectal o rústica muy extendida en los territorios americanos de habla española: Un cura diz que taba quiriendo mucho onde una niña (Ciro Alegría, Los perros hambrientos, I).

[Q] Variación ab/ep (X). Se emplea ep y no ab en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el presente de subjuntivo:

quep-o
quep-a

cab-e-s
quep-a-s

cab-e
quep-a

cab-e-mos
quep-a-mos

cab-é-is
quep-á-is

cab-e-n
quep-a-n


Afecta esta irregularidad al verbo caber. A ella se asocia un perfecto fuerte (v. § 2.12.9) y las formas irregulares de subjuntivo que de él se derivan:

Cupe, cupiste, cupo, cupimos, cupisteis, cupieron;

Cupiese, cupiera, cupiere; cupieses, cupieras, cupieres, etc.,

Y un futuro condicional irregular (v. § 2.12.10):

Cabré, cabrás... cabría, cabrías...

La misma irregularidad aparece en el verbo saber y su compuesto resaber, pero limitada al subjuntivo:

sep-a

sep-a-s

sep-a

sep-a-mos

sep-á-is

sep-a-n


La 1.a persona de singular del presente de indicativo es una forma reducida en la que se ha perdido la vocal del tema y la consonante que la precede, con cambio de la vocal radical, como en he de haber:

Sé.

Posee, como caber. un perfecto fuerte (v. § 2.12.9) y las formas irregulares de subjuntivo que se derivan de él:

Supe, supiste, supo, supimos, supisteis, supieron;

Supiese, supiera, supiere; supieses, supieras, supieres, etc.,

Además de un futuro y un condicional irregulares (v. § 2.12.10):

Sabré, sabrás... sabría, sabrías...

Una irregularidad mixta semejante, con variación /a**/ ~ /eg/, se da en la 3.a persona de singular del presente de subjuntivo del verbo placer y sus compuestos:

Plega (también plegue por adaptación a pese).

Que alterna en el uso con plazca (v. apart. [J]).

[R] Variación a/aig (XI). Se emplea aig en lugar de a en la 1.a persona de singular del presente de indicativo y en todo el presente de subjuntivo:

caig-o
caig-a

ca-e-s
caig-a-s

ca-e
caig-a

ca-e-mos
caig-a-mos

ca-é-is
caig-á-is

ca-e-n
caig-a-n


Afecta esta irregularidad al verbo caer y a sus compuestos decaer y recaer.

La misma irregularidad aparece en los presentes del verbo traer y de sus compuestos abstraer, atraer, contraer, detraer, distraer, extraer, retraer, substraer (y sustraer), desatraer:

Traigo, traiga, traigas, traiga, traigamos, traigáis, traigan.

Los verbos de este último grupo tienen, además, un perfecto fuerte (v. § 2.12.9) con las formas irregulares de subjuntivo que de él se derivan:

Traje, trajiste, trajo, trajimos, trajisteis, trajeron;

Trajese, trajera, trajere; trajeses, trajeras, trajeres, etc.

Presenta esta misma irregularidad el verbo raer:

Raigo; raiga, raigas, raiga, raigamos, raigáis, raigan,

Además de la variación a/ay (apart. [O] que tiene lugar en las mismas personas que la a/aig:

Rayo; raya, rayas, raya, rayamos, rayáis, rayan,

De menos uso que las anteriores.

[S] Del verbo roer se dice roo, roigo y royo en el indicativo; y roa, roas,... roiga, roigas,..., y roya, royas..., en el subjuntivo. En el indicativo (poco usado) es preferible roo (que consta, como loo, en los Diccionarios de Rengifo y Peñalver) a roigo y royo. En el subjuntivo no hay razón para desechar roa, roas (Yo te untaré mis versos con tocino/por que no me los ROAS, Gongorilla, Quevedo). El compuesto corroer es regular.

juanerick
25/06/2003, 20:41
2.12.6. Contracciones.

En contraste con la simetría:

Le-o; l-a, le-as... = ve-o; ve-a, ve-as...

Hay asimetría entre otras formas correlativas de estos mismos verbos:

Le-er; le-es, le-e...  v-er, ve-s, ve...

Desde el punto de vista de la estructura formal, decimos que hay contracción o reducción silábica en las formas del segundo verbo en las que falta una sílaba. La contracción aparece en el infinitivo, el gerundio, el presente de indicativo (exceptuada la 1.a persona de singular) y el imperativo del verbo ver y de sus compuestos antever, entrever, prever y rever:


veo
vea


ves
veas

Presentes
ve
vea


vemos
veamos


veis
veáis


ven
vean

Imperativo
ve


ved

Infinitivo
ver

Gerundio
viendo


Ver y sus compuestos tienen además un perfecto fuerte (v. § 2.12.9) y las formas irregulares de subjuntivo que de él se derivan:

Vi, viste, vio, vimos, visteis, vieron;

Viese, viera, viere; vieses, vieras, vieres, etc.,

La misma reducción silábica que en ve, ved, ver, viendo (frente a vea, veas...) del verbo de raíz múltiple ser (v. su conjugación completa en el § 2.12.8a).

Reducciones silábicas análogas a las que nos revela el contraste has, ha...  hayas, haya... del verbo haber (para estas contracciones y para la conjugación de haber, v. apart. [i]) se repiten en las formas vas, va... frente a vayas, vaya... del verbo de raíz múltiple ir (§ 2.12.8b).

Para la reducción en el presente sé de saber, v. apart. [Q]. Para el imperativo di de decir, v. apart [P].

Las reducciones silábicas que se dan en los futuros y condicionales irregulares pueden verse en el § 2.12.10.

2.12.8. Verbos con más de una raíz.

a) SER. Gran parte de las irregularidades de ser proceden del latín. En primer lugar, su doble raíz: fu- para el perfecto simple y tiempos afines: fui, fuiste... fuera... fuese... fuere... y s- o es- para los tiempos no perfectos: soy; es. En segundo lugar, el imperfecto de indicativo — único en la flexión latina — era, basado en la misma raíz es-. En tercer lugar, las anomalías que ofrece el pequeño grupo de verbos latinos con flexión atemática: lat. sum, es frente a lat. lego, legis. En romance se han suprimido algunas: somos, sois, son frente al lat. sumus, estis, sunt, pero se han introducido otras nuevas. Así, en el presente la 2.a persona de singular eres, procedente del futuro (eris), y el empleo de formas del verbo sed**ere en la flexión del presente de subjuntivo, del imperativo y en las formas nominales ser, siendo, con lo que el verbo ser español tiene tres raíces. El perfecto simple es fuerte (v. § 2.12.9). El futuro y el condicional son regulares.

Desarrollamos a continuación la flexión de ser en sus tiempos simples. Para los tiempos compuestos he sido, había sido, haya sido, etcétera, véase el Cáp. 2.11, donde basta sustituir por sido el participio de cualquiera de las tres conjugaciones en los tiempos compuestos. Se emplea ser más que cualquier otro verbo predicativo en la perífrasis pasiva de la lengua española y todavía hoy alguna vez como auxiliar de los tiempos perfectos de verbos intransitivos o reflexivos.



Indicativo
Subjuntivo


soy
sea

Presentes
eres
seas


es
sea


somos
seamos


sois
seáis


son
sean


Indicativo
Subjuntivo


era
fuese o fuera

Pretérito
eras
fueses o fueras

imperfecto
era
fuese o fuera


éramos
fuésemos o fuéramos


erais
fueseis o fuerais


eran
fuesen o fueran


fui

Pretérito
fuiste

perfecto
fue

simple
fuimos


fuisteis


fueron


seré
fuere


serás
fueres

Futuro
será
fuere


seremos
fuéremos


seréis
fuereis


serán
fueren


sería


serías

Condicional
sería


seríamos


seríais


serían



Imperativo



Sed

Formas no personales

Infinitivo
ser

Gerundio
siendo

Participio.
sido


b) IR. El verbo ire latino, a diferencia de esse, poseía una sola raíz (con variantes vocálicas cuantitativas), pero el romance sustituyó las formas flexivas de sus dos presentes y del imperativo singular por las procedentes del verbo latino vad**ere, y su perfecto simple y las formas de subjuntivo afines del mismo por fui... fuese... fuera... fuere (v. apart. anterior) del verbo ser, con lo que el verbo ir es también, como ser, un verbo de triple raíz. De la raíz originaria solo se han conservado en español las formas id, ir (y sus compuestos), yendo, ido y el imperfecto iba, ibas..., único por su estructura en el cuadro de la conjugación latina y de la española. Exponemos a continuación las formas simples de ir.


Indicativo
Subjuntivo


voy
vaya

Presentes
vas
vayas


va
vaya


vamos
vayamos


vais
vayáis


van
vayan

iba
fuese o fuera

Pretérito
ibas
fueses o fueras

imperfecto
iba
fuese o fuera

íbamos
fuésemos o fuéramos

ibais
fueseis o fuerais

iban
fuesen o fueran


fui

Pretérito
fuiste

perfecto
fue

simple
fuimos


fuisteis


fueron


iré
fuere


irás
fueres

Futuro
irá
fuere


iremos
fuéremos


iréis
fuereis


irán
fueren


iría


irías

Condicional
iría


iríamos


iríais


irían


Imperativo

Ve

Id

Formas no personales

Infinitivo
ir

Gerundio
yendo

Participio.
ido


El presente de subjuntivo vaya, vayas... (lat. vadam) es analógico de haya, hayas... (lat. habeam), no etimológico. En la 1.a persona de plural, junto a la forma analógica vayamos, existe la procedente de la forma etimológica: vamos (lat. vadãmus), idéntica a la de indicativo (lat. vad***imus). Su empleo ha quedado hoy reducido en general a las frases exhortativas: ¡vamos!, ¡vámonos!, mientras que vayamos es la forma de la subordinación: No consienten que nos vayamos. En el imperativo singular había que haber esperado vae, como cae, dada la simetría morfológica entre los imperativos latinos vade y cade. Es vulgar el imperativo ves, muy frecuente en la lengua hablada.

juanerick
25/06/2003, 20:44
2.12.9 Perfectos fuertes.

Del extenso repertorio de perfectos fuertes latinos solo un reducido número ha pasado al español. La acentuación fuerte se ha mantenido solo en la 1.a y 3.a persona de singular. En las formas de subjuntivo derivadas del perfecto ha desaparecido totalmente. La 3.a persona de singular ha adoptado la -o de los perfectos débiles: dijo como amó. Solo andar, sin tener perfecto fuerte en latín, lo ha creado analógico en español: anduve; acaso también querer. El radical latino, por otra parte, ha experimentado también transformaciones vocálicas y consonánticas. Enumeramos a continuación los perfectos fuertes que hoy pertenecen a la lengua general, ordenándolos por la vocal de la raíz:


con a:
traje, trajo
(de traer)





con i:
dije, dijo
(de decir)


hice, hizo
(de hacer)


quise, quiso
(de querer)


vine, vino
(de venir)





con u:
anduve, anduvo
(de andar)


conduje, condujo
(de conducir)


cupe, cupo
(de caber)


estuve, estuvo
(de estar)


hube, hubo
(de haber)


plugo
(de placer)


pude, puso
(de poder)


puse, puso
(de poner)


repuse, repuso
(de responder)


supe, supo
(de saber)


tuve, tuvo
(de tener)



La reducción de la 1.a y 3.a persona de singular de tres perfectos simples a formas monosílabas, producto de diversos procesos históricos, encubre el carácter de perfectos fuertes que fueron en su origen:

Vi, vio (de ver); di, dio (de dar); fui, fue (de ser y de ir).

