PDA

Ver la versión completa : Qué dicen



pedrito
10/10/2000, 05:19
Es la felicidad algo diferente
según la persona?

Para el filósofo es de una forma?
Para el poeta es distinta?

Es posible sentir la felicidad
o sólo recordarla...?

Es una búsqueda
o un punto de partida?

Cómo nos va con ella?
Influye mucho que uno sea pensador
o realizador?

Se animan?

Anonymous
10/10/2000, 12:06
Creer que un pregunta se puede llegar a ajustar a todos nosotros y mas aun cdo hablamos del significado de la felicidad es irreal, cada uno entiende al mundo de distinta manera y espera de el cosas totalmente distintas. Los filosofos en general hablan de un ideal(generealmente su reflejo) y los poetas hacen lo mismo.... segun platon tergiversaban la "realidad". Y sobre las demas preguntas de la felicidad lo unico que te puedo responder es lo que yo siento... lo cual no es correcto ni incorrecto, y dudo que sea relevante.

Amancay
10/10/2000, 12:50
Platón decía eso pero en el fondo él mismo era un poeta. El mundo de las ideas es profundamente poético.

Otro filósofo poeta: Kierkegaard.

Salu2,



Verónica
-una sombra cansada de la luz-

Anonymous
10/10/2000, 13:03
El mundo de la ideas es un atentado contra la vida terrena, en vez de sumarle importancia a esta vida(la unica que tenemos) lo unico que hace es restarle importancia, con lo cual llego a la conclusion de que platon era un enemigo de la vida misma.
Y si se puede decir que platon era un "poeta" y he ahi su propia contradiccion de quien era realmente.

Amancay
10/10/2000, 13:10
No es un atentado a esta vida, es una aspiración a un absoluto, a un más allá, a lo ilimitado.

Si eso no es poesía...


Salu2,


Verónica
-una sombra cansada de la luz-

Anonymous
11/10/2000, 00:26
¿¿Una aspiracion a un absoluto?? ¿¿eso significa para vos hablar de la importancia del trasmundo y el poco significado que tiene esta vida?? Para mi toda idiologia que no este basada en la vida terrenal es un atentado contra ella, no existen trasmundos (si los hay quiero pruebas) en donde nos convertimos en parte de un absoluto, un absoluto donde la misma palabra pierde sentido, ¿que es ser absoluto? ¿no tener necesidades? ¿no poder equivocarse? ¿no aprender nada jamas?
¿¿Poesia?? El trasmundo era parte de la vision de platon, el a esto lo daba como un hecho, que vos lo tomes como poesia es otra cosa.

cecilia
12/10/2000, 08:07
Los diálogos que ha escrito Platón estan narrados de una forma bella, hasta poética, pero eso no significa que lo que el ha escrito sea sólo poesía, sus escritos son de gran importancia metafísica. En realidad su forma de escribir hace más amena la lectura pero mucho más ardua su interpretación ya que su lenguaje es más equívoco.
Platón no divide a dos mundos tajantemente, esa es más bien una interpretación de manual para que podamos hacernos la idea de lo que quiso decir, pero en realidad se podría decir que Platón plantea la existencia de dos ambitos (topos, en griego), y uno puede ser disparador para llegar al otro. A lo largo de sus escritos va madurando la teoría de las ideas. En El Parménides (uno de los diálogos de madurez)Platón se replantea los puntos en contra de su teoría.
De todas maneras hay que recordar que son todas diferentes interpretaciones, y que es muy dificil traducir una idea desde el griego al español.

Hasta pronto

Cecilia

Amancay
12/10/2000, 12:34
Me gustó tu comentario. Me aclaró algunas cosas sobre el espaldas anchas... Soy impertinente si te pregunto qué estudiás?


Salu2,

Verónica
-una sombra cansada de la luz-

cecilia
17/10/2000, 10:41
Estudio Filosofía, estoy cursando segundo año y me encanta.

