El Aleph
25/08/2002, 23:13
Escribo este nuevo respiro a partir de otra vez sucedido grito de dolor. Here is I. Padeciendo por ser quien soy, y por saber que tanto el mañana, como el pasado mañana yo seguiré estando aquí y aún siendo quien soy. Me gustaría hoy, desconocerme, verme desde lejos y tan distante del modo en como mis ojos ven a cada quien pasa por ser mi prójimo y me ajeno. I’m here. I’m I. Y eso me condena casi eternamente a abrirle los ojos al alba al amanecer, y volver ser cada mañana otra vez quien era. ¿No me dirá el espejo un buen mediodía: no veo ya la desfigura de tu rostro? En tiempos en que mi optimismo vencía más asiduamente yo era un ágil bailarín de la noche, y la bohemia. Aún hoy, pese a que I’m here todavía, todo aquello reclama a fuerza de abatimiento su derecho a continuar ser, y estar. Desde muy lejos me elevo a ver cada mañana como es vencida esa impetuosidad por los deberes y obligaciones y responsabilidades que sujetan la impetuosidad contraria: a la pasividad impuesta por ser quien se debe, por ser de quien le necesita, por ser de quien le impele, por ser de aquel al que le rinde obediencia. ¿Cómo librarse de la más pesada carga sin soltar como contraefecto las riendas que sostienen por sobre el precipicio? ¿Cómo liberar la carga cuando es en ella en lo que uno mismo ha acabado por convertirse? Desde un dolor tan profundo Charly García se oye muy pero muy bien... ¿cómo puede tomar semejante forma la pequeña alegría de mi dolor? Promesas sobre el bidet, No soy un extraño... ¡De qué modo engrandecense esas obras en mi dolor! Ay, pero es que ambas canciones van muy bien con mi angustia. ¡Entristecerse así me da inmensa alegría! Ay, pero fugaz –y por eso bestial- es la pequeña alegría de la angustia. Para cuando cese el sonido de mi estéreo dejando atrás la armonía orgásmica y éste placentero cigarro esfume su última humarada de libertad, yo volveré a estar aquí en donde estoy, y retornaré a quien soy –y la sola conjugación de ambas premisas bastan para devolverme otra vez al subsuelo de mi ocaso.
Agosto 25, 2002
Agosto 25, 2002