La uniformidad morfológica que observábamos en los temas temporales de los perfectos fuertes (v. § 2.10.4d) se quiebra aquí, tanto en las 1.as personas con terminación -i, más cerca que -e de la terminación latina, como en la 3.a persona fue, la única 3.a persona de un perfecto fuerte que no ha sucumbido a la analogía de los perfectos débiles (con -ó). (Véase la flexión completa de estos tres tiempos en los §§ 2.12.6, 2.12.7 y 2.12.8a y b, respectivamente.)

El verbo responder, además de su perfecto simple regular respondí, conserva su perfecto fuerte originario repuse, repusiste... (Antiguo respuse del lat. *responsi por respondí) que coincide hoy con el perfecto fuerte de reponer. Esta coincidencia es causa de que la lengua literaria emplee a veces con la acepción de ‘replicar’ otros tiempos de reponer, no solo repuse.

El imperfecto y el futuro de subjuntivo de los verbos dotados de perfecto fuerte se forma sobre el tema de la 3.a persona de plural de dicho perfecto, lo mismo que el de los verbos regulares (v. apartado 2.o del § 2.10.4b).

2.12.10. Futuros y condicionales irregulares.

Un reducido número de verbos sincopan la -e- y la -i- de las terminaciones -er -ir de infinitivo cuando este entra en la formación del futuro y del condicional. Los verbos poner, tener, valer de la 2.a conjugación y sus compuestos, y salir, venir de la 3.a y sus compuestos, interponen además la oclusiva d entre la última consonante de la raíz y la r del infinitivo.

pondré,
pondría

tendré,
tendría

valdré,
valdría

saldré,
saldría

vendré,
vendría



Los verbos haber, caber, saber, querer y poder sincopan la vocal, sin interposición de consonante:

habré,
habría

cabré,
cabría

sabré,
sabría

querré,
querría

podré,
podría


Más profunda transformación experimentan hacer y decir, que pierden con la vocal e o i la consonante final de la raíz y modifican (o han modificado alguna vez) la vocal radical:

haré,
haría

diré,
diría


2.12.11 Participios irregulares.

a) Los participios irregulares se caracterizan por el hecho de que su acento de intensidad afecta a la última sílaba de la raíz. Comparten, pues, con los perfectos simples irregulares una misma particularidad acentual: son también participios fuertes. El verbo antiguo conquerir (lat. conquir**ere), por ejemplo, tenía un participio regular conquerido y al mismo tiempo un participio irregular conquisto. El primero, como también los participios en -ado, tiene el acento de intensidad sobre la vocal que sigue inmediatamente a la raíz: conquer-ído (señalamos con tilde el acento de intensidad). Es, pues, un participio débil. El segundo tiene el acento sobre la última vocal de la raíz: conquís (-to), variante de la raíz del infinitivo conquer (-ír). Es un participio fuerte. La misma diferencia se da entre malquerido y malquisto.

b) Todos los participios fuertes españoles, como casi todos los perfectos fuertes, son heredados del latín y constituyen como ellos un repertorio limitado, por lo menos en cuanto a los verbos simples. Los enumeramos por orden alfabético de los sufijos:

Dicho, de decir (y sus compuestos, menos bendecir y maldecir; véanse en el apart. [P]).

Hecho, de hacer (y sus compuestos; véanse en el apart. [H]).

Impreso, del regular imprimir.

Preso, del regular prender.

Abierto, del regular abrir (y sus compuestos entreabrir y reabrir).

Absuelto, de absolver (y los verbos de la misma etimología; véanse en el apart. [C] 2.o).

Cubierto, del regular cubrir (y sus compuestos descubrir, encubrir y recubrir)

-dito, de ben-decir y mal-decir.

Escrito, del regular escribir (y sus compuestos adscribir, describir, inscribir, manuscribir, prescribir, proscribir, rescribir, suscribir, transcribir, también trascribir).

Frito, de freír (y sus compuestos; véanse en el apart. [A]).

Muerto, de morir (y sus compuestos; véanse en el apart. [E]).

Puesto, de poner (y sus compuestos; véanse en el apart. [M]).

Roto, del regular romper.

Visto, de ver (y sus compuestos; véanse en el § 2.12.6).

Vuelto, de volver (y sus compuestos; véanse en el apart. [C] 2.o).

c) Junto a alguno de estos participios fuertes hay un participio débil, en general de creación romance: provisto y proveído, de proveer; preso y prendido, de prender; impreso e imprimido, de imprimir; frito y freído, de freír. Otras veces el participio débil acaba eliminando al participio fuerte: expendido a espeso, arrepentido a repiso, dividido a diviso, nacido a nato, o lo relega a la mera condición de adjetivo, privándolo de la capacidad para formar los tiempos compuestos y también casi siempre de la capacidad para formar la voz pasiva: así abstraído a abstracto, concluido a concluso, convencido a convicto, elegido a electo, incurrido a incurso. Suele ocurrir que el participio fuerte sobreviva como única forma del verbo a que perteneció en su origen (fijo del lat. fig**ere, harto del lat. farc**ire, suelto del esp. solver) y que el participio débil de un verbo en -ar derivado del participio fuerte desempeñe el mismo papel que el participio débil en los casos que acabamos de examinar, despojando al participio fuerte de su condición verbal. Así, fijado del verbo fijar derivado de fijo, hartado del verbo hartar derivado de harto, soltado de soltar derivado de suelto. Esta forma de derivación ayuda a explicar el proceso contrario, en virtud de cual un verbo en -ar es base de derivación de un adjetivo: cansar > part. cansado > Adj. canso. Fijo desempeña frente a fijado el mismo papel que canso frente a cansado.

d) Bendito y maldito, compuestos con una variante del participio fuerte dicho, son adjetivos y no se emplean en los tiempos compuestos de los verbos bendecir y maldecir, pero sí en las construcciones pasivas con ser y subjuntivo independiente, en general con el adjetivo anticipado: bendito, maldito sea.

e) Muerto, con significación de persona, suple casi siempre al participio de matar en la voz pasiva, menos veces en los tiempos compuestos.

juanerick
25/06/2003, 20:47
2.12.12. Gerundios.

Los gerundios de los verbos con variación e/i (v. aparts. [A] y [D] y de los verbos con variación o/u (apartado [E]) tienen todos la irregularidad vocálica propia del verbo a que pertenecen: emplean i en vez de e y u en vez de o en la raíz porque el vocalismo de la sílaba siguiente no consiste en i silábica: pidiendo como pidió de pedir, durmiendo como durmió de dormir. Fuera de la irregularidad de estos gerundios no hay otra, dentro de la flexión española, que la representa por las dos formaciones excepcionales viniendo y pudiendo basadas en el tema de perfecto fuerte de los verbos venir y poder.

2.12.13 Verbos defectivos o incompletos.

a) Algunos verbos presentan incompleto su cuadro flexivo. Este hecho, que puede afectar lo mismo a verbos regulares que a irregulares, se produce por causas variadas y está relacionado con diversas categorías gramaticales. Existen determinadas frases en las que no entran más que sujetos con significación de cosa y, por consiguiente, quedan fuera las 1.as y 2.as personas. Así el regular atañer, los irregulares concernir, acontecer, acaecer, etc. Algo semejante ocurre con verbos que en su empleo más corriente se construyen sin sujeto o sin referencia a sujeto: nevar, atardecer, etc. Con los verbos acostumbrar y soler es la categoría del aspecto verbal la que decide la exclusión de los tiempos perfectivos.

b) Algunos verbos se han detenido en su desarrollo, bien por tratarse de vocablos técnicos muy especiales, como ocurre con los latinismos adir y usucapir, o porque desde el principio ha predominado la idea nominal, sobre todo la de persona, y solo o casi solamente ha llegado a emplearse el participio: aguerrido, buido, denegrido, desolado, despavorido, desvaído, embaído ‘ofuscado’, embebecido, empedernido, sarpullido, trascordado.

c) De una serie de verbos en -ir solo están en uso el infinitivo y el participio y de algunos de ellos, además, las formas o algunas de las formas restantes que —lo mismo que el infinitivo y el participio— tienen í inmediatamente después de la raíz. Damos aquí esta serie ordenando los verbos por la vocal de la raíz:

a:
desabrir


fallir


manir ‘ablandar’




e:
agredir


arrecir


aterir


preterir


transgredir




o:
abolir


colorir


descolorir



u:
compungir


d) Balbucir, como los verbos en -ir del apartado anterior, ofrece resistencia al empleo de las formas fuertes, si se exceptúa balbuce (Unamuno, Amor y pedagogía, X); (Cuervo, Apuntaciones al lenguaje bogotano, § 318). La dificultad se allana en este caso mediante el empleo del derivado balbucear (siglo XIX, casi tres siglos después de los primeros usos de balbucir), cuya estructura no repugna las formas de acentuación fuerte. De aquí balbucir, balbucido, balbuciendo, balbucimos, balbucí, balbució, balbuciese, balbucid, y por otro lado, balbuceo, balbucea, balbucee, etc. Pero balbucear se emplea algunas veces por balbucir: balbuceó (Valle-Inclán, Gerifaltes de antaño, XVIII); balbuceando (Maragall, 1898, Obras completas: Artículos, II, Barcelona, 1912, Pág. 143).

e) Un caso semejante al anterior es el de garantizar, empleado en toda su flexión, pero además para suplir las formas fuertes de garantir, con la diferencia de que garantir se usa muy poco en España, en contraste con los pueblos americanos, que dicen garanto, garantes, etc.

Índice de los verbos irregulares y defectivos citados en este capítulo.

Abierto. –V. § 2.12.11.

Abnegar. –V. Negar.

Abolir.–V. § 2.12.13.

Absolver.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Abstenerse.–V. Tener.

Abstraer.–V. § 2.12.11 (v. Traer).

Abuñolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Acaecer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y § 2.12.13.

Acertar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Aclocar.–V. Clocar.

Acontecer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y § 2.12.13.

Acordar1.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Acordar2.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Acordarse.–V. Acordar 2.

Acornar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Acostar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Acostumbrar.–V. § 2.12.13.

Adestrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Adherir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Adir.–V. § 2.12.13.

Adormir.–V. Dormir.

Adquirir.–V. apart. [F] (§ 2.12.3).

Adscrito.–V. § 2.12.11.

Aducir.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y 2.12.9.

Advertir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Afluir.–V. Fluir.

Afollar. .–V. Follar.

Agredir.–V. § 2.12.13.

Aguerrir.–V. § 2.12.13.

Alebrarse.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Alentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Aliquebrar.–V. Quebrar.

Almorzar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Amelar.–V. Melar.

Amoblar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Amolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Andar.–V. § 2.12.9.

Antedecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Anteponer.–V. Poner.

Antever.–V. Ver.

Apacentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Apernar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Aplacer.–V. apart. [J] 1.o (§ 2.12.4 2.o).

Apostar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Apretar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Aprobar.–V. Probar.

Argüir.–V. apart. [O] 1.o (§ 2.12.4 2.o).

Arrecir.–V. § 2.12.13.

Arrendar1.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Arrendar2.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Arrependirse.–V. apart. [D] (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Ascender.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Asentar.–V. Sentar.

Asentir.–V. Sentir.

Aserrar.–V. Serrar.

Asir.–V. apart. [L] (§ 2.12.3, 2.o).

Asolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Asonar.–V. Sonar.

Atañer.–V. § 2.12.13.