Hasta pronto

Cecilia

Ariadne
17/01/2001, 18:12
Hola Pedrito...Creo que la felicidad es algo diferente para cada persona, teniendo en cuenta su historia personal, aspiraciones, ideologías...etc......De acuerdo qué entienda por felicidad, para el filósofo quizá sea una aspiración pensada, imaginada...para el poeta un sentimiento...Creo que la felicidad puede recordarse...
Para mí es el principio y el final de una búsqueda...la búsqueda me parece el intermedio, la inercia...muchas veces de incertidumbre, aunque también puede ser de felicidad si es preciado...
El pensamiento se disfruta, pero actuando en consecuencia con cosas que se pueden...pienso que sí se realiza y obtienes algo de felicidad...o vas en ese camino...

Kronos
17/01/2001, 18:43
en un sentido la felicidad es un cierto balance de neurotransmisores en el cerebro.. poco tiene que ver con el mundo o las personas y sus vidas.

cierto es que el mundo y las personas y sus vidas infieren directamente en el balance de los neurotransmisores, y tambien muy cierto que la "felicidad" que se alcanza luego de especulaciones filosoficas o de buena poesia o buena musica (arte en general) puede llegar a grados sublimes..

como en todo, la educacion nos permite llegar a niveles mas altos de felicidad.. por poner un ejemplo.. no puede disfrutarse la buena comida sin educar correctamente al paladar, de igual forma, no podemos aspirar a la felicidad mas alta sin haber experimentado los placeres de la mistica...

PD y no me refiero para nada a la mal entendida "mistica" de las religiones ni el "new age" ni nada de esas cosas

salu2

________________
YO SOY ESO

Sirio
18/01/2001, 10:26
A qué mística te refieres entonces?

Kronos
18/01/2001, 11:28
"A qué mística te refieres entonces?"

ok, a lo que me refiero es a que ahora a cualquiera que se ponga una bata de color llamativo y se diga astrologo o vidente se le considera "mistico", esta es una forma de destruir la palabra.


________________
YO SOY ESO

Amancay
18/01/2001, 11:58
jajjaja!! Muy acertado.

Hablan de felicidad y no hablan de las endorfinas. ¿Alguien sabe algo?


Saludetes,


Verónica
-una sombra cansada de la luz-

pedrito
20/01/2001, 04:52
Hola, aprecio mucho lo que piensan, me da ideas y motivos para entender que esa idea no ha muerto, o por lo menos el silencio de los filósofos no significa que ya no tenga vigencia. O quizás se ha interiorizado tanto que sólo vive en nuestros sueños y fantasías cotidianas. ¿Tan arrinconado está? O peor, a merced de cualquier estímulo publicitario dirigido a alguna apetencia. O como un sistema lucrativo de alimentar ilusiones "adivinando" la suerte en el futuro, ofreciendo talismanes para atraer felicidad, fortuna y amor.

Pero qué hay o hubo en filosofía respecto a esto:

Puede afirmarse que un sector muy importante de la humanidad pone en “la suerte” y en el “placer” su felicidad. Y, en general esa felicidad significa disfrutar plenamente en cuerpo y alma lo mejor que puede ofrecer la realidad al placer de los sentidos.
Pero la felicidad hedonista es transitoria e inconstante, pues alterna períodos no deseados de sufrimiento y frustraciones. Al final, el balance es negativo. Se sufre más de lo que se esperaba y “el tiempo que uno fue feliz” se instala, irremediablemente fuera del presente, en un futuro o en un pasado venturosos. La felicidad no dura, repiten hasta el cansancio poetas y cantantes. Curiosamente, con mucho éxito, pues la música alegre o triste es un poderoso “evocador de sensaciones agradables” y condensa en 3 o 4 minutos la carga emocional de sufrimiento catártico que dulcifica las penas. Y uno quiere prolongar indefinidamente esa sensación. Es un “mundo de deseos” casi líquido. Todo transcurre sin gravedad, suavemente. Pero la música, según el ritmo, puede llevar hacia la ternura, la paz o el desenfreno. Si no estamos preparados, es tan estimulante como alcohol, sexo o drogas, otro sucedáneo que procura momentos de placer “lejos” de la realidad inmediata, hipotecando la salud.

