orishas

[siraromana]

"No habla, porque la verdad es muda y èl tiene la verdad. Todo estaba en suspenso, inmòvil. Vacìa la extensiòn del mundo en la silenciosa oscuridad de la noche. Entonces èl, con un rayo de sol, prenò la frìa piedra de la tierra y surgieron los verdes y las aguas, los tigres y las serpientes, los pàjaros y las mariposas, los cangrejos y los venados, las plumas y la arena, el calor y la alegrìa. Padre de todo y de todos...Està por encima de los dioses y santos menores...Hablar con èl es hablar con los espacios"

Es Oloffi.

(Retazos de literatura caribena) "Cuando la sangre se parece al fuego")

siraromana

[Pepito]

!Falté yo....falté yo...! a mí también me hizo...
pero además, me dió la magia de hacer a otros...

[siraromana]

Nos hizo a todos. Ibbà é...

siraromana

[siraromana]

Hay otros, mejores o peores. La verdad es que las cualidades las inventamos nosotros, asì que no todos los orishas nos resultan del agrado por igual y en las mismas circunstancias. Que levante la mano aquel que haya visto un tipo cojo y tuerto que diga ser una deidad. Yo lo he visto. Y lo era de veras. (por piedad, no me acusèis de fantasiosa...)

siraromana

[siraromana]

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siraromana

[siraromana]

Estàbamos sentados en cìrculo. La habitaciòn, oscura y calurosa bajo el techo de guano, clausuraba el acontecimiento del dìa: el nacimiento de Ochùn en un huevo de cocodrilo.
Recuerdo que madrina nos alzò tomàndonos del brazo. Nos despojò con un mazo de albahaca y muralla. Luego se volviò hacia mì y me invitò a entrar en el centro del cìrculo. Me untò el cuerpo con miel.
De reojo busquè el espejo que pendìa de un extremo del escaparate y me vi. Tenìa los ojos negros, radiantes como luceros; mis cabellos eran tambièn negros, mi piel morena. Mi nombre era Cachita, pero aquella tarde me llamaron Santa.

siraromana