Atardecer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y § 2.12.13.

Atender.–V. Tender.

Atenerse.–V. Tener.

Atentar.–V. Tentar.

Aterir.–V. § 2.12.13.

Aterrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Atraer.–V. Traer.

Atravesar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Atribuir.–V. Tribuir.

Atronar.–V. Tronar.

Avenir.–V. Venir.

Aventar.–V. Ventar.

Avergonzar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Azolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Balbucir.–V. § 2.12.13.

Bendecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9 y 2.12.11.

Buido.–V. § 2.12.13.

Caber.–V. apart. [Q] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9 y 2.12.10.

Caer.–V. apart. [R] (§ 2.12.5).

Calentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Cegar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Ceñir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Cerner.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Cernir.–V. Discernir.

Cerrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Cimentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Circuir.–V. apart. [O] 1.o (§ 2.12.4, 2.o).

Clocar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Cocer.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Coextenderse.–V. Tender.

Colar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Colegir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Colgar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Colorir.–V. § 2.12.13.

Comedir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Comenzar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Competir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Complacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Componer.–V. Poner.

Comprobar.–V. Probar.

Compungir.–V. § 2.12.13.

Concebir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Concernir.–V. apart. [b] 3.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Concertar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Concluir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o) y §2.12.11.

Concordar.–V. Acordar1.

Condescender.–V. Ascender.

Condoler.–V. Doler.

Conducir.–V. Aducir.

Conferir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Confesar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Confluir.–V. Fluir.

Conmover.–V. Mover.

Conocer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Conquisto (ant.) .–V. § 2.12.11.

Conseguir.–V. Seguir.

Consentir.–V. Sentir.

Consolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Consonar.–V. Sonar.

Constituir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Constreñir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Construir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Contar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Contender.–V. Tender.

Contener.–V. Tener.

Contradecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Contraer.–V. Traer.

Contrahacer.–V. Hacer.

Contraponer.–V. Poner.

Contravenir.–V. Venir.

Contribuir.–V. Tribuir.

Controvertir.–V. Advertir.

Convenir.–V. Venir.

Convertir.–V. Advertir.

Convicto .–V. § 2.12.11.

Corregir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Costar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Constreñir.–V. Constreñir.

Cubierto.–V. § 2.12.11.

Dar.–V. §§ 2.12.7 y 2.12.9.

Decaer.–V. Caer.

Decir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.6, 2.12.7, 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Deducir.–V. Aducir.

Defender.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Deferir.–V. Conferir.

Degollar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Demoler.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Demostrar.–V. Mostrar.

Denegar.–V. Negar.

Denegrir.–V. § 2.12.13.

Denostar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Dentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Deponer.–V. Poner.

Derrenegar.–V. Negar.

Derrengar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Derretir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Derrocar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Derruir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Desabrir.–V. § 2.12.13.

Desacertar.–V. Acertar.

Desacordar.–V. Acordar1.

Desadvertir.–V. Advertir.

Desalentar.–V. Alentar.

Desapretar.–V. Apretar.

Desaprobar.–V. Probar.

Desarrendar.–V. Arrendar1.

Desasentar.–V. Sentar.

Desasir.–V. Asir.

Desasosegar.–V. Sosegar.

Desatender.–V. Tender.

Desatentar.–V. Tentar.

Desatraer.–V. Traer.

Desavenirse.–V. Venir.

Descender.–V. Ascender.

Desceñir.–V. Ceñir.

Descolgar.–V. Colgar.

Descolorir.–V. § 2.12.13.

Descollar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Descomedirse.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Descomponer.–V. Poner.

Desconcertar.–V. Concertar.

Desconocer.–V. Conocer.

Desconsentir.–V. Sentir.

Desconsolar.–V. Consolar.

Descontar.–V. Contar.

Desconvenir.–V. Venir.

Descordar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Descornar.–V. Acornar.

Descrito.–V. § 2.12.11.

Descubierto.–V. § 2.12.11.

Desdecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Desdentar.–V. Dentar.

Desempedrar.–V. Empedrar.

Desencerrar.–V. Cerrar.

Desencordar.–V. Descordar.

Desengrosar.–V. Engrosar.

Desentenderse.–V. Tender.

Desenterrar.–V. Enterrar.

Desenvolver.–V. Volver.

Deservir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Desflocar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Desgobernar.–V. Gobernar.

Deshacer.–V. Hacer.

Deshelar.–V. Helar.

Desherbar.–V. Herbar.

Desherrar.–V. Herrar.

Desinvernar.–V. Invernar.

Desleír.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Deslendrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Deslucir.–V. Lucir.

Desmajolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Desmedirse.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Desmelar.–V. Melar.

Desmembrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Desmentir.–V. Mentir.

Desnegar.–V. Negar.

Desnevar.–V. Nevar.

Desoír.–V. Oír.

Desolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Desoldar.–V. Soldar.

Desollar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Desosar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Despavorir.–V. § 2.12.13.

Despedir.–V. Pedir.

Despernar.–V. Apernar.

Despertar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Despezar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Desplacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Desplegar.–V. Plegar.

Despoblar.–V. Poblar.

Destemplar.–V. Templar.

Destentar.–V. Tentar.

Desteñir.–V. Teñir.

Desterrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Destituir.–V. Constituir.

Destrocar.–V. Trocar.

Destruir.–V. Construir.

Desvaído.–V. § 2.12.13.

Desventar.–V. Ventar.

Desvergonzarse.–V. Avergonzar.

Desvestir.–V. Vestir.

Detener.–V. Tener.

Detraer.–V. Traer.

Devenir.–V. Venir.

Devolver.–V. Volver.

Diferir.–V. Conferir.

Difluir.–V. Fluir.

Digerir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Diluir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Discernir.–V. apart. [b] 3.o (§ 2.12.3).

Disconvenir.–V. Venir.

Discordar.–V. Acordar1.

Disentir.–V. Sentir.

Disminuir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Disolver.–V. Absolver.

Disonar.–V. Sonar.

Displacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Disponer.–V. Poner.

Distender.–V. Tender.

Distraer.–V. Traer.

Distribuir.–V. Tribuir.

Divertir.–V. Advertir.

Diviso (ant.) .–V. 2.12.11.

Dolar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Doler.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Dormir.–V. apart. [E] (§ 2.12.3) y § 2.12.12.

Educir.–V. Aducir.

Elegir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3) y §2.12.11.

Embaír.–V. § 2.12.13.

Embebecer.–V. §2.12.13.

Embestir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Emparentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Empedernir.–V. § 2.12.13.

Empedrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Empezar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Emporcar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Encender.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Encerrar.–V. Cerrar.

Enclocar.–V. Clocar.

Encomendar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Encontrar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Encorar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Encordar.–V. Descordar.

Encovar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Encubierto.–V. § 2.12.11.

Endentar.–V. Dentar.

Engorar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Engreírse.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Engrosar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Enhestar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Enlenzar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Enlucir.–V. Lucir.

Enmelar.–V. Melar.

Enmendar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Ensangrentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Ensoñar.–V. Soñar.

Entender.–V. Tender.

Enterrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Entortar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Entreabierto.–V. § 2.12.11.

Entrelucir.–V. Lucir.

Entremorir.–V. Morir.

Entreoír.–V. Oír.

Entrepernar.–V. Apernar.

Entretener.–V. Tener.

Entrever.–V. Ver.

Envolver.–V. Volver.

Equivaler.–V. Valer.

Erguir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Errar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Escocer.–V. Cocer.

Escolar.–V. Colar.

Escrito.–V. § 2.12.11.

Esforzar.–V. Forzar.

Espeso (ant.) .–V. § 2.12.11.

Estar.–V. §§ 2.12.7 y 2.12.9.

Estatuir.–V. Constituir.

Estregar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Estreñir.–V. Constreñir.

Excluir.–V. Concluir.

Expedir.–V. Pedir.

Exponer.–V. Poner.

Extender.–V. Tender.

Extraer.–V. Traer.

juanerick
25/06/2003, 20:50
Fallir.–V. § 2.12.13.

Fijo (de fig**ere) .–V. § 2.12.11.

Fluir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Follar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Forzar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Fregar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Freír.–V. apart. [A] (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Fruir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Garantir.–V. § 2.12.13.

Gemir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Gobernar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Gruir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Haber.–V. apart. [i] (§ 2.12.4, 1.o) y §§ 2.12.6, 2.12.7, 2.12.8b, 2.12.9 y 2.12.10.

Hacer.–V. apart. [H] (§ 2.12.4, 1.o) y §§ 2.12.7, 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Harto (de farc**ire) .–V. § 2.12.11.

Heder.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Helar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Henchir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Hender.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Hendir.–V. apart. [b] 3.o (§ 2.12.3).

Heñir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Herbar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Herir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Herrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Hervir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Hibernar.–V. Invernar.

Holgar.–V. Colgar.

Hollar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Huir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Imbuir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Impedir.–V. Pedir.

Imponer.–V. Poner.

Impreso.–V. § 2.12.11.

Improbar.–V. Probar.

Incensar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Incluir.–V. Concluir.

Incurso.–V. § 2.12.11.

Indisponer.–V. Poner.

Inducir.–V. Aducir.

Inferir.–V. Conferir.

Infernar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Influir.–V. Fluir.

Ingerir.–V. Digerir.

Injerir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Inmiscuir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Inquirir.–V. apart. [F] (§ 2.12.3).

Inscrito.–V. § 2.12.11.

Instituir.–V. Constituir.

Instruir.–V. Construir.

Interdecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Interponer.–V. Poner.

Intervenir.–V. Venir.

Introducir.–V. Aducir.

Intuir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Invernar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Invertir.–V. Advertir.

Investir.–V. Vestir.

Ir.–V. §§ 2.12.6, 2.12.7, 2.12.8b y 2.12.9.

Irruir.–V. Derruir.

Jugar.–V. apart. [G] (§ 2.12.3).

Licuefacer.–V. § 2.12.13.

Lucir.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Luir1.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Luir2.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Llover.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Maldecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9 y 2.12.11.

Malherir.–V. Herir.

Malquisto.–V. § 2.12.11.

Malsonar.–V. Sonar.

Mancornar.–V. Acornar.

Manifestar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Manir.–V. § 2.12.13.

Mantener.–V. Tener.

Manuscrito.–V. § 2.12.11.

Mecer (med. y clás.) .–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Medir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Melar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Mentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Mentir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Merendar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Moler.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Morder.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Morir.–V. apart. [E] (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Mostrar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Mover.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Nacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y 2.12.11.

Negar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Nevar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Obstruir.–V. Construir.

Obtener.–V. Tener.

Oír.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o) y apart. [R] (§ 2.12.5).

Oler.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Oponer.–V. Poner.

Pacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Parecer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Pedir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3) y § 2.12.12.

Pensar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Perder.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Perniquebrar.–V Quebrar.

Perseguir.–V. Seguir.

Pervertir.–V. Advertir.

Placer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o), apart. [Q] (§ 2.12.5) y § 2.12.9.

Plegar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Poblar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Poder.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.12.

Podrir.–V. Pudrir.

Poner.–V. apart. [M] (§ 2.12.4, 2.o) y §§ 2.12.7, 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Posponer.–V. Poner.

Preconocer.–V. Conocer.

Predecir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3), apart. [P] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.11.

Predisponer.–V. Poner.

Preferir.–V. Conferir.

Prelucir.–V. Lucir.

Premorir.–V. Morir.

Preponer.–V. Poner.

Prescrito.–V. § 2.12.11.