Hubo épocas en que los filósofos hablaban de la felicidad. Para unos consistía en suprimir los deseos. Para otros en disfrutar con mesura los placeres. Para otros, en fin, se identificaba con la “sabiduría”. Por lo tanto, sólo el sabio es feliz. Cómo es esto. Cuál es la felicidad que proporciona la sabiduría? Ya no es posesión o poder, pues las posesiones generan inquietud, exigen cuidados y custodia. Mucho menos el poder que está siempre amenazado por la caída. Entonces, qué porción le queda al sabio. Tal vez una cierta libertad para elegir el objeto más adecuado superando prejuicios y pasiones. Una autonomía de juicio y voluntad que permite el “conocimiento” del bien supremo. Si se dan los pasos correctos a la sabiduría, ésta justifica plenamente la existencia de tal modo que los azares favorables o adversos de la vida, e incluso la muerte no tienen mayor importancia. El sabio es feliz, o ha aprendido a serlo.

Pero la felicidad ha perdido ese significado. En Kant ya no es sinónimo de sabiduría, sino de virtud. El hombre “debe” ser feliz; está obligado a serlo. Es decir, ya no en armonía con la “naturaleza”, sino aún a costa de ella, para cumplir el “deber moral”. Hegel intentará en vano reconciliar este conflicto en una síntesis de la conciencia que se asume plenamente al “final” de la historia humana. Lo mismo ha hecho Marx, trasladando esa plenitud que supera toda alienación y sólo será cumplida o realizada en la sociedad sin clases. Por supuesto, la reacción existencialista opondrá a esto el desgarramiento del individuo que vive aplastado bajo el peso de las ideologías totalizadoras, sin ofrecer en absoluto “felicidad personal”. O la aceptación trágica del destino propio: trae gozo despreciar el sufrimiento (Nietzsche). “Hay que imaginar a Sísifo feliz” (Camus). En esta corriente, la aspiración a la felicidad es algo contradictorio y absurdo (Sartre). No pueden conciliarse naturaleza y libertad. No se admite la síntesis de conciencia (por-sí) y mundo (en-sí). Por lo tanto, el hombre nunca alcanza la plenitud del ser de la naturaleza con sus rígidas leyes, su determinismo, su permanencia. Tampoco puede superar su propia “libertad contingente” es decir, una libertad que no es libre de dejar de serlo y convertirse en libertad absoluta y causa de sí mismo.

Por último, es válido a mi parecer lo que Aristóteles dice sobre la “eudaimonia” o felicidad como bien y fin supremo: “llamamos más perfecto al (bien) que se persigue por sí mismo que al que se busca por otra cosa... Tal parece ser eminentemente la felicidad, pues la elegimos siempre por ella misma y nunca por otra cosa, mientras que los honores, el placer, el entendimiento y toda virtud los deseamos ciertamente por sí mismos (pues aunque nada resultara de ellas, desearíamos todas estas cosas), pero también los deseamos en vista de la felicidad, pues creemos que seremos felices por medio de ellos. En cambio, nadie busca la felicidad por estas cosas, ni en general por ninguna otra.” (Etica a Nicómaco).

Kronos
20/01/2001, 15:32
Pedrito

como siempre un placer leerte

algo que me vino a la mente luego de tu ultimo mensaje es el porque el ser humano parece empeñarse en entender el dolor, en hacer noticieros sobre el sufrimiento o las catástrofes..

que es ese algo que nos impide (como raza, no como individuos) enfocarnos en ser felices y nos recuerda una y otra y otra vez todo lo demas??

he llegado a pensar que eso tiene que ver con que nuestra sociedad nos ha rebasado como animales. en otras palabras, que nuestra animalidad sigue estando muy ligada al instinto de supervivencia, y normalmente los animales tienen que luchar o correr por sus vidas.

en una sociedad como la nuestra, en que para determinado numero de gentes las necesidades de atacar o huir ya no son necesarias (en el sentido estricto de la supervivencia) quiza estas mismas necesidades son las que nos fuerzan a enfocarnos en el dolor y no en el placer,

en el sufrimiento y no en la felicidad...

salu2!

________________
YO SOY ESO

CHARO
21/01/2001, 17:59
hola
yo pienso que la felicidad, es diferente para cada persona, cada uno tiene una realidad diferente, (claro algunas se parecen, pero nunca serán iguales), depende mucho de la persona y de las circunstancias en las que se encuentre cada individuo, y creo que todo ser humano búsca la felicidad a su manera,.

ATTE:CHARO

Sirio
22/01/2001, 10:50
Magnífico, Pedrito; pero, como veras, una vez más no te han entendido. Lástima, porque sin duda has abierto una puerta, no solo hacia el pasado sino también hacia futuro, para llegar a la felicidad. Lástima..., pero a la sabiduría solo se llega y se la incrementa mediante en entender y el conocimiento. Lástima, Pedrito, una vez más. De todas formas...




Saludos desde aquí.
Sirio

Anonymous
22/01/2001, 20:18
Salud y alegría.

Sólo una anotación. Para que se caliente aún más el asunto.
Es curioso que los filósofos siempre pongan como felicidad suprema su modo de vida. (no estoy haciendo ningún tipo de juicio, sólo es una anotación)

Cecilia:
¿Dónde estudias filosofía? Y lo más importante ¿Por qué tu nombre aparece en verde?

Anonymous
22/01/2001, 20:23
Salud y alegría

Amigo Pedrito. Acepto que utilices lo que dijeron otros antes que tú para apoyar tus tesis, rebatirlas, etc.
Pero no hagas historia de la filosofía, porque de eso, ya estamos bien servidos.

Aún así, yo también lo digo, es un placer leerte.

Sirio
23/01/2001, 09:46
¿Se puede considerar el hecho de despertar el amor al saber solo como un imposición de la forma de vida personal del filósofo? Yo no lo creo así.

pedrito
23/01/2001, 12:44
Gracias MasterMutenRoshi, ni historia de la filosofía, ni filosofía de la historia. Me señalas acertadamente un reflejo condicionado hacia la historia que arrastro por no haberla valorado antes cuando no me gustaba tragarme de prisa los manuales escolares. Siempre trataba de escaparme por la tangente.

No sé con qué llenar ese hueco. Me apena también saber que la historia que conocemos no la escribieron precisamente las personas adecuadas... Pero es sólo una cuestión mía, no cambia en nada las cosas.

Anonymous
25/01/2001, 20:31
Salud y alegría.

No sé si esto que dices es bueno o es malo.

De todos modos, volvamos al tema. No quiero pecar de pretencioso, o de repelente, o de arrogante, pero me voy a atrever a incluirles aquí algo que escribí hace 5 años. Perdonen las faltas de ortografía, la mala estructura, las estupideces que dije entonces,pero tenía 13-14 años, compréndanlo, en cualquier caso, no la incluiría aquí si no creyera que puede ser interesante (o al menos, divertida, según se mire). Era mi primer vistazo a la filosofía, y solo había leído algo la ética de Aristóteles, Sobre la felicidad de Séneca, algo de Julián Marías, y algo de los presocráticos: evidentemente los entendí todos mal.
SI NO QUIEREN ABURRIRSE NO LO LEAN, YO SOLO QUERÍA VOLVER A METERNOS EN EL TEMA. PUES HACE DÍAS QUE NADIE ESCRIBE NADA.