Presentir.–V. Sentir.

Preso.–V. § 2.12.11.

Presuponer.–V. Poner.

Preterir.–V. § 2.12.13.

Prevaler .–V. Valer.

Prevenir.–V. Venir.

Prever.–V. Ver.

Probar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Producir.–V. Aducir.

Proferir.–V. Conferir.

Promover.–V. Mover.

Proponer.–V. Poner.

Proscrito.–V. § 2.12.11.

Proseguir.–V. Seguir.

Prostituir.–V. Constituir.

Provenir.–V. Venir.

Provisto.–V. § 2.12.11.

Quebrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Querer.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3) y §§ 2.12.9 y 2.12.10.

Raer.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o) y apart. [R] (§ 2.12.5).

Rarefacer.–V. § 2.12.13.

Reabierto.–V. § 2.12.11.

Reapretar.–V. Apretar.

Reaventar.–V. Aventar.

Recaer.–V. Caer.

Recalentar.–V. Calentar.

Recentar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Receñir.–V. Ceñir.

Recluir.–V. Concluir.

Recocer.–V. Cocer.

Recolar.–V. Colar.

Recolegir.–V. Colegir.

Recomendar.–V. Encomendar.

Recomponer.–V. Poner.

Reconocer.–V. Conocer.

Reconstruir.–V. Construir.

Recontar.–V. Contar.

Reconvenir.–V. Venir.

Recordar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Recostar.–V. Acostar.

Recubierto.–V. 2.12.11.

Redargüir.–V. Argüir.

Reducir.–V. Aducir.

Reelegir.–V. Elegir.

Reexpedir.–V. Pedir.

Referir.–V. Conferir.

Refluir.–V. Fluir.

Reforzar.–V. Forzar.

Refregar.–V. Fregar.

Refreír.–V. Freír.

Regar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Regimentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Regir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Regoldar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Rehacer.–V. Hacer.

Rehenchir.–V. Henchir.

Reherir.–V. Herir.

Reherrar.–V. Herrar.

Rehervir.–V. Hervir.

Rehollar.–V. Hollar.

Rehuir.–V. Huir.

Reír.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Relucir.–V. Lucir.

Remedir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Remendar.–V. Enmendar.

Remorder.–V. Morder.

Remover.–V. Mover.

Renacer.–V. apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o).

Rendir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Renegar.–V. Negar.

Renovar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Reñir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Repacer.–V. Pacer.

Repensar.–V. Pensar.

Repetir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Repiso (ant.) .–V. § 2.12.11.

Replegar.–V. Plegar.

Repoblar.–V. Poblar.

Reponer.–V. Poner.

Reprobar.–V. Probar.

Requebrar.–V. Quebrar.

Requerir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Resaber.–V. Saber.

Resalir.–V. Salir.

Rescrito.–V. § 2.12.11.

Resegar.–V. Segar.

Reseguir.–V. Seguir.

Resembrar.–V. Sembrar.

Resentir.–V. Sentir.

Resolver.–V. Absolver.

Resollar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Resonar.–V. Sonar.

Responder.–V. § 2.12.9.

Resquebrar.–V. Quebrar.

Restituir.–V. Constituir.

Restregar.–V. Estregar.

Retemblar.–V. Temblar.

Retener.–V. Tener.

Retentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Reteñir.–V. Teñir.

Retorcer.–V. Torcer.

Retostar.–V. Tostar.

Retraer.–V. Traer.

Retribuir.–V. Tribuir.

Retronar.–V. Tronar.

Retrotraer.–V. Traer.

Revenir.–V. Venir.

Reventar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Rever.–V. Ver.

Reverter.–V. Verter.

Revertir.–V. Advertir.

Revestir.–V. Vestir.

Revolar.–V. Volar.

Revolcar.–V. Volcar.

Revolver.–V. Volver.

Rodar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Roer.–V. apart. [S] (§ 2.12.5).

Rogar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Roto.–V. § 2.12.11.

juanerick
25/06/2003, 20:51
Saber.–V. apart. [Q] (§ 2.12.5) y §§ 2.12.6, 2.12.9 y 2.12.10.

Salir.–V. apart. [N] (§ 2.12.4, 2.o) y §§ 2.12.7 y 2.12.10.

Salpimentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Sarmentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Sarpullir.–V. § 2.12.13.

Satisfacer.–V. apart. [H] (§ 2.12.4, 1.o) (v. Hacer).

Seducir.–V. Aducir.

Segar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Seguir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Sembrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Sentir.–V. apart. [D] (§ 2.12.3).

Ser.–V. §§ 2.12.7, 2.12.8a y b 2.12.9,

Serrar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Servir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Sobreentender.–V. Tender.

Sobrentender.–V. Tender.

Sobreponer.–V. Poner.

Sobresalir.–V. Salir.

Sobresembrar.–V. Sembrar.

Sobresolar.–V. Solar.

Sobrevenir.–V. Venir.

Sobreverterse.–V. Verter.

Sobrevestir.–V. Vestir.

Sofreír.–V. Freír.

Solar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Soldar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Soler.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Soltar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Sonar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Sonreír.–V. Reír.

Soñar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Sorregar.–V. Regar.

Sosegar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Sostener.–V. Tener.

Soterrar.–V. Enterrar.

Subarrendar.–V. Arrendar1.

Subentender.–V. Tender.

Subseguir.–V. Seguir.

Substraer.–V. Traer.

Subtender.–V. Tender.

Subvenir.–V. Venir.

Subvertir.–V. Advertir.

Sugerir.–V. Digerir.

Superponer.–V. Poner.

Supervenir.–V. Venir.

Suponer.–V. Poner.

Suscrito.–V. § 2.12.11.

Sustituir.–V. Constituir.

Sustraer.–V. Traer.

Temblar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Templar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Tender.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Tener.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3), apart. [M] (§ 2.12.4, 2.o) y §§ 2.12.7, 2.12.9 y 2.12.10.

Tentar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Teñir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Torcer.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3).

Tostar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Traducir.–V. Aducir.

Traer.–V. apart. [R] (§ 2.12.5) y § 2.12.9.

Transcender.–V. Ascender.

Transcrito.–V. § 2.12.11.

Transferir.–V. Conferir.

Transfregar.–V. Fregar.

Transgredir.–V. § 2.12.13.

Translucir.–V. Lucir.

Transponer.–V. Poner.

Trascender.–V. Ascender.

Trascolar.–V. Colar.

Trascordarse.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Trascrito.–V. 2.12.11.

Trasegar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Trasferir.–V. Conferir.

Trasfregar.–V. Fregar.

Traslucir.–V. Lucir.

Trasoír.–V. Oír.

Trasoñar.–V. Soñar.

Trasponer.–V. Poner.

Trastocar.–V. Trocar.

Trastrocar.–V. Trocar.

Trasverter.–V. Verter.

Trasvolar.–V. Volar.

Travestir.–V. Vestir.

Tribuir.–V. apart. [O] (§ 2.12.4, 2.o).

Trocar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Tronar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3) y § 2.12.13.

Tropezar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Usucapir.–V. § 2.12.13.

Valer.–V. apart. [N] (§ 2.12.4, 2.o) y § 2.12.10.

Venir.–V. apart. [b] 3.o (§ 2.12.3), apart. [M] (§ 2.12.4, 2.o) y §§ 2.12.7, 2.12.9, 2.12.10 y 2.12.12.

Ventar.–V. apart. [b] 1.o (§ 2.12.3).

Ver.–V. §§ 2.12.6, 2.12.7, 2.12.9 y 2.12.11.

Verter.–V. apart. [b] 2.o (§ 2.12.3).

Vestir.–V. apart. [A] (§ 2.12.3).

Volar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Volcar.–V. apart. [C] 1.o (§ 2.12.3).

Volver.–V. apart. [C] 2.o (§ 2.12.3) y § 2.12.11.

Yacer.–V. apart. [H] (§ 2.12.4, 1.o), apart. [J] (§ 2.12.4, 2.o) y apartado [K] (§ 2.12.4, 2.o).

Yuxtaponer.–V. Poner.

Zaherir.–V. Herir.

juanerick
25/06/2003, 20:53
2.13. DE LOS VERBOS VOCÁLICOS

2.13.1. De los verbos vocálicos.

De los doce tipos de verbos vocálicos que tiene la lengua española, son irregulares los en -aer, -eír, -oír y -uir y defectivos los en -aír (aparts. [R], [A], [O] y [R], [O] y § 2.12.13, respectivamente, del capítulo anterior). Todos los restantes: en -aar, -ear, -iar, -oar, -uar, -eer y -oer son regulares. Los terminados en -iar y -uar ofrecen problemas de delimitación silábica entre las dos vocales y existe alguna interferencia entre -iar y -ear. Dedicamos este capítulo a las dos cuestiones.

2.13.2 Verbos que terminan en -iar.

Según la acentuación de sus formas fuertes (todo el singular y la 3.a persona de plural de los dos presentes y el singular del imperativo) los verbos en -iar se dividen en dos clases: los que acentúan prosódicamente la -í-como amnistío y los que acentúan prosódicamente la sílaba anterior como angustio. En el primer caso, el grupo io aparece fragmentado en dos sílabas, en el segundo forma un diptongo inacentuado. La primera clase de verbos es menos extensa que la segunda. Un reducido número de verbos vacila entre las dos acentuaciones. Examinamos a continuación unos y otros.

2.13.3 Tipo -io. — Pertenecen a esta clase los verbos siguientes:

1.o Los verbos como criar, liar, piar, cualquiera que sea su origen o formación, y sus compuestos:

Ciar;

Criar, recriar, malcriar;

Fiar, confiar, porfiar, desafiar, desconfiar;

Guiar;

Liar, aliar, desliar, reliar;

Piar ‘cantar de algunas aves’.

La misma acentuación y el mismo hiato se dan en latín en los verbos, tan escasos como los españoles, que se corresponden con el modelo anterior: lat. pi-o ‘expiar’, pi-as, pi-at, etc. como esp. crí-o, crí-as, crí-a, etc. Cuando los verbos españoles en -iar que proceden de verbos latinos o que se han formado según modelos latinos tienen por lo menos una sílaba más en el infinitivo, la correspondencia entre el latín y el español sigue manteniéndose en la mayor parte de los verbos en cuanto al acento: lat, obvio, esp. obvio, con ob- acentuado en los dos casos. Pero la distribución silábica es diferente: lat. ob-vi-o (trisílabo), esp. ob-vio (bisílabo) con diptongo en la última sílaba. Por eso, ob-vio no es una excepción a la ley acentual (v. § 2.10.5) según la cual los presentes latinos con formas esdrújulas pierden su condición de esdrújulos en español.

2.o Los derivados de sustantivos o adjetivos bisílabos en -ío, -ía:

Arriar ‘inundar’ (de río);

Aviar, desviar, enviar, extraviar, desaviar, reenviar (de vía);

Desliar ‘separar las heces del mosto’ (de lía);

Enfriar, resfriar (de frío);

Expiar (del Adj. pío).

3.o Los derivados de nombres sustantivos de más de dos sílabas terminados en -ío, -ía, cualquiera que sea su origen:

Amnistiar (de amnistía);

Averiar (de avería);

Enlejiar (de lejía);

Espiar (de espía);

Estriar (de estría);

Fotografiar, litografiar, radiografiar, etc. (de fotografía, litografía, radiografía) y por analogía otros de la misma composición: telegrafiar, cablegrafiar, etc.;

Hastiar (de hastío);

Vigiar (de vigía).

4.o Verbos derivados de nombres sustantivos, cualquiera que sea su origen, cuya última sílaba tiene una cima simple que es i, acentuada o no prosódicamente:

Esquiar (de esquí);

Extasiarse (de éxtasis).

5.o El verbo arriar ‘bajar velas de un buque’ conserva el mismo acento y la misma organización silábica que arrear ‘adornar’ (arrí-o, arre-o).

6.o Verbos cuya pertenencia al tipo -ío no se explica, como en los apartados anteriores, por derivación:

Descarriar;

Chirriar;

Rociar;

Ataviar.

7.o Verbos que por su formación pertenecen al tipo siguiente: contrariar derivado de contrario como sumariar de sumario, pero se apartan de él por su acentuación: contrarí-o frente a suma-rio (v. § 2.13.4, 1.o):

Contrariar (de contrario);

Variar (de vario) y su compuesto desvariar;

Ampliar (de lat. ampliare);

Inventariar (de inventario).

2.13.4 Tipo -io. — Pertenecen a este grupo:

1.o Verbos introducidos como cultismos en diferentes épocas, que son traslado de verbos latinos en -iare (estos verbos latinos, como su réplica española, tienen el acento prosódico de sus formas fuertes en la sílaba que antecede a la -i-), así: excoriar (lat. excoriare): esp. excoria, lat. excóriat; compendiar (lat. compendiare), etc., y verbos derivados o compuestos de nombres sustantivos en -ia, -ie, -io y de adjetivos en -io, -ia, como sentenciar (de sentencia), seriar (de serie), refugiar (de refugio), entibiar (de tibio) o compuestos de otros verbos en -iar, así desagraviar (de agraviar). Los verbos derivados de nombres españoles o compuestos con verbos españoles son muchos más en número que los tomados directamente del latín. A continuación recogemos los de mayor uso, ordenados alfabéticamente por la consonante o grupo inicial de consonantes que precede a la -i-:

Abreviar, agraviar, aliviar, cambiar, desagraviar, diluviar, enlabiar, enrubiar, enturbiar, obviar, rabiar, resabiarse;

abrenunciar, acariciar, acuciar, agenciar, agraciar, ajusticiar, anunciar, apreciar, arreciar, asociar, auspiciar, beneficiar, circunstanciar, codiciar, comerciar, conferenciar, congraciar, denunciar, depreciar, desahuciar, desgraciar, desperdiciar, despreciar, diferenciar, diligenciar, disociar, distanciar, divorciar, engraciar, enjuiciar, enranciar, ensuciar, enunciar, enviciar, espaciar, evidenciar, iniciar, licenciar, maleficiar, maliciar, menospreciar, negociar, noticiar, oficiar, potenciar, preciar, presenciar, pronunciar, propiciar, ranciar, renunciar, residenciar, reverenciar, saciar, sentenciar, silenciar, substanciar (o sustanciar), terciar, viciar;

asediar, comediar, compendiar, custodiar, demediar, entremediar, envidiar, estudiar, fastidiar, incendiar, incordiar, intermediar, insidiar, irradiar, mediar, odiar, parodiar, promediar, radiar, remediar, salmodiar;

Atrofiar, hipertrofiarse;

Arpegiar, colegiarse, contagiar, desprestigiar, elogiar, plagiar, presagiar, prestigiar, privilegiar, refugiar;

Exiliar, expoliar (o espoliar), foliar;

Agremiar, apremiar, encomiar, premiar, vendimiar;

Calumniar, congeniar, endemoniar, ingeniar, matrimoniar, miniar, testimoniar;

Acopiar, apropiar, columpiar, copiar, expropiar, limpiar, principiar, repropiarse, tapiar;

Obsequiar;

Asalariar, endemoniarse, excoriar (o escoriar), feriar, injuriar, seriar, sumariar, vanagloriar;

Anestesiar, asfixiar;

Angustiar, enmustiar, mustiarse, sitiar;

Industriar.

2.o Verbos que pertenecen al tipo -io, pero con formación diferente de los del apartado anterior:

Agobiar;

Desquiciar;

Empapuciar;

Escanciar;

Escariarse;

Lidiar;

Lisiar;

Rumiar.

2.13.5 Verbos que vacilan entre la acentuación -ío y la acentuación -io.

Casi todos ellos proceden de una base española de derivación nominal (como la mayor parte de los recogidos en los §§ 2.13.3, 7.o y 2.13.4, 1.o): así conciliar (de concilio), historiar (de historia), etc. Los ordenamos alfabéticamente a continuación y señalamos las excepciones.

Afiliar (no anterior al s. XIX, compuesto de filiar o derivado del lat. filius, como el mismo filiar). Afilio es la acentuación más corriente.

Agriar (de un supuesto verbo latino-vulgar *acriare; el adjetivo agrio procede de agriar, según lo más probable). Hoy es más frecuente agrío que agrio.

Ansiar. La acentuación ansío es más corriente que ansio.

Auxiliar. La acentuación auxilío es rara.

Cariar. Verbo muy moderno de poco uso, defectivo de persona. La forma carí-a es la recomendada por Cuervo.

Conciliar y su compuesto reconciliar. Más frecuentes concilio y reconcilio.

Filiar (de lat. filius), Más usado filio, como afilio.

Expatriar y repatriar. Se emplean más las formas en -ío.

Gloriarse. En contraste con vanagloriarse (v. 2.13.4, 1.o), se emplea más glorío que glorio.

Historiar. Historio e historío.

Paliar. Palio o palío.

Vaciar. Está muy extendido vacio, sobre todo en el habla popular. En la lengua literaria lo más general es vacío.

Vidriar. Lo más usado es vidrío.

Zurriar ‘zumbar’. Suele darse preferencia a zurrío.

2.13.6. Resumen.

Como hemos visto, la sílaba acentuada en las formas fuertes de los verbos en -iar coincide, en la mayor parte de los casos, con la de la base del verbo o con la del verbo latino que este reproduce. Cuando no es así, la asimetría surge casi sin excepción por retrasarse el acento hasta la sílaba -i-, en virtud de causas no del todo conocidas. Los verbos en -ear, que acentúan siempre la -e- en las formas fuertes, pueden haber influido analógicamente en la dilación acentual de los verbos en -iar cuando esta dilación se produce. Como origen de un verbo en -iar del tipo -ío se encuentra incluso a veces un verbo en -ear (para arreo > arrío, v. § 2.13.3, 5.o). Es posible también que en determinadas épocas los verbos franceses en -ier, que acentúan siempre la -i- en las formas fuertes, basten para explicar el fenómeno: fr. contrari(e) > esp. contraría, histori(e) > historía, expatri(e) > expatría, etcétera. La anticipación del acento ocurre solo en el verbo vaciar (v. nota 17 y texto correspondiente), acaso por la atracción que ha ejercido sobre él la gran masa de verbos en -ciar que diptongan en su totalidad (v. § 2.13.4, 1.o). En resumen, el número de verbos en -iar que diptongan es muy superior al de los verbos en -iar que emplean el hiato (§ 2.13.2).

Pero donde se da mayor afinidad es entre los verbos en -iar del tipo -io y los verbos en -ear, verbos que en el habla popular de algunos territorios, especialmente americanos, han llegado a una fusión más o menos completa de sus formas silábicas y acentuales. En el gauchesco de Argentina, por ejemplo, un verbo como ladear conserva su estructura tradicional en las formas fuertes, con acento prosódico en e y separación silábica entre las dos vocales: ladeo /ladé-o/, ladea, ladean, pero sus formas débiles son como las de un verbo en -iar del grupo -io: ladiamos /la-diá-mos/ ladiara, ladiar, etc. (lo mismo que lidiamos, lidiara, lidiar). Inversamente, el verbo lidiar conserva la estructura tradicional en sus formas débiles: lidiamos /li-diá-mos/, lidiara, lidiar, etc., pero sus formas fuertes son como las de un verbo en -ear: lideo /lidé-o/, lidea, lidean (como ladeo, ladea, ladean), etc., con lo que los dos paradigmas, acentual y silábicamente, resultan iguales.

2.13.7 Verbos en -uar.

Los verbos terminados en -uar se dividen también en dos grupos: -úo y -uo, pero en contraste con los verbos en -iar, su pertenencia a uno u otro grupo no depende del acento de la base. Perpetuar, individuar, atenuar, por ejemplo, se derivan de perpetuo, individuo, tenue, pero sus formas fuertes no son perpetuo, individuo, atenuo, sino perpetúo, individúo, atenúo. Su clasificación se hace más bien según la consonante que precede a la u: si es c o g pertenecen al grupo -uo. Así tenemos apropincuo, averiguo, pero gradúo, insinúo, valúo, usufructúo, etc. Ocasionalmente se produce alguna vacilación: licúo (a pesar del lat. liquo), promiscúo (a pesar del adjetivo promiscuo). Puar y ruar representan un tipo morfológico análogo al de fiar y guiar (v. § 2.13.3, 1.o) y son los únicos verbos en -uar que pertenecen, por razones de derivación (púa y rúa), al tipo -úo.

Usos de QUE

Tónico (interrogativo-exclamativo)

Pronombre

Tiene las funciones propias del sintagma nominal, con o sin preposición:

Sujeto: ¿Qué ha ocurrido?

Complemento directo: ¿Qué me has dicho?

Atributo: ¿Qué es eso?

Suplemento: ¿De qué me hablas?

Complemento indirecto: ¿A qué dedica el tiempo libre?

Complemento circunstancial: ¿Por qué haces eso?

Adyacente preposicional: ¿En nombre de qué actúas así?

Determinante. Puede determinar a cualquier sustantivo, masculino o femenino, singular o plural: ¿En qué libro lo has leído? ¿A qué hora quedamos? ¡Qué niños más traviesos! ¡Qué cosas se te ocurren!

Átono

juanerick
25/06/2003, 20:55
Pronombre relativo

Admite cualquier antecedente, masculino o femenino, singular o plural, o neutro. Puede tener como antecedente, incluso, un adjetivo o un adverbio: ¡Lo listo que es! ¡Hay que ver lo tarde que has llegado! Además de su función como nexo subordinante, desempeña en la oración de relativo la función sustantiva que le corresponda:

Sujeto: El empleado que me atendió era muy amable

Complemento directo: Eso que dices no es cierto

Atributo: Por muy barato que sea ese coche, no lo compro

Suplemento: Este es el libro de que te hablé

Complemento indirecto: Los asuntos a que te dedicas no son muy legales

Complemento circunstancial: El pueblo en que nací es pequeño

Adyacente preposicional: Prestadme toda la atención de que seáis capaces

Nótese que, en los casos en que es necesaria la preposición, esta afecta sólo al relativo y no a la oración completa; en estos casos, es frecuente anteponer al relativo el artículo con el género y el número del antecedente: el libro del que te hablé, los asuntos a los que te dedicas, el pueblo en el que nací, toda la atención de la que seáis capaces. Cuando se omite el antecedente, la oración queda sustantivada y se le antepone el artículo: el que me atendió, lo que dices.

Conjunción

Oraciones sustantivas

Las proposiciones subordinadas sustantivas pueden llevar como nexo subordinante la conjunción que: Te repito que no lo sé, No tengo ganas de que me molesten.

Cuando la función desempeñada por la proposición subordinada exige la presencia de una preposición, esta afecta al conjunto de la proposición.

En ocasiones, principalmente cuando funciona como sujeto, la proposición sustantiva puede llevar artículo (en la forma de masculino singular): No soporto el que me lleven la contraria; no hay que confundir este uso con la sustantivación de oraciones de relativo.