La felicidad es un concepto ambiguo y fecundo, que hoy en día, se le otorga sentidos fuera de contexto, se le aplican sinónimos equívocos, un seguido de cosas que hacen ponerle la vulgar etiqueta de palabra comodín; que en cualquier situación encaja. Erróneamente se le aplican significados más cercanos a estar contento, llevar una vida agradable, placentera. Un sentido más vinculado al bienestar físico y material que al significado con que la vamos a tratar. Nosotros la emplearemos para designar el objetivo de todas nuestras acciones y aspiraciones, cómo el bien supremo del conocimiento y quehacer humano. aclardas, pues, estas ambiguedades, y precisado, muy por encima, el significado con que la trataremos, prosigamos.
Ante todo saber que la búsqueda de la felicidad es uno de los aspectos que humanizan al ser humano. Es un hecho humano, es algo propio del hombre, es su oficio. Es una capacidad específicamente humana, ya que deriva de una peculiaridad humana, la razón. La tarea específica del hombre es la que se deriva de la actividad derivada de la razón.
No podemos decir que un animal sea dichoso, o que incluso un niño lo sea. ¿Por qué? No podemos decir que alguien es feliz o infeliz cuando no puede captar la felicidad. Esto recuerda a la idea del Logos de Heráclito. Solo será feliz o infeliz aquel que capte el Logos. Los animales no participan de la felicidad, porque ninguno participa de esta facultad del pensamiento; la razón es la característica especificadora del hombre, y es esta la que nos lleva a captar y ansiar la felicidad. También hay algunos hombres que envidian a los animales por que creen que son más felices al no tener que participar de las actividades humanas, pero no piensan que entre estas reside la actividad racional, que es la que nos empuja a al ansia de la felicidad, y no se percatan que si fuesen animales no participarían de la felicidad, por que ellos no la captan. La felicidad del hombre consiste, pues, en el cumplimiento de la actividad de percibir la felicidad, hay que percibir el Logos -y no es necesario ser animal para no captarlo-. Por eso hablamos de la felicidad cómo obra de la razón.
Los animales solo captan el conjunto de estímulos de su entorno y que le son indispensables para su supervivencia, pues el animal no vive, existe; está plantado en la realidad de una manera pasiva, él solo reside en ella, - al igual que muchos de los hombres, que tampoco son capaces de captar el Logos -. Así pues, el animal, si las circunstancias que le son imprescindibles para su supervivencia, le son dadas con facilidad, reside a gusto en su realidad; de este modo sólo podemos diferenciar entre los animales que viven con más o menos facilidad, sin más. El animal es él y sus circunstancias – con perdón de Ortega -.
Así pues, llegamos a la conclusión que ningún animal puede llegar a ser feliz, porque no capta la felicidad; pero el hombre la capta y tampoco llega nunca a ser feliz, o al menos la gran mayoría está de acuerdo en que la felicidad no existe. Así pues, ¿porque a sabiendas que no existe, la busca ansiadamente? ¿Y por qué no renuncia a ella? Pues porque el hombre es el ente que necesita ser feliz. No puede renunciar a ella, pues es su drenaje, lo que le lleva a hacer todo lo que hace, todos sus actos se justifican con la búsqueda del alcance del bien. Tiene la inevitable necesidad de ser feliz. Es el bien supremo del hombre. Pese a encontrar la felicidad como la meta que sabemos no alcanzaremos, seguimos intentando llegar, pues es nuestra razón de existencia. La búsqueda de la felicidad es el oficio fundamental del hombre. Intentar ser lo que no se puede ser.
Todo lo que hace el hombre conscientemente, lo hace para encontrar la felicidad. Todo lo hace, pues, para un mayor beneficio suyo, se busca la máxima cantidad de felicidad (con lo que podríamos afirmar que la felicidad es capitalista). Incluso cuando soy generoso y amable con los demás lo soy porque soy feliz siéndolo, utilizo a los demás para conseguir mi propia felicidad. Cuando escojo ser así o hacer esto y no otra cosa, lo hago para conseguir una mayor felicidad, siempre se busca el máximo beneficio, andamos sedientos e insaciables de felicidad, por eso decimos que no hay nadie totalmente feliz, que no existe la felicidad completa, solo aquellos que no la entienden, solo los ignorantes, son completamente felices, risus abundat in ore stultorum (la risa abunda en boca de los tontos). Entendemos la felicidad como el horizonte, al que nunca alcanzamos y admiramos como una meta divina.
Todo individuo debe buscar su propio camino para llegar a al felicidad, pues no todos necesitamos lo mismo para llegar a ser felices, esto depende de varias circunstancias, de la época, de la cultura de la zona, de los factores individuales subjetivos, y de la edad del sujeto. Lo que suele ocurrir, es que muchas veces ni el mismo sujeto sepa que es lo que necesita para ser feliz; eso se lo suele preguntar en la adolescencia, por eso suele ser tan problemática y confusa, pues es cuando el individuo busca su propio camino, se plantea unas aspiraciones, se esboza un modo de vida de la que podamos esperar nos conducirá a la felicidad. Debemos determinar nuestro futuro y ésto nos pone en peligro la posibilidad de ser felices, pues determinar es negar. Cuando yo determino que voy a estudiar esta carrera en vez de la otra, estoy escogiendo preferencias, prefiero hacer esto a lo otro, pero lo otro también me gusta, y esto me resta, irremediablemente, felicidad. La vida es es***** una serie de preferencias. Por eso muchas veces al ser humano le cuesta tanto es*****, determinar, por no privarse de felicidad.