Oraciones adverbiales

Comparativas

Las proposiciones comparativas de superioridad e inferioridad suelen llevar como nexo subordinante la conjunción que: Mi trabajo es más duro que el tuyo, Este camino es menos peligroso que aquél.

Consecutivas

Las proposiciones consecutivas intensivas llevan también como nexo la conjunción que: Llegué tan tarde que ya no había nadie.

Otras adverbiales Muchas proposiciones adverbiales llevan como nexo de subordinación una locución conjuntiva que incluye la conjunción que: Te lo digo para que lo sepas; Ya que me lo pides, lo haré.

Algunas han llegado a formalizarse como conjunciones: porque, aunque. En el habla coloquial es frecuente utilizar la conjunción que en casi todas las proposiciones adverbiales: No te subas ahí, que te vas a caer (causal); Acércate, que te vea bien (final) Anunciativa-intensiva También en el habla coloquial, es frecuente el uso de la conjunción que a comienzo de frase a manera de muletilla o para reforzar lo que se dice: — ¿Es hoy el examen? —Que no, que es mañana. En ocasiones, este uso puede entenderse como transpositor de una proposición subordinada con verbo principal decir elíptico: ¡Que vengas! ("Te digo que vengas")

Uso incorrecto de DE QUE

Este uso consiste en anteponer la preposición de a la conjunción que cuando ésta introduce proposiciones subordinadas sustantivas que funcionan en la oración como sujeto o como objeto directo. Debemos recordar que ningún sujeto se construye encabezado por preposición y que el objeto directo no admite preposición, excepto "a" cuando nos referimos a personas o cosas personificadas.

Incorrecto: Cuenta de [que su viaje fue muy provechoso]. Correcto: Cuenta [que su viaje fue muy provechoso]. (Objeto directo)

Incorrecto: ¿Te asombra de [que yo lo diga]?

Correcto: ¿Te asombra [que yo lo diga]? (sujeto)

Modo de reconocer el error

El error se subsana reemplazando la proposición subordinada sustantiva con los pronombres demostrativos "eso" o "esto".

Por ejemplo:

Me alegra que hayas ingresado a la Universidad.

Entonces, no podemos decir:

Me alegra esto. Me alegra de esto.

Conviene que hables.

Entonces, no podemos decir:

Conviene eso. Conviene de eso.

Me disgusta que no valore mi trabajo.

Entonces, no podemos decir:

Me disgusta eso. Me disgusta de eso.

¿No te importa que te descubran?

Entonces, no podemos decir:

¿No te importa eso? ¿No te importa de eso?

Aclaro que mi padre lo vio.

Entonces, no podemos decir:

Aclaro esto. Aclaro de esto.

Comprendo que quiera ayudarlo.

Entonces, no podemos decir:

Comprendo esto. Comprendo de esto.

Creo que no jugaron bien.

Entonces, no podemos decir:

Creo esto. Creo de esto.

Dijo que el profesor no vendría.

Entonces, no podemos decir:

Dijo eso. Dijo eso.

Aseguramos que la firma es prestigiosa.

Entonces, no podemos decir:

Aseguramos eso. Aseguramos de esto.

Uso incorrecto de QUE sin la preposición DE

Este uso consiste en suprimir la preposición de delante de la conjunción que cuando ésta introduce una proposición subordinada sustantiva que funciona como término de un complemento del sustantivo o del adjetivo.

Incorrecto: Llegó la hora [que me lo digas].

Correcto: Llegó la hora de [que me lo digas].

Incorrecto: Estaba convencido [que lo había entregado].

Correcto: Estaba convencido de [que lo había entregado].

Algunos verbos exigen también de antes de la proposición subordinada sustantiva sobre la que recae su significado.

Incorrecto: ¿No se enteró [que regresó Enrique]?

Correcto: ¿No se enteró de [que regresó Enrique]?

Modo de reconocer el error

El error se subsana reemplazando la proposición subordinada sustantiva con los pronombres demostrativos "eso" o "esto". Al realizar el reemplazo, advertimos que las oraciones carecen de sentido.

Por ejemplo:

No tengo conocimiento de que eso sea así.

Entonces, no podemos decir:

No tengo conocimiento de esto. No tengo conocimiento esto.

Tengo miedo de que nos oigan

Entonces, no podemos decir:

Tengo miedo de esto. Tengo miedo esto.

No cabe duda de que María lo recibió.

Entonces, no podemos decir:

No cabe duda de esto. No cabe duda esto.

Estamos convencidos de que no quiere hacerlo.

Entonces, no podemos decir:

Estamos convencidos de esto. Estamos convencidos esto.

Estoy segura de que me lo devolverá.

Entonces, no podemos decir:

Estoy segura de esto. Estoy segura esto.

Verbos que exigen la preposición DE antes de una proposición subordinada sustantiva

acordarse - alegrarse - encargarse - depender - hablarse - olvidarse preocuparse - tratar

Ejemplos:

Me acuerdo de que tejía muy bien.

Se alegra de que haya terminado sus estudios.

Se encargó de que lo hiciera.

Todo depende de que digas la verdad.

Se habla de que no prestarán ayuda.

Me olvidé de que debía llevar la carta.

Se preocupa de que todo esté impecable.

Trata de que te atiendan pronto.

Verbos que aceptan QUE y DE QUE

ADVERTIR

Cuando "advertir" significa "notar", "observar", se construye sin la preposición DE. Cuando significa "hacer notar", dicha preposición es obligatoria:

Le advierte que no grite. Le advertí de que su mamá lo sabía.

AVISAR

Cuando "avisar" significa "comunicar algo", se construye sin la preposición DE. Cuando significa "prevenir de algo", dicha preposición es obligatoria:

Me avisó que se había suspendido la fiesta.

Le avisé de que podía provocar un incendio.

DUDAR

Dudo que apruebes este examen.

Dudo de que apruebes este examen.

Ambas construcciones pueden usarse indistintamente.

Locuciones conjuntivas

Las locuciones conjuntivas antes que, antes de que, después que, después de que pueden usarse indistintamente:

Antes que llegaran, habló conmigo.

Antes de que llegaran, habló conmigo.

Después que lo dijo, se arrepintió.

Después de que lo dijo, se arrepintió.

En construcciones que expresan "preferencia", sólo se usa la locución conjuntiva antes que:

Antes que comprometerme con usted, prefiero esperar.

Otras locuciones conjuntivas que ofrecen duda son: a medida que, a pesar de que y con tal que.

La orden del día

Algunas notas sobre su etimología y semántica

Por Enrique C. Picotto
EXTRAÍDO, CON AUTORIZACIÓN DEL AUTOR,
DE SU PÁGINA PERSONAL, QUE SE ENCUENTRA EN
http://sites.netscape.net/epicotto/

Manuel Seco y otros indican que, en caso de una lista de los asuntos que han de ser tratados en una junta, con indicación del orden que han de seguir debería emplearse el orden del día. En ninguna definición de la frase en los idiomas que la emplean, incluido el español, se hace mención de un orden a seguir. Por el contrario, todas las definiciones indican claramente que se trata de una lista que especifica fundamentalmente con carácter de una orden los puntos a resolver y no el orden a seguir en una sesión o junta.

juanerick
25/06/2003, 20:57
Puede incluir o no esta lista una cierta secuencia según la cual deberán tratarse los puntos que contiene, pero esta posible sucesión es intranscendente en cuanto a que debiera determinar un cambio semántico, pasando una orden, un mandato, a ser un orden, una sucesión. Tanto la etimología como el uso generalizado de la expresión indican en todos los idiomas en que se emplea que sus tres acepciones— que además poseen un origen común— conllevan la idea de una orden y se trata por lo tanto, en los tres casos, de la orden del día.

Español

DRAE

[orden] del día. 1. Determinación de lo que [en el día de que se trata] deba ser objeto de las discusiones o tareas de una asamblea o corporación. 2. Mil. La que diariamente se da a los cuerpos de un ejército o guarnición señalando el servicio que han de prestar las tropas.

Julio Casares

[orden] del día. Lista de los asuntos que [en una determinada fecha] han de tratarse en una asamblea o corporación.Mil. La que diariamente se da a los cuerpos de un ejército o guarnición.

María Moliner

Indica María Moliner en su obra original:

O. DEL DÍA. Lista de los asuntos que han de ser tratados en una *reunión, *consejo, *asamblea, etc. ESTAR una cosa A LA ORDEN DEL DÍA. Ser usual o frecuente en el tiempo o lugar de que se trata: ‘Los suicidios estaban a la orden del día’.

María Moliner hace en su DICCIONARIO DE USO DEL ESPAÑOL nueve remisiones a ORDEN DEL DÍA en asamblea, asunto, contraseña, cuestión, día, lista, orden, proyecto y sesión. En CONTRASEÑA indica: Palabra que se da en la orden del día y que, añadida al santo y seña, sirve para el reconocimiento y recibo de las rondas.

Se refiere aquí, sin lugar a dudas, al uso de orden del día en el ámbito militar, que no especifica separadamente, lo que hace pensar que se pudiera incluir dentro del etcétera de su única definición de O. DEL DÍA.

Miguel de Toro y Gisbert

El Nuevo Pequeño LAROUSSE Ilustrado (1954), adaptado al español por el Dr. Miguel de Toro y Gisbert, miembro correspondiente de la Real Academia Española en Francia, indicaba:

La orden del día, asuntos en que debe ocuparse una asamblea en cada sesión.

Santamaría, Cuartas y Mangada

Diccionario de incorrecciones, particularidades y curiosidades del lenguaje (Paraninfo, Madrid, 1975, ISBN 84-283-011 2-3) Se registraba aquí el orden del día expresamente como una incorrección. Debía decirse la orden del día.

Emilio M. Martínez Amador

En su Diccionario Gramatical dice sobre el género de orden:

En estos casos no cabe duda acerca del género; pero sí cuando se trata, por ejemplo, de «orden del día»; pues si en el lenguaje parlamentario se dice, a la francesa, «pasar al orden del día», la frase familiar corriente para designar la boga de una cosa es: «está a la orden del día».

Pero lo que no indica Martínez Amador es que decir el orden del día no sólo sería un galicismo, sino que al hablar de un orden se cambia el sentido de la frase, haciéndose de un mandato una secuencia que no existe, según vimos, tanto en francés como en inglés —de donde la frase proviene— ni en otras lenguas. Si bien en francés se dice l'ordre du jour, se debe simplemente a que ordre existe en francés sólo en masculino. No obstante, ordre significa aquí una orden y no un orden, por más que l'ordre pueda sonar a «el orden» en oídos menos advertidos.

¿El orden del día?

Así como en inglés y francés, tampoco en italiano ni en portugués existe en la expresión una idea de sucesión, de secuencia, de un orden; lo mismo en castellano. Pero sí se hallan en todas las definiciones formas verbales como devono essere discussi, se deve ocupar, deba ser objeto, han de tratarse, debe ocuparse, han de ser tratados, doit s'occuper, doivent examiner, donneront lieu à délibération, business set down, tasks appointed, business to be considered or done, con las que claramente se imparte la idea de mandato a cumplir, de observancia, pero jamás de un orden, de una secuencia o sucesión.