Llegamos, pues, a la conclusión que la felicidad consiste en cumplir nuestros objetivos, en cumplir nuestras expectativas, en recorrer el trayecto previamente señalado. Normalmente se cumplen las pretensiones, entonces podríamos decir que se llega a la felicidad; pero nunca nos sentimos completamente felices, por varias razones: previamente por lo dicho mas arriba, que al marcar una trayectoria excluimos otras; porque el hombre no se sacia de felicidad, y porque entran en juego los bienes externos, pese a que hoy, inútilmente, se les intente quitar importancia. Por ello nunca seremos completamente felices, aunque seamos felices en nuestra mayor parte, pero somos muy ambiciosos y estamos llenos de pretensiones y aspiraciones, nunca nada nos resulta suficiente. Pese a ser el bien supremo del hombre es también su imposible. Parece una visión muy negativa y pesimista de la vida, pero no es así, pues aunque el hombre no llegue nunca a satisfacerse, es, como he dicho antes, feliz en su mayor parte.
La vida humana es temporal, es escurridiza, y no se puede recuperar, creemos a la muerte lejos de nosotros, nos engañamos diariamente –quizá de forma consciente- cuando todo el tiempo pasado le pertenece irrevocablemente a la muerte. Ello hace que debamos decidir bien y no equivocarnos de camino, ya sea en la adolescencia, ya sea en otra etapa de la vida. Si un individuo se equivoca, si pasa la mayor parte de su vida por un camino oscuro, negro, pero, sin embargo advierte su error, podrá quizá cambiar de camino, pero el viaje por el trecho oscuro seguirá allí, no se puede recuperar el tiempo recorrido. Así pues, el tiempo nos obliga a tener que acertar desde el principio, pues cualquier error será irremediable, dejará su huella en el tiempo vital del individuo, el cual está contado. Si viviéramos eternamente, el juego de la vida perdería toda su gracia, pues entonces los errores no importarían, tendríamos tiempo para recuperar nuestro error, por eso si fuéramos eternos, la vida perdería toda su gracia.
Todos los actos conscientes de nuestra vida, cobran sentido gracias a la felicidad, es el bien supremo del hombre. Es el fin común de todos sus actos. La felicidad es lo completo, lo definitivo, se agota en sí misma, pues no tiene objetivo, no es un instrumento secundario para llegar a otra cosa. Es autosuficiente. Se busca por ella y no en mira de otra cosa. No podemos hacer consistir la felicidad en una serie de placeres y bienes externos, pues estos son, por sí, medios para obtener algo distinto, por eso no haremos consistir la felicidad en la posesión de riquezas, ni salud, ni cualquier otro bien exterior. Y, aunque deseables por sí mismos sólo cobran sentido al ir destinadas a encontrar una felicidad satisfactoria. La felicidad es buscada por sí misma y no como medio para otra cosa. La buscamos por ella y sólo por ella, y no como fin para otra cosa. En cambio cuando buscamos placeres, vida acomodada y placentera, posición social, e incluso cuando somos generosos con los demás e intentamos ser, lo que se dice vulgarmente, buena persona, lo hacemos en mira del bien supremo. No tiene necesidad de sumarse con otras cosas, se basta a sí misma. Es éste su carácter especificador, por eso dije al principio que no podemos denominar a cualquier cosa felicidad.
Tenemos momentos en los que nos creemos completamente y eternamente felices, y creemos no precisar nada más que lo poseído en ese momento para hallar la felicidad completa. Sí, hay momentos en que nos creemos felicísimos, no existen los problemas, pero son cómo paréntesis de la realidad, paréntesis momentáneos, y que, incluso, querríamos mejorar, por lo que ni esos momentos son completos. Siempre tenemos aspiraciones, aspiramos a más; también tenemos a aquellos que creen no aspirar a más, no ser ambiciosos, pero esto suele ir relacionado con la vejez, cuando hemos recorrido prácticamente toda la parte del camino, cuando no podemos ir marcha atrás, y es entonces, cuando si hemos cumplido nuestras expectativas, cuando hemos cumplido nuestros proyectos que nos creemos completamente felices, cuando no podemos aspirar a más. Mentira, si nos creyéramos completamente felices podríamos dejar de vivir, pues la búsqueda de la felicidad es nuestro sustento, no somos completamente felices, siempre habrá algo no cumplido, por la ley de las preferencias, o por alguna otra razón. Es en ésta época de la vida cuando se busca la felicidad a corto plazo, cuando se abusan de los placeres. Será ésta, pues, nuestra razón de vivir, la felicidad, aunque sea una felicidad a corto plazo.
Recapitulando, la búsqueda de la felicidad es decisiva en la vida del hombre, todo lo que hacemos conscientemente lo hacemos en mira de nuestra propia felicidad, no una felicidad ajena; invertimos en la vida siempre para conseguir un mayor beneficio, ya sea a corto o a largo plazo. Esta es la principal característica del bien supremo, objetivo de objetivos, y su independencia, su autosuficiencia.