En consecuencia, es impropio hablar de «el» orden del día, pues esta idea de un orden no existe en la frase. La forma correcta, la orden día, se emplea corrientemente tanto en España como en Hispanoamérica. Este uso está documentado en numerosos ejemplos tomados de sesiones de parlamentos, de universidades y de todo tipo de instituciones, oficiales y privadas, así como de la prensa diaria, que pueden consultarse aquí:

Las reglas de acentuación

por 75162.275@compuserve.com (Spanish Forum)

Generalidades

De acuerdo con su pronunciación, las palabras se clasifican en cuatro grupos principales:
Agudas, cuando el acento fonético recae en la última sílaba (a-YER, or-de-na-DOR, ha-BLAR, Ma-DRID...)
Graves (también llamadas LLANAS), cuando el acento fonético recae en la penúltima sílaba (a-CEN-to, FO-ro, a-MI-go, SIES-ta, za-PA-to, CA-rro...).

Esdrújulas, cuando el acento fonético recae en la antepenúltima sílaba (PLA-ta-no, a-ME-ri-ca, es-TU-pi-do...).

Si el acento recae en sílabas anteriores la palabra se denomina sobresdrújula (ra-pi-DÍ-si-ma-men-te)
El acento ortográfico se coloca siempre sobre una vocal, y en la sílaba con el acento fonético.
En castellano sólo se utiliza la forma de 'acento agudo', por lo que las únicas formas existentes son á é í ó ú.

La 'diéresis' sobre la letra 'u' (ü) tiene un significado completamente diferente.
La marca sobre la letra 'ñ / Ñ', no es considerada ningún tipo de 'acento', 'marca diacrítica' ni nada similar. Es una letra en sí misma, completamente diferente a la 'n / N'.

Las formas singular y plural llevan el acento en la misma sílaba (CRImen/CRImenes, naciON/naciOnes). Sólo hay dos excepciones a esta regla: caRÁCter/caracTEres y RÉgimen/reGÍmenes.

Regla básica

La regla básica de acentuación ortográfica son las siguientes:
A) Las palabras agudas: se acentúan siempre que su última letra sea una vocal (aeiou), una 'n' o una 's'. Así, se acentúan: pa-pá, ma-ní, le-ón, A-ra-gón, Pa-rís, pero no: ayer, caracol (no terminan en vocal, 'n' ni 's').

B) Las palabras graves: se acentúan cuando terminan en consonante que no sea 'n' ni 's'. Así, se acentúan: tré-bol, már-mol, ár-bol, án-gel, pero no: casco, tipo, sangre, menos (terminan en vocal, 'n' o 's').

C) Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas: se acentúan todas: plá-tano, A-mé-ri-ca, es-tú-pi-do, mur-cié-la-go.

Otra forma de verlo:

Podemos explicar lo mismo desde el punto de vista opuesto:

A) Las palabras que terminan en vocal, 'n' o 's' se pronuncian con el acento en la penúltima sílaba (za-PA-to, di-VI-de...). Se llaman 'llanas' o 'graves'.+ B) Las palabras que terminan en consonante distinta a 'n' o 's' lo llevan en la última sílaba (ver-DAD, prac-ti-CAR, vi-RREY...). Se llaman 'agudas'.+ C) Todas las palabras que no sigan estas normas llevan un acento ortográfico, que indica dónde recae el acento fonético.

Los diptongos: Estas reglas se complican algo cuando aparecen dos vocales seguidas, pues a veces no es fácil saber si forman diptongo (es decir, si forman parte de la misma sílaba) o hiato (es decir, si están en dos sílabas diferentes). Las reglas son las siguientes: La combinación de una vocal fuerte (a-e-o) y una débil (i-u) forma diptongo (una sílaba), y el acento fonético recae en la vocal fuerte (bAila, ciErra, puEsto...).

La combinación débil/débil forma diptongo (una sílaba) y el acento recae en la segunda letra (ruI-do, fuI-mos, viU-da...)

Dos vocales fuertes seguidas no pueden compartir sílaba (ma-ES-tro, con-TRA-er). Forman hiato (dos sílabas) y siguen las normas generales.

Todas las palabras que no sigan estas normas llevan un acento ortográfico, que indica dónde recae el acento fonético.

Principales excepciones y casos especiales:

Palabras compuestas: Cuando una palabra forme parte de otra compuesta como primer elemento de la misma, perderá el acento que le correspondía: río / rioplatense; décimo / decimoséptimo; así: asimismo. Sin embargo, en los compuestos de adjetivos unidos por guiones cada elemento conservará su pronunciación y acentuación: hispano-soviético, crítico-biográfico.

Los adverbios terminados en '-mente' se exceptúan de la regla anterior: llevarán acento cuando lo llevase el adjetivo simple: ágil / ágilmente; cortés / cortésmente).

Diacríticos:
Algunas palabras pueden llevar o no acento dependiendo de su significado. Las más importantes, y simplificadamente, son:

Aún: Llevará acento cuando pueda sustituirse por todavía.

Qué, quién, cuál, cuyo, dónde, cuándo, cómo: Se acentúan cuando cumplen una función interrogativa o exclamativa.

Éste, Ése, Aquél (y sus femeninos y plurales): Cuando son pronombres personales

Sólo: Podrá llevar acento cuando cumpla una función adverbial (es decir, cuando pueda sustituirse por solamente (para los que hablan inglés... sólo=only, solo=alone).

Dé: Se acentúa cuando es una forma del verbo dar.

Más: Cuando es adverbio de cantidad.

Tú, él, mí: Cuando son pronombres personales

Sé: Cuando es una forma del verbo saber

Sí: Cuando es adverbio de afirmación

Té: Cuando se refiere a la infusión.

Otras: Hay alguna otra norma menor, referida a los compuestos verbo+enclítico+complemento, el diptongo 'ui', palabras latinas, nombres geográficos extranjeros, etc.

La Real Academia recomienda excluir el artículo antes de 2000

Por Angel López García

MADRID (EFE) - La Real Academia Española (RAE) recomienda suprimir el artículo delante del año 2000 y sucesivos cuando se trate de datación de cartas y documentos, aunque se considera necesario anteponerlo si se menciona expresamente la palabra "año".

Según señala la Academia en una nota, la preferencia por suprimir el artículo al especificar la fecha en cartas y documentos procede de la Edad Media: "4 de marzo de 1420", "19 de diciembre de 1999". Desde el 1º de enero pasado, el artículo se sigue suprimiendo y se debe escribir, "20 de noviembre de 2000", "5 de mayo de 2005".

Sin embargo, según el acuerdo adoptado en la última sesión plenaria de la Academia, "la escueta referencia a 2000 puede resultar imprecisa en la mente de los hablantes para designar unívocamente un año".

Por eso, se añade en la nota, el español prefiere mayoritariamente el uso del artículo en expresiones como "Iré al Caribe en el verano del 2000" o "La autovía estará terminada en el 2004".

También hay que utilizar el artículo cuando se menciona la palabra año: "5 de mayo del año 2000", "20 de diciembre del año 2002".

Como recuerda la Academia, cuando en el español moderno se alude a una fecha anterior al año 1100, se suele utilizar el artículo delante del año, al menos en la lengua hablada: "Los árabes invadieron la Península en el 711".

No obstante, hay abundantes testimonios sin artículos en el idioma escrito. Así, en un texto de "La España del Cid", de Ramón Menéndez Pidal, puede leerse: "Los dos reys ordenaron sus haces y le acometieron (14 de agosto de 1084)".

Esta fluctuación se registra en la referencia a fechas posteriores a 1100, aunque en este caso predomina la ausencia de artículos: "Los Reyes Católicos conquistaron Granada en 1492".

juanerick
25/06/2003, 20:59
Uso de la "b" y de la "v"
Extraído de la Gramática Española de J. Alonso del Río - Ediciones Giner

I - Se escriben con b:

Las palabras que en su idioma de origen (latín, árabe, etc.) tienen b o p. Pueden agruparse aquí bien, bueno, bondad, bendecir, benemérito, beato, Biblia, biblioteca y todas las relacionadas etimológicamente con ellas, igual que las formadas con el prefijo bi-, equivalente a dos, como bigamia, bipolar. Por su etimología se escriben con b por ejemplo: cabeza, obispo, lobo, e infinidad de palabras que el uso nos señalará, aunque desconozcamos su procedencia.

Las palabras derivadas o compuestas de otras castellanas que lleven esa letra, según la regla general de que las derivadas se escriben como las primitivas y compuestas, como las simples. Esta regla tiene sus excepciones impuestas por la pronunciación o simplemente por el uso autorizado. Ej. : bailarín, derivada de baile, y barbirrubio, compuesta de barba y rubio. Por tener b la palabra riba, se escriben con b ribera, ribazo, Ribadeo, Ribadesella, etc. Existe la voz rivera, que lleva v...

Las que comienzan con las sílabas bu-, bur- y bus-, como bufanda, burla, busto; y las que empiezan con sub-, como subasta y subalterno...

Las terminadas en -bundo, -bunda y -bilidad, como tremebundo, moribunda y amabilidad. Se exceptúan movilidad y sus compuestos y civilidad...

Todos los tiempos de los verbos deber, beber y sorber y sus compuestos...

Todos los tiempos de los verbos cuyos infinitivos terminen en -aber, como haber, saber y caber; en -bir, como escribir, recibir, y en -buir, como distribuir. Las únicas excepciones son precaver, hervir, servir y vivir, y sus compuestos (convivir, sobrevivir, etc.).

Las desinencias o terminaciones -ba, -bas, -bamos, -bais y -ban de los pretéritos imperfectos de indicativo correspondientes a los verbos de la primera conjugación, como lloraba, estudiabas, danzábamos, mirabais, fumaban..

El pretérito imperfecto de indicativo de ir: iba, ibas, etc...

La letra final de toda palabra que acaba con el sonido b, como Jacob, baobab..

Las sílabas bra, bre, bri, bro,bru, bla, ble, bli, blo, blu y cualquier otro caso en que el sonido b preceda a otra consonante. Ej.: bloque, desbrozar, obnubilar, obstrucción.

II - Se escriben con v:

Las palabras cuya procedencia o etimología así lo requiera, como convivencia, valenciano, párvulo. Pueden agruparse aquí las palabras compuestas formadas con el prefijo vice- (que indica que la persona puede hacer las veces de otra), como vicealmirante, vicepresidente; los nombres de lugares geográficos que empiezan con villa-, villar-, vila-, como Villafranca, Villalba, Villarcayo, Vilaboa, y los también compuestos con valle-, vall- o val-, como Vallehermoso, Valparaíso, Valladolid. .

Las que empiezan con las sílabas ad, cla, di, pri, seguidas de este sonido, como adversidad, clavel, diversión, privilegio, etc. Se exceptúan dibujo y sus derivados.

Las voces terminadas en -viro, -vira y en -ívoro, ívora, como triunviro, Elvira, carnívoro, omnívora. Se exceptúa víbora.

Los adjetivos terminados en


-ava
-ave
-avo

-eva
-eve
-evo

-iva

-ivo



como


dozava
suave
octavo

nueva
nieve
longevo

diva

superlativo



Se exceptúan árabe y sus compuestos y sílaba y sus compuestos. .

Los tiempos de los verbos cuyos infinitivos no llevan b ni v. Ej.: voy, ve, vais, vayamos, etc., del verbo ir; anduve, anduviste, del verbo andar; estuve, estuviste, del estar; tuve, tuvieron, del tener, etc. Se exceptúan siempre, como ya sabemos, las desinencias, -ba, -bas, -bamos, -bais y ban, de los pretéritos imperfectos de indicativo. .

Los verbos precaver, hervir, servir y vivir y sus respectivos compuestos, desvivir, convivir, sobrevivir, etc. y los terminados en servar, como conservar.

Usos del pronombre personal SE
by 70630.2600@compuserve.com (SpForum)

Uso no reflexivo

Se utiliza el pronombre personal SE como sustituto de LE, LES cuando le sigue inmediatamente un pronombre LO, LA, LOS, LAS en función de complemento directo:

Se lo di. / Le di el libro.
Cuando me los encontré, se lo dije. / Cuando me los encontré, les dije lo que sabía.
Uso reflexivo

Se utiliza en función de complemento directo o indirecto cuando su referente coincide con el sujeto.

La niña se peina (reflexivo, complemento directo)
A la niña la peina su madre (no reflexivo)
La niña se lava la cara (reflexivo, complemento indirecto)
A la niña le lava la cara su madre (no reflexivo)
Uso recíproco

Se utiliza de la misma manera que el anterior, pero cuando el sujeto es múltiple o plural y se entiende que cada individuo del sujeto realiza la acción del verbo hacia el otro o los otros.

Juan y Pedro se escriben cartas.
Indicador de impersonal refleja

En las oraciones impersonales reflejas, el pronombre SE es un incremento verbal que indica el carácter reflejo e impersonal de la oración, sin ninguna otra función. Solamente puede aparecer en tercera persona.

En este restaurante se come muy bien.
Indicador de pasiva refleja

En las oraciones pasivas reflejas, el pronombre SE funciona igualmente como incremento verbal que indica el carácter pasivo de la oración. Solamente se usa en tercera persona.

Se venden pisos.
Se comenta que subirá la gasolina.
Intensificador del verbo

A veces, el pronombre reflexivo (en cualquier persona) sirve únicamente para intensificar el significado del verbo, en construcciones transitivas o intransitivas.

Comió tres platos. / Se comió tres platos. (Transitiva)
Fue en seguida. / Se fue en seguida. (Intransitiva)
Indicador de voz media

Indica un proceso que se produce en el interior del sujeto, sin que este sea el agente ni exista ningún agente externo a él. Puede aparecer en cualquier persona (ME, TE, SE, NOS, OS, SE). Existen varios casos distintos:

Verbos que pueden funcionar como transitivos

Determinados verbos que funcionan a veces en estructuras transitivas no reflexivas, con sujeto y complemento directo diferentes, admiten la construcción en voz media. En este caso, suelen perder la construcción transitiva con CD y pueden admitir un suplemento.

No asuste usted a los niños / No los asuste. (Transitiva)
No se asuste usted. (Voz media)
Verbos pronominales

Son verbos pronominales, propiamente, los que exigen la presencia del pronombre reflexivo y no existen sin él. Pueden llevar suplemento.

Se arrepintió de lo que había hecho.
Apuntes para un manual de estilo periodístico

Ricardo Soca

Acusado - Al hablar de un acusado que no ha sido condenado ni ha confesado el delito del que se le acusa, es preciso tener el cuidado de no culparlo por anticipado. Se le debe nombrar siembre como el acusado. Ver "presunto autor".

Álgido - Significa "muy frío". Es inadecuado, pues, utilizar esta palabra como sinónimo de culminante, decisivo o, peor, candente.

Adorar, venerar - Los católicos adoran a Dios, pero sólo veneran a los santos.

Ascendiente, ascendencia - Ascendiente es cada uno de nuestros antepasados por línea familiar directa. Ascendencia es: 1) el conjunto de los ascendientes y 2) la influencia que una persona ejerce sobre otra u otras. Es incorrecto, pues, decir "fulano tiene ascendiente sobre mengano"; dígase en este caso, ascendencia.

Automotor - Este adjetivo, como sus femeninos automotores y automotrices se refiere a la "máquina, instrumento o aparato que ejecuta determinados movimientos sin la intervención directa de una acción exterior". El DRAE. precisa, además, que se aplica a los vehículos de tracción mecánica y añade que se puede usar también como sustantivo. No es correcto, pues, aplicarlo al ramo de fabricación de automóviles, que se identificará mejor como industria automovilística. En efecto, automovilístico/ca es "el conjunto de conocimientos teóricos y prácticos referentes a la construcción, funcionamiento y manejo de vehículos automóviles".

Debut - Galicismo a veces usado por "estreno". Ha sido aceptado por el DRAE, pero no por eso es menos innecesario

Decomisar - expropiar - confiscar - incautar

Confiscación es la apropiación por parte del Estado de un bien cuyo propietario cometió alguna falta o delito.

Decomiso es la apropiación por parte del Estado de mercancías procedentes del contrabando.

Expropiación es la apropiación por parte del Estado de un bien, por razones de interés general y mediante el pago de una indemnización.

Incautación es el acto de hacerse cargo una autoridad, generalmente judicial, de un bien determinado, de manera provisoria. También se puede utilizar para referirse en forma general a la apropiación de bienes por la coacción o la fuerza.

Derecho a - derecho de - Se usa la preposición a antes de un sustantivo y de cuando sigue un verbo. Ej.: el derecho a la vida - el derecho de nacer.

Destacar - resaltar. El primero de estos verbos es transitivo y el segundo no, por lo que se usa en construcciones ligeramente diferentes. "El presidente destacó en su discurso la obra del actual gobierno", pero no "el presidente resaltó" sino más bien "el presidente hizo resaltar...".

Detentar - significa "retener alguien lo que manifiestamente no le pertenece". Es, pues incorrecto afirmar que "fulano detenta la plusmarca mundial de...", a menos que Fulano haya hecho trampa...

Discrepar - Se discrepa de y no con alguien.

Ecología - Es el estudio de las relaciones de los seres vivos entre sí y con su medio ambiente. La ecología no es el propio medio ambiente. La expresión "defensa de la ecología" es, pues, incorrecta, a menos que se hable de defender esa disciplina.

Electo-elegido - Ambos vocablos constituyen el participio pasivo del verbo elegir; no obstante, tienen usos ligeramente diferentes. Electo se usa en la forma activa, como adjetivo, mientras que en la forma pasiva debe preferirse elegido. Ej.: Han elegido a fulano como presidente; él es el presidente electo. Los verbos que tienen doble participio, además de elegir, son: matar (matado-muerto), bendecir (bendecido-bendito), bendecir (bendecido-bendito), freír (freído, frito), imprimir (impreso, imprimido).

Ejemplos: Lo han corrompido, es un hombre corrupto.

Lo han matado; está muerto. Nótese que muerto también es participio pasivo del verbo morir.

Han bendecido esta agua; es agua bendita.

Estado - Se escribe con mayúscula cuando se refiere a la estructura institucional o de poder de una nación, pero no como sinónimo de país o provincia.

Estatal - Cuando se refiere al estado como circunscripción territorial dentro de una Nación es preferible utilizar provincial. Estatal se aplica al Estado como estructura de poder de una Nación.

Evitar - Indica una acción voluntaria y deliberada. Así, no podemos afirmar que "el ministro evitó referirse a los últimos acontecimientos". No sabemos si lo evitó, a lo sumo, podemos afirmar que "se abstuvo de referirse...".

Fecha - Es anglicismo la forma mes-día, como por ejemplo, enero 3. El orden correcto en español es día-preposición-mes, como por ejemplo, 3 de enero. Los nombres de los meses se escriben con minúscula.

Gerundio - El gerundio implica simultaneidad. Por tanto, son incorrectas expresiones como la siguiente: "El ministro pronunció un breve discurso, dirigiéndose luego hacia la sede del Ministerio". Primero pronunció el discurso y después se dirigió al Ministerio.

Hábeas corpus, in fraganti - Son expresiones latinas incorporadas al idioma español, que por lo tanto no requieren el uso de comillas ni bastardilla.

Indexar, indexación, indexador - Indexar no significa "reajustar mediante un índice". Dígase respectivamente reajustar mediante un índice, reajuste, índice de reajuste. María Moliner prefiere el verbo indiciar.

Industria - Se refiere al "conjunto de operaciones materiales necesarias para la obtención, transformación o transporte de uno o varios productos naturales". El sentido de esta palabra en inglés es bastante más amplio y abarca actividades tan intangibles como la elaboración de programas para computadoras y la organización de espectáculos, por lo que hablar de "industria del software" o "industrial del entretenimiento" es traducir mal del inglés.

Inmolación – auto-inmolación - Inmolar es dar una vida en aras de una causa o divinidad. Algunas religiones incluyen entre sus prácticas la inmolación. En el caso de auto-inmolación, cuando se usa el verbo, basta darle la forma pronominal, sin necesidad del prefijo auto: "Un bonzo se inmoló".

Fueron los bonzos vietnamitas quienes pusieron esta palabra en boga en la prensa internacional en los años 60 y 70, cuando se inmolaban por el fuego para protestar contra la ocupación norteamericana. Probablemente por eso, actualmente la palabra se usa frecuente (e incorrectamente) con el significado de suicidarse por el fuego como en el siguiente cable de UPI: "una mujer roció sus ropas con fuego y se inmoló porque su marido no la dejaba ver televisión".

Inversor - Esta palabra designa un instrumento astronómico. También equivale a el que invierte, en el sentido de poner una cosa cabeza abajo. Como equivalente de el que tiene capital para invertir fue incluida en el DRAE sólo en 1976. Con esa acepción, es preferible inversionista, consagrada por el uso desde más antiguo.

"presunto autor" - Es común que los medios se refieran al acusado de haber cometido un delito como "presunto autor". En realidad, en derecho penal se presume la inocencia hasta que el acusado haya sido condenado. Hasta entonces, será un "presunto inocente".

Producir - Un acontecimiento sucede, acontece u ocurre, pero no se produce.

Ranking - anglicismo innecesario. Puede sustituirse según los casos por rango, escalafón, posiciones o clasificación. El mero hecho de que esté incluida en el DRAE no le concede mayor utilidad.

Recién - Adverbio que equivale a recientemente. Se usa solamente antes de un participio pasivo, como en recién llegado, recién nacido. En el Río de la Plata y en Chile, se usa incorrectamente como sinónimo de sólo o solamente en expresiones tales como recién ahora estoy listo

Rol - Es una lista o también un rodillo, pero nunca un papel, como el que desempeña un artista. Ese sentido sólo lo tiene en inglés role y en francés, rôle, por lo que su uso en castellano es propio de malos traductores.

Subversivo - Es un adjetivo. Es incorrecto, por tanto, decir que "fueron detenidos tres subversivos". Debe decirse "elementos subversivos" o "miembros de una organización subversiva".

Tanto... como; tanto cuanto - No son equivalentes. La primera forma es una expresión copulativa equivalente a la conjunción y: Vende revistas y libros = Vende tanto revistas como libros. La segunda, en cambio, equivale a todo lo que: Gasta todo lo que puede = Gasta tanto cuanto puede.

Trasandino - Este adjetivo, que "más allá de los Andes" es utilizado frecuentemente como sinónimo de "chileno". Pero es preciso tener en cuenta que esta equivalencia sólo cuenta para los países sudamericanos que están al este de la cordillera y que no tiene el menor sentido para los lectores del Pacífico o de fuera del continente sudamericano.

Víspera - significa el día anterior. En el Río de la Plata se utiliza incorrectamente, junto con el artículo, como equivalente del adverbio ayer: En la víspera, el presidente habló a la Nación.

Vocero - portavoz - No son sinónimos. Vocero es una persona que en determinada ocasión habla en nombre de una institución. Portavoz es el funcionario que tiene esa tarea de manera permanente.



Balza Salazar

yramsy@cantv.net