Anonymous
09/11/2001, 07:51
Yo no creo que sea necesario dejarnos de pensar en el dolor y todo aquello que desbalancea a la felicidad. Sin uno de esos extremos, el otro no tendría sentido ni existencia. SI todos fueramos felices, existiría la felicidad? Si no sabemos que es el dolor y la pena, seremos concientes de la felicidad?
No creo que haya un concepto de felicidad aplicable a todos. Tampoco creo que podamos ser más felices mientrás más educados estamos. Tal vez, personas con pensamientos menos rebuscados y simples, lleguen a alcanzar la felicidad más fácilmente. Para ser feliz, tal vez, no sea necesario alcanzar ciertas metas fijas. Quizás sea necesario onjetivos más simples. No creo que sea posible elegirlos. Es decir, los que leemos sobre filosofía y ciencia buscando una respuesta, sí somos propensos en encontrar la dicha en este conocimiento. Pero ello no implica que todos sean así. Nos basta con observar a nuestro alrededor: los demás, por su falta de "iluminación" no son seres infelices. A veces pienso que puede ser más fácil sin cuestionarse todo. No sé ustedes, pero mientras más cosas creo saber, me doy cuenta que más se abre el abanico de cuestiones. Como si fuera un laberinto sin salida, cuyas paredes se multiplican al encontrar un nuevo sendero.
Saludos a todos y muy bueno el foro.